Al final consiguió un puesto de
trabajo, que aunque no estaba bien pagado, al menos le servía para que ella
pudiera ayudar al mantenimiento de la precaria economía familiar.
Había conseguido entrar en una tienda
de perfumería, de una conocida franquicia, que se había instalado en su pueblo.
El trabajo agradable y no muy penoso, le daba tiempo
para poder soñar con mundos desconocidos y sugerentes.
Sobre todo si miraba la enorme
fotografía de una bella actriz de cine, que dentro del establecimiento,
anunciaba una internacional marca de perfumes.
Soñó con largos viajes, compras en
grandes modistos, joyas de afamadas joyerías, amantes famosos y todo lo que se
supone en una vida de película.
Cuando la encargada de la tienda le
dijo que había que retirar el afiche propagandístico, pensó en llevárselo a su
casa, pero pronto desechó la idea, no encajaba en ninguno de los sitios que
pensaba del pequeño piso de sus padres.
Cuando dejó el anuncio al lado de un
contenedor de basura, apartando la tristeza de algo de sus adentros que moría,
supo que hay sueños que raramente se repiten.
Supo que soñar no era suficiente, que
había que preparase, que había que trabajar por conseguirlos, que de no ser
así, los sueños se vuelven pesadillas.
Al volver a la tienda, notó la mirada
de aquel camarero del bar de enfrente, que siempre la perseguía con los ojos.
No se parecía a Richard Gere, pero fue
la primera vez que le sostuvo la mirada y de regalo, le dejó una sonrisa.
Magnífico!!!!!
ResponderEliminarEl otro día le escribí un comentario, a no recuerdo quién, sobre la imagen de un contenedor en los que había esparcidas alrededor fotos de eventos familiares.
Nada que ver con lo que tú has escrito, pero.... ¡Qué coincidencia!
Besos de media mañana.
Bien está en el contenedor la foto de Julia Roberts si eso ha servido para que la chica se baje de la nube, ponga los pies en el suelo y empiece a vivir como una persona normal.
ResponderEliminarUn abrazo.
Que fácil es soñar y que bonito, una imagen le avivo los sueños y desprenderse de ella le devolvió una realidad ¿soñada?. Una magnifica historia. Abrazos
ResponderEliminarEs un cartel tan bonito y fresco que yo no sé si habría podido tirarlo a la basura ¿eh?. Y que soñar es fácil y barato, oye.
ResponderEliminarUn abrazo y feliz tarde, amigo
Un baño de realidad, con una aceptación del mundo próximo.
ResponderEliminarUn abrazo.
No solo de sueños vive el hombre, la realidad es solo una, la cotidiana, la que tiene delante. El contenedor hizo que bajara de la nube y que sonriese a quien llevaba tiempo fijándose en ella. Quizá su futuro estaba en el bar de enfrente.
ResponderEliminarUna historia que puede ser real.
Maduró de repente. La realización de los sueños puede encontrarse en el bar de la esquina.
ResponderEliminarUn abrazo, Juan.
"Aterriza como puedas", que dice la película :-)
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola José ... Anda que si le llegan a decir a la pobre Julia y iba acabar en el contenedor del cartón
ResponderEliminarse lo hubiese pensado mejor , que cosas tiene la vida , unas veces haces anuncios medias de alta costura de la
marca "Calcedonia" y en otras anuncias un perfume como es "La vie Belle"para terminar en el cartón.
Menos mal , que nuestra protagonista es más lista , muy bueno tu relato , me a gustado mucho.
Te deseo una feliz tarde , besos de flor.
Un relato extraordinario, Juan. Está bien soñar un poco, pero con los pies en el suelo, como decía mi madre...
ResponderEliminarUn besote.
Unas veces somos el sueño de alguien... otras seguimos soñando más de la cuenta y no lo vemos. Te felicito por tu relato, JUan.
ResponderEliminarMil besitos para ti.
Difícilmente se pueden cumplir los sueños de esa chica si sus ojos se fijan en su chico del bar de enfrente, aunque lo importante es que, con sueños o sin sueños, ella sea feliz.
ResponderEliminarUn abrazo.
Primero,qué foto más buenas sacas,Juan!!
ResponderEliminarMe ha gustado la historia de esa chica soñadora,pero con los pies en la Tierra.Ella consiguió un trabajo,y esa fotografía le fascinó.Tal vez al recordar la historia de la película(qué guay!)
Y supo que ese sueño no era para ella,pero...el milagro era de otra "pasta"y puede que ese camarero que la observaba y ella miraba se cumpliera aún mucho más felizmente de lo que ella imaginaba
Me ha conmovido el relato.Tienes grandes facetas en tu ser y eso es sabiduría
Besucos artista!!
Gó
Es hermoso soñar pero hay que vivir la realidad. Saludos amigo.
ResponderEliminarEstá bien soñar y desear esos sueños, sin dejar que ellos nos cieguen apreciar lo que la vida nos ofrece.
ResponderEliminarMuy buen relato, Juan.
Un beso.
Excelente relato Juan. Natural y con ese final feliz de los "sueños" tocando realidad...
ResponderEliminarFuerte abrazo.
Bueno, verás... mi mente enfermiza y tontorrona de vez en cuando sueña con imposibles o muy poco posibles, pero mira; tiene su gracia y además es gratis.
ResponderEliminarLástima de cartel de Julia Roberts. Esa sonrisa no es para estar entre contenedores y vehículos aparcados.
Lo malo de los sueños es que siempre te despiertas en la misma cama... 😔
ResponderEliminarSoñar despierto es bonito, pero a veces la realidad te golpea y eso sí que es duro.
ResponderEliminarBesitos
Juan, nos cuentas una historia con mucho realismo. Cuando somos jóvenes todos soñamos con grandes cosas. Poco a poco nos damos cuenta de que, ello requiere mucha preparación, trabajo y dedicación...Ay esas fotos de líderes y héroes que todos hemos tenido...
ResponderEliminarMi felicitación y mi abrazo.
Soñar no es malo siempre que seamos consciente de que los sueños, sueños son.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho tu relato.
Un abrazo
Buen relato Juan, podemos soñar pero sin elevarnos del suelo.
ResponderEliminarAbrazos.
No hay que dejar de soñar nunca, pero que los sueños puedan estar a nuestro alcance.
ResponderEliminar¡¡Cuántas veces habré visto Pretty woman!!
Mil besos
Que lindo Juan!! Recorde mis sueños cuando era joven y trabajaba y miraba a las modelos de los 90 y queria vestirme como ellas y lo consegui fueron lindos recuerdos!!
ResponderEliminarMe gusto el final el mensaje que hay que preparase y trabajar duro para lograr los sueños.
Un beso Juan!