viernes, 17 de mayo de 2024

ELUCUBRAR

No sé si habré sido el hombre que todos esperaban.

Aunque diré en mi descargo, que colocando en la balanza realidades y utopías, el fiel permanecería en el centro exacto de mi existencia

Mis suelas manchadas de terrones de surco y arena de playa, van dejando la huella de mis patrias.

Siempre busqué la belleza que tienen las palabras, aunque hubo un tiempo ingrato, en el que tuve que sucumbir a la fuerza de los números.

(Hay veces que, irremediablemente, la patria también tiene forma de puchero).

Fue un tiempo, demasiado tiempo, en el que se apagaron las luces que manda el arco iris.

Afortunadamente,  no desistí de esa mirada ansiosa de sueños y de auroras, tratando de borrar sombras de cipreses.

Cumplidos los cuarenta y cuando ya creía que lo sabía casi todo, tuve que examinarme de desconocidas asignaturas, poniéndole a la noche costuras de tristezas y latidos de esperanzas.

Después, la costumbre de vivir, me amoldó a la penosa  sin razón de la corbata y a tenerme que tragar mis propios sentimientos.

Me desdibujé de la poesía y fueron muchas las madrugadas que me nacieron con espinas y con olor a viejos ceniceros.

¡Pero la vida me exigía que llenara los tiempos de silencios, con algo más que “ratios”, coeficientes y balances!

Y tuve que esperar, hasta la llegada jubilosa, de ese tiempo propina, en el que el descanso es una cláusula.

Me abroché a la esperanza y desempolvé los viejos libros que me hablaban de pasadas vivencias, luces desveladas y violines redivivos.

Y de pronto, ese vacío de silencios, se fue llenando de palabras nuevas que saben responder a viejas preguntas, de distintos abrazos que ayudan a encontrarte, de músicas desconocidas, que llenan los espacios ahítos de  soledades.

Y aquello que se hizo invierno, floreció con luces prestadas de nuevas primaveras.

Y las palabras dejaron su tristeza de ceniza y volvieron a prender en la lumbre caliente y olvidada de la poesía.

Con la bendita ayuda del mar, se hizo posible esta nueva singladura, que pronto me llevó a los bellos horizontes de la belleza recobrada.

…y la ilusión se hizo claridad y epifanía, la danza ritual de las olas, con sus idas y venidas, invita a todos los sueños que no se hicieron realidades y las palabras vuelven a nacer con querencias de azules y brisas de recuerdos.

Y en eso sigo…

No sé si habré sido el hombre que todos esperaban. Aunque tengo un temor y quisiera contarlo, al tiempo que solicito vuestra ayuda.

Yo, que nací con una guerra y la sufrí, no quisiera dejar como herencia a los míos, despedirme con otra que podría ser definitiva.

Juntar vuestras palabras, esas que a mí se me terminan, y con gritos, canciones o poemas, decir en mi nombre a quien corresponda, que a pesar de mis defectos, he intentado ser bueno y no me lo merezco.

 


lunes, 13 de mayo de 2024

SOBRE LA TERCERA EDAD


 .-En la farmacia, desde el farmacéutico hasta el más pequeño de los mancebos, te saluda con tu nombre.

 

.-Me ha costado entender, que esos que van hablando solo por las calles, son personas normales, con “pinganillos”. No como antes, que nos apiadábamos de su locura.

 

.-Aunque uno es descendiente directo del Almanaque Zaragozano y las “Cabañuelas”, ahora no hago caso de las predicciones de los Hombres y las Mujeres del Tiempo.

Mis huesos ya me han avisado con antelación de los cambios climáticos, aunque sean tan desaforados, constantes y desafortunados con lo establecido, como ocurre en la actualidad.

 

.-Aquel amigo me dijo algo importante, con la tradicional coletilla de “que debía guardar el más absoluto secreto”.

Lo que el amigo no sabía, es que ya no me acordaba de su nombre y seguro que al día siguiente habría olvidado el secreto.

 

.-Te puedes inventar una enfermedad, a tu edad se la creen, seguro.

 

.-¡¡¡Qué tiempos aquellos en que cenabas pasadas las 11 de la noche y sin preocuparte de la digestión, dormías como un lirón!!!

 

.- ¿Debería preocuparme? Últimamente, me ocurre con cierta frecuencia que al entrar en una habitación de casa, me pregunto, a que “puñetas” he ido allí.

 

.-Antes me reía, cuando decían que valía más un lápiz viejo que una buena memoria. Ahora tengo una pizarra donde anoto todo lo que tengo que hacer. No me acuerdo ni del número de teléfono de casa. (Me autoengaño, pensando que con los móviles, lo usamos poco).

 

.- ¿Habéis llegado a esa edad en la cual un simple huevo frito con patatas en la cena, es como un triunfo en vuestro menú diario?

 

.-Seguro que mi mujer me tiene manía. Son múltiples las ocasiones en las que después de comer, sentados en el sofá, me dice que me he dormido durante la serie. Juro y perjuro que no es verdad, pero al día siguiente, cuando veo el resumen del día anterior, compruebo que lleva toda la razón. (Lo que no es óbice, para seguir negándolo).

 

Estas diez verdades se encierran en dos: haz lo que te plazca y te dejen, (que te lo has ganado), y trata de molestar lo menos posible a tu prójimo.

 

 


miércoles, 8 de mayo de 2024

UN SONETO ES...


 

                       

                        Un soneto es la esencia de latidos,

 de una gracia que nace estremecida,

 un borbotón de sangre conmovida

 que le impone su ritmo a los sentidos.

 

 Despertar sentimientos que dormidos,

 nos roban la belleza de la vida.

 El ritmo, la palabra y la medida

 que nos hace sentirnos renacidos.

 

 Encontrar la belleza cristalina

 que se esconde entre sílabas contadas.

 Reunir una cosecha, grano a grano.

 

 Saber volar como una golondrina

 que libera sus alas sujetadas.

 ¡Hasta tocar los cielos con la mano!

 

lunes, 29 de abril de 2024

NOCHE


 

Cuando el mar pastorea

su rebaño de espumas

y una brisa de silencio,

mece las arenas de la playa.

 

Cuando la luna se refleja

en el espejo del agua,

llenando de colores

los mundos abisales.

 

Cuando solo las estrellas,

no cierran en la noche

y un barco fantasma

naufraga en la distancia.

 

Cuando suspiros y caricias

se amodorran en la almohada,

abriendo la espita de los sueños,

yo, descalzo por la arena,

arrastro la tristeza

de aquello que no he sido.

 

 De mi poemario“Por un hombre en Paz”.

 

martes, 23 de abril de 2024

REGALO


 

Para las que me hacéis feliz, cada día, con vuestras letras, para las que tenéis la paciencia de seguirme y comentarme, os ofrezco este humilde ramo de flores, que por no tener, no tiene ni aroma ni tersura.

Gracias por regalarme cada día, el incunable regalo de vuestra amistad.


domingo, 21 de abril de 2024

NUEVA PRIMAVERA

 

Sin ningún Medici que me patrocine y ningún Savanarola conocido, que me mande a la hoguera de las vanidades, me he convertido en un Botticelli de pacotilla y con la inestimable ayuda de la A.I. y Photoshop, he osado retocar el cuadro de "La Primavera", sustituyendo a Venus por una pizpireta chica de hoy y otras arriesgadas elucubraciones.

Perdón por mi sacrílega postura.

Mirad hacia arriba y entender mi arriesgada inconsciencia.

Seguro que me lo perdonarán esas muchachas cansadas de tanta algarabía, tanto sudor y tanto dolor en los pies.

Me agradecerán ese caldito con hierbabuena, esa siestecita a la fresca, mientras los vestidos se orean en los “burros”, esperando al próximo año.

Seguro, que a pesar de su cansancio, ya sueñan con unas nuevas “sevillanas”, un refrescante “rebujito” y esa gracia que les nace, cuando pintan de colores las sonrisas.

Una feria de Sevilla que, desgraciadamente, de seguir así puede morir de éxito.

 

miércoles, 17 de abril de 2024

¡BASTA DE PRISAS!


¡Basta de prisas!

Ahora que me faltan energías, cuando se vislumbra la estación término, de este viaje llamado vida, quiero recordar que aún existo.

Que siguen acompasados los latidos, aunque haga acopio de cenizas.

Por eso es bueno recordar, aquellas veces que siendo niño, la primavera era eterna y los latidos rimaban con la amistad, en las largas tardes umbrosas de los patios.

Cuando la inocencia era nuestra mejor armadura, ante un mundo regido por consignas y mandamientos.

Cuando solo los juegos eran noticia interesante. Cuando casi todo, “era la primera vez”.

Por eso, ¡basta de prisas!

Ahora es mejor sentarse al socaire de esta primavera primeriza, y recordar aromas invocados, mariposas multicolores, azules escondidos entre los verdes de la parra, el frescor del atardecer, con el empedrado oliendo a tierra fresca.

Cuando he pasado de mirlo a milano, dejad que busque los aires necesarios, elija las ramas adecuadas y codifique las distancias de mis vuelos.

Ya me sé casi todos los destinos y ando ligero de equipaje.

 Y sobre todo, ya no tengo prisas por llegar a donde sea.

Ahora solo tengo urgencias de colores, de verdades, de agradecidos abrazos, de sonrisas redentoras.

Le perdí el miedo a los mandamientos y ya no me conmueven las consignas, por repetidas que sean.

Por eso, ahora que anochece, y la penumbra repinta los adentros, repaso lo vivido.

Quiero andar el camino que lleva hasta la noche y sus presagios  y debería preguntar a quién examine, cuál es la nota de mi existencia.

Me fastidia pensar, que después de tanta palabra, alguien me dijera, que nadie va a acordarse de mi firma.

 

 

  

viernes, 12 de abril de 2024

FERIA DE ABRIL EN SEVILLA


 

FERIA DE ABRIL

 

 

Una luz de primavera

serpentea entre los árboles

y farolillos alegres

se van pintando en la tarde.

 

Entre el albero y la sombra,

el corazón se hace arte

y claveles reventones

se olvidan de soledades.

 

Unas sevillanas suenan,

hechas de gracia y de sangre,

que palpitan en las notas

que de las entrañas nacen.

 

Con torbellinos de gracia,

entre vinos y cantares

y eso que enseña Sevilla:

a olvidarse los pesares.

 

A aquel que la pueda ver,

le pido que me prepare,

una caseta de luces,

donde poder asomarme.

 

Que no bailo sevillanas,

ni estoy ducho en el cante,

me conformo con la gracia

de los que viven y saben.

 

SEVILLA


Cuando digo emoción, digo Sevilla,

si nombro la gracia, digo Triana,

que el puente se convierte en filigrana

y todo en una eterna maravilla.

 

Abril, se hace rosal y primavera

y los patios, perfume y colorido,

que por siempre he dado por sabido,

que la luz siempre fue su compañera.

 

Guadalquivir de brisa y esmeralda

que añora la aridez de mi molino,

quiero llenar la copa con mi vino

y brindar con amor, por la Giralda.

 

lunes, 8 de abril de 2024

HECHA DE MAR


 

Venía, hecha de mar y sus aromas,

con algas en sus pies y en carne viva,

con la gracia ondulante de la espiga

movida por un vuelo de palomas.

 

El cielo tiene envidia, cuando asomas

como nota que suena fugitiva,

en esta playa de otoño, ahora esquiva,

sin la luz y la gracia, con que tomas

 

ese sol necesario en tu existencia.

Esa brisa, fundida con el viento,

se aureola de luz con tu presencia.

 

Recobra su importancia, lo vivido,

renace a flor de piel el sentimiento,

con un temblor de amor, estremecido.


lunes, 1 de abril de 2024

A MAR Y SURCO


 

Cuando el mar es tu vecino,

hay que estar atento a los naufragios,

hay que saber conjugar los vaticinios de los vientos

y descifrar el monocorde lenguaje de las gaviotas.

 

Yo, que vengo de la parda y reseca historia,

de una tierra parca de azules,

vibrante de cigarras insoladas,

una tierra que deshace sus terrones

a golpe de sudor y soledades,

tuve que acostumbrarme

a leer en el mar de cada día

una nueva lección de vida y de latidos.

 

Tuve que encontrar palabras

para renombrar

el ambulante relato de las olas.

Y acostumbrar mis ojos

a ese despertar de sueños

ahíto de nuevas claridades.

 

Este mar me enseñó,

(en su encerado de azules),

que lo de los panes y los peces,

solo se consigue, si uno se olvida

de que son posibles los milagros.

 

Me enseñó,

que no existen cerraduras,

para esa quietud lejana

que cada atardecer sedimenta,

en quien sabe delinear los horizontes.    

 

Entre el molino y el faro,

me quedo con la luz que nos arropa y nos dirige.

Y con las piruetas del aire,

que hacen posible esa alegre rebeldía blanca

de aspas que molturan ilusiones.

 

Añoro sirenas en los “majuelos”

y pámpanos y racimos,

en las crestas de las olas.

 

Dejadme que en esta noche de verano,

cuando los torsos y los sentimientos se desnudan,

le doy las gracias a los exilios,

que hacen posible que las risas,

como enredaderas verdes,

den fe de vida,

aferrándose a los muros de los viejos caserones.