miércoles, 9 de octubre de 2013

LAS LUCES DE ENFRENTE





En el mes de octubre del año 2006, publicaba en otra bitácora, una entrada que titulé “Las luces de enfrente”.  Han pasado 7 años, pero repasando la prensa actual, puede comprobarse que nada ha cambiado.
La muerte, inexorable  y
 eficaz, sigue su labor de zapa, ante la indiferencia de una Europa vergonzante.            


        La tragedia no acaba en Lampedusa done ya se han recuperado 232 cuerpos y prosigue la búsqueda de cadáveres, pertenecientes a los emigrantes ahogados, cuando viajaban para llegar a la isla del sur de Italia.
                                                                                              (Octubre 2013. De la prensa)



¡Enhorabuena!   Vosotros lo habéis conseguido.  Atrás ha quedado el sufrimiento y el hambre de los tuyos, para colectar el dinero necesario que satisfaga el ansia innombrable y criminal de iguales que tú, pero con el alma mafiosa y corrompida
.

Detrás ha quedado un océano con las fauces dispuestas a tragarse vuestros sueños, embarcados en un anacrónico velero con una singladura de frío, hambre y muerte.

Detrás y en el fondo, han quedado sueños y cadáveres, que tenían el mismo color verde esperanza, pero que han quedado en un irreversible y oscuro abisal y frío.

Solo la necesidad, el tedio y la rabia de ver padecer a los suyos, os han dado las fuerzas suficientes para afrontar ese viaje, que os acerca a este lado brillante del universo, donde creéis que todo va  a ser diferente.

Pero no os hagáis falsas ilusiones, esas luces que rilan frente a vosotros no os pertenecen.

Desgraciadamente estáis y estaréis durante mucho tiempo a este lado del camino, donde se hacinan los escombros y solo habitan frustraciones y desperdicios.

Esas luces que envidiáis, les pertenecen a los que se siguen creyendo vuestros amos, como si la esclavitud siguiera vigente.

Son de esos que solo os utilizan como moneda de cambio y argumento para conseguir un miserable puñado de votos. Esos que solo se dignaran acercarse a esta orilla  de la soledad y la desilusión para conseguir que con vuestro esfuerzo engordéis sus bolsas de usureros, a cambio de unas migajas que tendréis que aceptar, obligados por vuestra necesidad y la de los que esperan el milagro.

Son de esos temerosos que son capaces de negaros un sitio donde dormir, por que olvidan que vuestra única enfermedad es el hambre.

Esos que os odian mientras dejan pasar los días sentados al sol caliente del subsidio, incapaces de reconocer su condición de vagos.

Son de esos con la cabeza y el alma rapada, con menos masa encefálica que ese bate que es su enseña, que os odian por que su única neurona les dice que vosotros vais a manchar la pureza de su raza !Como si su sola existencia no fuese ya suficiente mancha!.

¿Por que nadie os dijo antes de salir, que también en esta selva no siempre se caza lo que se quiere?
¿Por que aquellos que pueden, no os han acercado a vuestra orilla algo de lo que aquí sobra o es innecesario?.

¿Verdad que nadie os ha dicho que con el importe de la pólvora que se gasta en salvas, podía comer durante toda una vida una familia?

Imaginaros los que podían comer con la otra, con la que se utiliza para matar por una bandera, un dios, o una raya en el mapa.

Habéis visto y os han contado algo que alguna vez fue  cierto: estáis en la Europa de la abundancia, pero lo que no se han atrevido a deciros es que es también la Europa de la falta de caridad, la del egoísmo.

Desgraciadamente todavía os queda mucho para conseguir cruzar ese camino y disfrutar de los guiños de esas luces. 


13 comentarios:

  1. Hola Juan:
    Es lo que tiene cuando se mueren de 100 en 100. Si lo hiciesen de uno en uno no nos molestaríamos tanto.

    Y no estoy haciendo referencia a tu inapreciable artículo. Para nada. Lo digo por la hipócrita e insensible sociedad que nos ha tocado vivir.

    Gran reflexión.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  2. Lamentable Juan, lo siento.

    Un beso que te llegue.

    ResponderEliminar
  3. No ha cambiado nada y si cambia es para peor.

    ResponderEliminar
  4. La humanidad tiene problemas sin resolver y que se repiten una y otra vez, ellos: los avariciosos , los puros de raza , los que son bándalos del poder", los indiferentes, los ignorantes, los no-pensantes...nunca dejarán que esto se solucione.

    Triste que dentro de unos años te vuelva a servir el mismo relato¡¡¡

    Besos muchos y fuertes ♥♥♥

    ResponderEliminar
  5. Pasan los años y no es que las cosas sigan igual: van a peor: la pérdida de valores básicos va creciendo. Una gran parte de la Humanidad va en retroceso explotando la necesidad de los más desfavorecidos.
    Falta total de empatía. Ponerse en la piel del de enfrente. (del otro enfrente) Así lo escribió Román:
    http://lasombradelashoras.blogspot.com.es/search/label/EL%20ESTRECHO
    Tus escritos me conmueven siempre, JuanL.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  6. ¿Como que nada a cambiado?, te equivocas, ha cambiado a peor.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  7. Mañana nadie los recordará. Ni a una orilla ni a la otra. Mañana otros cientos probarán fortuna ante la mirada estática del mundo.

    Besos.

    ResponderEliminar
  8. Y mientras tanto, el mundo da vueltas a una estrella mediana, ajeno al drama humano. No sé si nos sobreviviremos como especie, lo ignoro, pero una especie que permite estas cosas no merece sobrevivirse. Tremendo.

    Un abrazo

    ResponderEliminar
  9. Doloroso, terrible, nos debería avergonzar como especie y sin embargo, a un episodio como este le sucede otro y otro y otro.... y no hacemos nada, y así durante siglos. ¿En qué estamos fallando?. Tal vez en la permisividad hacia aquellos que nos explotan, en la desidia que nos empapa, no sé, tal vez, como dice Valaf, no merezcamos sobrevivir como especie.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  10. Ay, amigo, lo mismo podríamos cantarnos y aplicarnos los del terreno que no trabajamos desde hace cuatro años. Las luces tampoco son para nosotros...

    Un abrazo y tu cafelito, amigo.

    ResponderEliminar
  11. Seguimos tropezando en la ignorancia, la soberbia, la inoperancia, la irresposabilidad, la insolaridad... que no le deslumbren las luces de enfrente porque es solo una alucinación.
    Tambien he leido la carta de añoranza a su madre, me ha emocionado enormemente porque tambien hace poco perdí a mi abuela con dos años menos pero no queda otra que vivir sin su ejemplo, como vd. dice.
    Saludos desde Tenerife, las luces de su blog me han guiado hasta aquí y si no le importa, me instalo.
    Besos de gofio.

    ResponderEliminar
  12. No ha cambiado nada en estos siete años, aún peor a medida que pasan los meses y los años retrocedemos y nos replegamos a la evolución y la mejora.
    Tus versos de entonces eran tan buenos como los actuales. Siempre aprendo de ti, amigo.

    un fuerte abrazo

    ResponderEliminar
  13. Mucho que nos hace falta, Juan, pero con mentes lúcidas como la tuya queda menos duro el camino.

    Saludos y buen fin de semana.

    ResponderEliminar