jueves, 31 de diciembre de 2020

A VER SI ACABA ESTO DE UNA VEZ


 

No era esta la entrada que pretendía, pero el año ha querido despedirse como solía y "malafollá" hasta el final, mi recién arreglado ordenador ha vuelto a "escacharrarse".

Me apañaré como pueda durante estos días, aunque no esperéis mucha actividad por mi parte.

Me temo que va a ser la última oportunidad que le doy al cacharro y no tiene nada de particular que si me sigue fallando, tenga que pedirle a los Reyes un regalo extra.

De cualquier manera, espero que ahuyentéis cuanto antes este malhadado año y recibáis con alegría y esperanza, el que está a punto de empezar.

Brindo por ello.

martes, 29 de diciembre de 2020

ELISA, JUBILADA.


 

A Elisa, bibliotecaria, le quedaban unos días para la jubilación y no era capaz de imaginarse como sería su vida, sin tener que volver cada mañana a sus libros y sus estanterías.

Recordaba ahora, cuando siendo joven, entró en la vieja biblioteca, abandonada y mínima y no pudo dejar de sentir una cierta admiración, al comprobar en lo que se había convertido, ahora que tenía que dejarla.

Muchas horas ordenando material, muchas luchas con los políticos de todo signo, pidiendo financiación, (ella tan poco dada a lo material), tratando de buscar nuevos espacios, para sus sueños iniciáticos, pero mantenidos en el tiempo, según permitía el presupuesto, de hacer posible en su ámbito, nuevas actividades, que supusieran el enriquecimiento cultural de sus paisanos.

Ahora le tocaba aprender a vivir en su pequeño piso, sola, con sus antiguos libros, leídos y releídos y con la libertad coartada, para empezar a leer el gran libro de esa naturaleza, que con la pandemia, no deja de repetir capítulos ya conocidos.

Sabía que lo que más trabajo le iba a costar, sería no poder acariciar, colocar, limpiar, escoger, leer, esos libros que tanto amaba.

 En estos pensamientos estaba, cuando un joven se acercó a su mesa, devolvió el libro que había estado leyendo y subrepticiamente, dejó un pequeño paquete con el nombre de Elisa.

 

Al abrirlo, se encontró con esta dedicatoria: “A Elisa, que tantas vidas nos has prestado, con el deseo de que con este pequeño regalo, pueda seguir viviendo la suya.”

 

Era un libro electrónico, en el que se habían descargado los últimos éxitos editoriales, que aún no habían llegado a la biblioteca.

 

 

 

 

 


domingo, 27 de diciembre de 2020

DE DOMINGO A DOMINGO... (XVll)


 

MOMENTOS FELICES

                                            (Gabriel Celaya)

 

Cuando llueve y reviso mis papeles, y acabo

tirando todo al fuego: poemas incompletos,

pagarés no pagados, cartas de amigos muertos,

fotografías, besos guardados en un libro,

renuncio al peso muerto de mi terco pasado,

soy fúlgido, engrandezco justo en cuanto me niego,

y así atizo las llamas, y salto la fogata,

y apenas si comprendo lo que al hacerlo siento,

¿no es la felicidad lo que me exalta?

 

Cuando salgo a la calle silbando alegremente

el pitillo en los labios, el alma disponible

y les hablo a los niños o me voy con las nubes,

mayo apunta y la brisa lo va todo ensanchando,

las muchachas estrenan sus escotes, sus brazos

desnudos y morenos, sus ojos asombrados,

y ríen ni ellas saben por qué sobreabundando,

salpican la alegría que así tiembla reciente,

¿no es la felicidad lo que se siente?

 

Cuando llega un amigo, la casa está vacía,

pero mi amada saca jamón, anchoas, queso,

aceitunas, percebes, dos botellas de blanco,

y yo asisto al milagro sé que todo es fiado,

y no quiero pensar si podremos pagarlo;

y cuando sin medida bebemos y charlamos,

y el amigo es dichoso, cree que somos dichosos,

y lo somos quizá burlando así la muerte,

¿no es la felicidad lo que trasciende?

 

Cuando me he despertado, permanezco tendido

con el balcón abierto. Y amanece: las aves

trinan su algarabía pagana lindamente:

y debo levantarme pero no me levanto;

y veo, boca arriba, reflejada en el techo

la ondulación del mar y el iris de su nácar,

y sigo allí tendido, y nada importa nada,

¿no aniquilo así el tiempo? ¿No me salvo del miedo?

¿No es la felicidad lo que amanece?

 

Cuando voy al mercado, miro los abridores

y, apretando los dientes, las redondas cerezas,

los higos rezumantes, las ciruelas caídas

del árbol de la vida, con pecado sin duda

pues que tanto me tientan. Y pregunto su precio,

regateo, consigo por fin una rebaja,

mas terminado el juego, pago el doble y es poco,

y abre la vendedora sus ojos asombrados,

¿no es la felicidad lo que allí brota?

 

Cuando puedo decir: el día ha terminado.

Y con el día digo su trajín, su comercio,

la busca del dinero, la lucha de los muertos.

Y cuando así cansado, manchado, llego a casa,

me siento en la penumbra y enchufo el tocadiscos,

y acuden Kachaturian, o Mozart, o Vivaldi,

y la música reina, vuelvo a sentirme limpio,

sencillamente limpio y pese a todo, indemne,

¿no es la felicidad lo que me envuelve?

 

Cuando tras dar mil vueltas a mis preocupaciones,

me acuerdo de un amigo, voy a verle, me dice:

«Estaba justamente pensando en ir a verte».

Y hablamos largamente, no de mis sinsabores,

pues él, aunque quisiera, no podría ayudarme,

sino de cómo van las cosas en Jordania,

de un libro de Neruda, de su sastre, del viento,

y al marcharme me siento consolado y tranquilo,

¿no es la felicidad lo que me vence?

 

Abrir nuestras ventanas; sentir el aire nuevo;

pasar por un camino que huele a madreselvas;

beber con un amigo; charlar o bien callarse;

sentir que el sentimiento de los otros es nuestro;

mirarme en unos ojos que nos miran sin mancha,

¿no es esto ser feliz pese a la muerte?

Vencido y traicionado, ver casi con cinismo

que no pueden quitarme nada más y que aún vivo,

¿no es la felicidad que no se vende?





ESTE ES MI SINCERO DESEO, !!! FELICIDAD PARA TODOS!!!


jueves, 24 de diciembre de 2020

EL PELIGRO DE UN BESO


 


Le estamos pidiendo a la piel que olvide lo aprendido.

Cuando ya se acostumbraba a saltarse las barreras

que retorcidos augures le habían diseñado,

volviendo a los tiempos de un paraíso confiscado,

un extraño dios inconformista ha ideado prohibiciones,

negando aquello que la sabia naturaleza ordenaba.

 

Tendremos que volver a los viejos tiempos

en los que se podía besar con la mirada,

abrazar con la sonrisa,

notar el enamoramiento con los pulsos,

la desazón con el compás de los latidos,

el acercamiento con los guiños

y el deseo con las respiración entrecortada.

 

A no ser,

que al sentir el intenso azul del amor que nace,

no pensemos en las consecuencias

y con el peligro de un beso

volvamos a ganar el paraíso.



lunes, 21 de diciembre de 2020

VOLVER CON LA TORRE MALDITA...ARREGLADA


 

VOLVER CON LA TORRE MALDITA ARREGLADA.

 

Han tardado 16 días en repararme el ordenador, que ya son días, sobre todo si el miedo no te deja salir de casa, ante la inconsciencia de algunos durante estas fechas prenavideñas, tan astutamente engalanada de luces para aquellos que anteponen el negocio a las vidas.

El técnico me ha dado algunas explicaciones de la tardanza que yo he aceptado sin más, que uno no está ducho en estos menesteres.

Pero tengo mi propia teoría, ya que "unas veces por fandangos y otras por peteneras", siempre lo pagamos los mismos.

Me explico: cada vez más son los/las tele trabajadores/as que, por motivo de esta pandemia, tienen que ganarse el jornal teniendo a punto su herramienta de trabajo.

Por este motivo, me barrunto yo, que los técnicos andarán más ocupados, ya que siempre es bueno que la maquinaria de la economía no pare.

¡Estaría bueno que utilizará palabras altisonantes o emoticones de bombas a punto de estallar, en detrimento del P.I.B patrio!

¿Cómo va un vetusto humano, a punto de cumplir 85 años, a oponerse a la llegada de los nuevos tiempos?

¿Tan necesario le es a un jubilado el ordenador? ¿Para leer el Marca? ¿Para ver películas antiguas de Paco Martínez Soria? ¿Escuchar viejos videos de Antonio Machín?¿Para recibir noticias de los viajes del INSERSO?

Todo eso puede esperar todo el tiempo que sea necesario, ante la urgencia de lo verdaderamente importante.

Aunque nací en la Republica, crecí en la guerra civil y la posguerra, trabajé en la transición y envejecí sorteando crisis, creía merecer unos años tranquilos.

Pero si hay que sacrificarse otra vez, ¡no hay problemas!, nos sacrificamos, que ya tenemos experiencia.

Bueno ha tardado, pero ya lo tengo en mi despacho, dispuesto a llenar esta vida amordazada, mientras pergeño poemas, mantengo luminosas conversaciones con ese nuevo grupo de amigos a los que admiro; para jugar con colores, sombras y transparencias, tratando de suplir con la técnica las habilidades pictóricas que me han sido negadas.

Me niego a jugar al dominó en cualquier Hogar del Jubilado.

Con vosotros tengo bastante, que como dice otro refrán, "aficiones y caminos, hacen buenos amigos".

!Gracias por esperarme!


domingo, 20 de diciembre de 2020

DE DOMINGO A DOMINGO... (XVl)


Permitir que este domingo os diga, con palabras mejores que las mías, lo que os he echado de menos, AMIGOS.

 

 

RESPUESTA  ALEGRÍA

                                                           (José Hierro)

 

Quisiera que tú me entendieras a mí sin palabras.

Sin palabras hablarte, lo mismo que se habla mi gente.

Que tú me entendieras a mí sin palabras

como entiendo yo al mar o a la brisa enredada en un álamo verde.

 

Me preguntas, amigo, y no sé qué respuesta he de darte,

Hace ya mucho tiempo aprendí hondas razones que tú no comprendes.

Revelarlas quisiera, poniendo en mis ojos el sol invisible,

la pasión con que dora la tierra sus frutos calientes.

 

Me preguntas, amigo, y no sé qué respuesta he de darte.

Siento arder una loca alegría en la luz que me envuelve.

Yo quisiera que tú la sintieras también inundándote el alma,

yo quisiera que a ti, en lo más hondo, también te quemase y te hiriese.

Criatura también de alegría quisiera que fueras,

criatura que llega por fin a vencer la tristeza y la muerte.

 

Si ahora yo te dijera que había que andar por ciudades perdidas

y llorar en sus calles oscuras sintiéndose débil,

y cantar bajo un árbol de estío tus sueños oscuros,

y sentirte hecho de aire y de nube y de hierba muy verde...

 

Si ahora yo te dijera

que es tu vida esa roca en que rompe la ola,

la flor misma que vibra y se llena de azul bajo el claro nordeste,

aquel hombre que va por el campo nocturno llevando una antorcha,

aquel niño que azota la mar con su mano inocente...

 

Si yo te dijera estas cosas, amigo,

¿qué fuego pondría en mi boca, qué hierro candente,

qué olores, colores, sabores, contactos, sonidos?

Y ¿cómo saber si me entiendes?

¿Cómo entrar en tu alma rompiendo sus hielos?

¿Cómo hacerte sentir para siempre vencida la muerte?

¿Cómo ahondar en tu invierno, llevar a tu noche la luna,

poner en tu oscura tristeza la lumbre celeste?

 

Sin palabras, amigo; tenía que ser sin palabras como tú me entendieses.



jueves, 17 de diciembre de 2020

FE DE VIDA

La cornada debe haber sido grave. Andara por la femoraly tejidos subcutaneos y no se cuantas transfusiones seran necesarias. Esa es lo que supongo ya que el operador no es muy dicharachero que digamos, aunque yo tengo otra teoria que os dare a conocer en mi primera entrada "normal". Ser condescendientes con mi gramatica, que no se como puñetas se ponen los acentos con este aparato con el que mal escribo. Espero que a la proxima ira la vencida. No podeis imaginaros como os echo de menos. Besos y abrazos a repartir.

martes, 1 de diciembre de 2020

A MIS AMIGOS LECTORES

Si no publico con la frecuencia debida y si no comento vuestros escritos, que no cunda el desasosiego.A pesar de encontarme en la edad del riesgo, al que le hacen un PCR es al ordenador. Espero que no sea sintomatico y pronto pueda disfrutar del plcer de escribir y sobre todo el de comentaros, con la facilidad que me da la costumbre y no conlas dificultades que encuentro al redactar este simple aviso. Cuidaros y has pronto. Besos y abrazos para todos aquellos que los quieran recoger.