LA CONFESIÓN
A mi amigo Diego, de El pino
de la sima
que seguro lo entenderá.
Según se comentaba, Julio, “el Mascarita”,
“mocete” llamado así por ir siempre “aluciao” y echo un pimpollo, había
entablado relaciones con Vicenta, “moza
vieja” de una adinerada familia del pueblo.
“El Mascarita” era conocido por ser un “troncha mozas” que no solía reparar en
apuntar a todo lo que se pusiera a tiro y en “arrimar barro” y si alguna se “encantaba”
no dudaba en “ponerla mirando a Cuenca” para mejor “machacar
esparto” o "lo que fuese mester”
A pesar de los consejos de la familia
de Vicenta, apercibiéndola de que el pretendiente era un “deshaogao”, “ansias” y poco dado a “amagar el lomo”, nada pudieron conseguir, por “mucha yesca” que metieran.
Barruntando que nada conseguirían con
el amante “pindonguero”, terminaron
por aceptar y para “dar regomello” al
pretendiente, acordaron el casorio, con la obligación de que debería confesarse
todos sus pecados.
La confesión fue unos días antes de la
boda.
El cura, algo “bribón” y “picaflores”
al que le gustaba el “bureo”, comenzó
la confesión preguntando:
.- Cuéntame tus pecados, que por lo que
se dice, en el pueblo, debes tenerlos a “cascoporrillo”.
.-Un poco “licenciao” me pareces, pero “vas
dao”. Yo no canto ni “hartomigas”,
que no soy un “bocafraguas”.
Como veo que eres un “ansias” y lo quieres “topatí” habla tu primero, por si me das
alguna pista.
“Otavía”
no
sé si le perdonarían los pecados, pero el “Mascarita”, se puso “zamuzo” y no dijo ni “mu”.
Lo mismo andan los dos de “pindongueo” y “otavía”
los están esperando para la boda.
Pues fácilmente las cosas son como las describes... Ya que "sotanas" las hay no solo en las mesas de los ricos, de antaño, ahora ya no se lleva, sino "pingoneo", de "quita y pon", según las circunstancias.
ResponderEliminarTexto entretenido.
Abrazos Juan.
Anda que no es rico el castellano.
ResponderEliminarUn abrazo.
Qué expresiones tan curiosas, algunas no las había escuchado en mi vida. Ese pollo pera se confesará o no, pero depende a quién ¿no?
ResponderEliminarMuy chulo. Un abrazo y a por un jueves bonito, con anécdotas divertidas.
Pues yo creo que ha quedado todo muy bien explicado ;)
ResponderEliminarLíbreme Dios de las sotanas, que de el demonio no hay que temer.
Un abrazo.
No dijo ni "mú" e hizo muy bien Jajajaja No fuese a darle más ideas... o contagiarse él de otras en el confesionario que son sitios poco seguros ;)
ResponderEliminarEl otro día al leer vuestro intercambio en "El pino de la sima", os imaginaba a los dos juntos, Diego y tú y me reía anticipadamente. Me falta vocabulario pero esta entrada tuya no me ha defraudado ni un poco, ni por el fondo ni por la forma. ;)
Abrazos y carcajadas a cascaporro
"Pindonguero", esa la desconocía.
ResponderEliminarDíjole el cuervo a la picaraza: "Calla, negraza".
ResponderEliminarDios los cría y ellos se juntan.
Un abrazo.
Motes, expresiones,dichos y palabras cargadas de significación, gracia y picaresca popular. Muy bueno, Juan.
ResponderEliminarLa riqueza de nuestro idioma no tiene parangón, ni fronteras.
Mi felicitación y mi abrazo.
Voy a tirar de diccionario porque hay palabras que ni pajolera idea, aunque por el contexto se sobreentiende.
ResponderEliminarme he gustado mucho el ver escrito la palabra "hartomigas" y "otavía", jajajajaj
Un texto muy divertido, al menos me he reído mucho con él, ¡qué bueno!
Te felicito por esa vena literaria tan humorística y te envío un beso.
Jajajaja 😂😂😂 muy bueno. Aunque algunas palabras las deduje por el contexto ya que ni la remota posibilidad de conocerlas.
ResponderEliminarBesos en la tarde.
Se sobreentienden las palabras, pero algunas, no las había leído nunca!!! que curiosas y qué riqueza de palabras tenemos.
ResponderEliminarYa nos contarás que pasó con el cura...
Un beso!
Me has recordado a mis conversaciones con mi abuela... me he reído un rato y te felicito por este micro... ay, tiene su paradoja, Juan, y muy buena.
ResponderEliminarMil besitos y feliz día.
Mi padre defendía la riqueza de nuestro vocabulario y lo usaba, decía que sinónimos había pocos, que cada cosa tenia su palabra. me ha encantado leerte me has recordado a mi padre. Un abrazo
ResponderEliminar"Otoavía" lo entiendo... como si estuviera en mi pueblo. Recuerdo la primera vez que le dije a alguien que era una licenciá. Me he reído a cascoporrillo.
ResponderEliminarMuy buen relato.
Abrazos
De El Mascarita "otavía" se esperaba, pero ¿el cura también? Se impuso lo bribón y picaflores... (aquí en Chile se usa todavía lo de picaflor).
ResponderEliminarMe impactó la expresión "troncha mozas", aunque no podemos negar que es bien expresiva... Esa expresión no la echaría de menos, pero otras que utilizas sí. Son curiosas.
Entretenido relato, Juan. Entendí casi todo. Alguna cosa se me escapó, pero nada que no me permita entender la historia.
Besos
Un texto muy bonito con expresiones que no conocía. Saludos amigo.
ResponderEliminarLo entendí perfectamente, querido amigo Juan. El habla manchega y la murciana tienen mucha palabras y expresiones iguales o muy parecidas. Gracias, gracias por dedicarme esta entrada, me has emocionado. Qué pena que estas expresiones se vayan perdiendo por falta de uso...
ResponderEliminarY pacencia, entavía farta una miaja pa golver a las ajuntaeras con toiticos los amigos, a los rulos por las trochas de los cabezos, por guinchas y cornejales, a tomar un belmonte en el bar de la picoesquina.
Abrazo fuerte, Juan.
Entre pillos anda el juego :-)
ResponderEliminarUn abrazo.
El castellano es rico y tú lo sabes usar muy bien. Muchos vocablos los conocía, otros no y son muy graciosos.
ResponderEliminarUnabrazo con salud.
Qué bueno está este texto jajaja.
ResponderEliminarUn beso.
Mis tres neuronas, supervivientes del castigo de la vida, han intentado entender y yo diría que incluso tirando de intuición, no creo que llegaran a un 40% Eso si, me he guardado el texto para seguir machacándome el pensante.
ResponderEliminarEmpleamos una mínima parte del vocabulario que tenemos, es un lujo nuestro diccionario y muestra de ello es tu magnífico relato.
ResponderEliminarSAludos
Me siento como en casa leyendote, palabras de mi padre y de mi abuelo. Palabras de mi infancia...Besos.
ResponderEliminarsSonrio me gusta lo que leo
ResponderEliminara veces no entiendo
copio palabras nuevas
me voy y vuelvo
Qué grandeza de lenguaje amiguco!!LA historia se entiende toda,aunque algunas palabras no las conociera.
ResponderEliminarVaya con el picaflores,pobre mujer casadera!!
Muy bien elaborado y contado.
La imagen es genial!!Te felicito!
Besucos
Gó
Jajajja!! Me ha encantado el relato.¡Que cantidad de expresiones y frases castizas donde las haya! Muy bueno, si señor. Y la imagen de la entrada ¡chapeau!
ResponderEliminarBss, maestro.
Que gallo mas hermoso, he de felicitarte por traernoslo en una entrada tan importante, pués bien que lo merece de el aunque no sabe de letras ni argots, canta de maravilla y su sola presencia como rey del coral. yo no he entendido nada de lo que has explicado en esta jerga. Saludos amigo!!!
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