Lo siento, pero debo reconocer que soy reincidente. He
vuelto a caer en la tentación, que en mi caso no vive arriba, la tengo aquí al
lado, al alcance de mi mano y de mi piel.
Cuando el cielo se viste con las ropas propias de la estación, cuando el
sol, con guiños de colores, nos enseña el lugar donde los milagros son
posibles, cuando uno es capaz de olvidar las predicciones y cada mañana el mapa
del tiempo es azul y con regalo de espumas, hay que estar muy preparado para no
asumir las consecuencias del pecado de cada año.
Debo reconocerlo: soy reincidente y me confieso solo a
vosotros, amigos.
Como cada año, os dejo por esa mar celestina y seductora,
que me tiene atrapado “hasta las cachas”.
Espero tener las fuerzas para dejarla, cuando las
isobaras lo ordenen.
Hasta tanto os dejo este poema que escribí hace algún
tiempo.
CURA DE MAR
Me
siento frente al mar y respiro cielo.
Noto
que la brisa me tiembla por las venas
y
un sol de claridades se deshace en luces,
que
iluminan tristezas
y
hoscos panoramas.
Mojo
mis pies
y
junto con la espuma
nerviosos
peces de plata recorren mis entrañas
y
noto como el tiempo
se
hace caracola,
cantándome
al oído la canción alegre
de
una vida nueva.
Llegué
a ti, ¡oh mar de los milagros!
como
el resto de un trágico naufragio.
Pero
ahora
tras
un tratamiento de salitre y brisa,
una
calma maternal y caliente
me
enseña la ruta de nuevas singladuras.
Te pido ¡amigo mar!,
tú que sabes tanto de muertes y fracasos,
no permitas
que cuando viejo,
me amarren al socaire de tu nervio
y vaya enmoheciendo de tristeza
!!Llámame!!
¡Mándame recados con cantos y gaviotas!
¡Que una fresca mano
de azul, brisa y espuma
me empuje hasta tu orilla!
Muchísimas felicidades.
ResponderEliminarDisfruta y sé feliz hoy y siempre.
Abrazo especial de "santo"
¡¡Que suerte!!, mi mar a solo 60 Km y me tengo que quedar con las ganas.
ResponderEliminarUn abrazo y disfruta.
Precioso poema y lo entiendo, los que somos Mediterráneos no podemos pasar sin el.
ResponderEliminarMis felicitaciones en este día de San Juan tocayo, que tengas un gran día disfrútalo.
Un abrazo.
Reincide, reincide querido Juan L. Me gusta el olor a sal que deja tu entrada. Y por cierto, muchas pero que muchas felicidades.
ResponderEliminarHagamos de la vida que nos quede, un cuadro colorido, lleno de intensidades y bellezas.
Con tu poema y lo que encierra, quedo a la espera de ti cuando gustes!
ResponderEliminarGran abrazo Juan.
Pues ná, a disfrutarlo. El momento de volver todavía está lejos así que... como dijo el otro: Partido a partido. :-)
ResponderEliminarUn abrazo.
Parece que el mar escuchó tu poema porque no te suelta, te espera y te contiene, a disfrutarlo Juan! un abrazo!
ResponderEliminarAhora mismo me voy a saludarlo, le hablaré de tus versos y sonreíremos juntos, que es muy socarrón.
ResponderEliminarUn abrazo.
Muchas felicidades, Juan, pásalo estupendamente con los tuyos en tu santo y disfruta de ese Mediterráneo tan azul como hermoso. No sabes la envidia que me das.
ResponderEliminarCon la imaginación, me voy a la orilla y lo saludo, admirando su inmensidad y belleza y lps encajes de espuma
blanca que deja en la orilla...
Enga, un abrazón doble por tu santo.
Bien por él mediterráneo! Menudo clima! Me encanta ese vídeo promocional de “No me mandes más postales”. A vivir.
ResponderEliminarMe fascina el mar, y tus palabras le hacen honor a una experiencia tan bella!
ResponderEliminarNo lo sientas, el mar ese ese espacio que nos nutre y serena.
ResponderEliminarQue pasaras una noche bonita. Un abrazo
Yo, como soy de secano, no tengo confianza para hablarle al mar de tú a tú. Y como no soy poeta, tampoco sabría hacerlo así de bonito.
ResponderEliminarDisfrútalo.
Un abrazo.
Bonito homenaje de hermosas metáforas a ese azul infinito que nos atrae y nos seduce con su mirada.
ResponderEliminarAbrazos,Juan.
Feliz día.
Juan, te hiciste mar de claridades, canción de caracola y cielo de infinito azul, amigo...Qué poema más hermoso nos dejas, lo he leído varias veces y es una maravilla. Ahí se ve el niño eterno y grande que te habita y te inspira siempre.Cuídalo y no lo dejes nunca, porque él tiene el espíritu de la tierra manchega y el mar Mediterráneo, que te proyectan siempre a la infinitud de la belleza.
ResponderEliminarMi felicitación y mi abrazo admirado. Muchas felicidades y disfruta del dorado verano, amigo.
Cuando llegué a este verso: "una calma maternal y caliente" me tocaste el corazón, casi me salta una lágrima. Es que lo siento igual!! Así que, corre, te llama, su poeta imprescindible. Ve y llénate de mar, de vida, de nuevas luces azules... para que corra la brisa marina por tus venas y la sal se haga ilusión en tu sonrisa.
ResponderEliminarQué hondo y bello poema...
Te esperaremos
Un fuerte abrazo
¡¡¡Felicidades, Juan!!!!
ResponderEliminar¡Qué lo pases muy bien, y recuerdos al mar!!!
Besos manchegos
Te felicité anoche y lo vuelvo a hacer, casi doce horas después. Disfruta del mar, de la mar, y nosotros de tus versos mientras te esperamos. Un abrazo
ResponderEliminarDisfruta del mar amigo Juan. Temando saludos a la distancia.
ResponderEliminarFelicidades con un poco de retraso. Nosotros disfrutamos de tus verso y tú del mar. Siempre hubo clase. Un abrazo
ResponderEliminarque bello todote felicito
ResponderEliminarSea el mar o la montaña, quien nos muestre lontananzas a lo que nos queda de vida; relaja nuestros días, revivimos buenos y curiosos recuerdos desde la infancia, porque así, haciendo promedio con lo vivido, nos rejuvenece el espíritu. Buen poema, gracias por compartirlo.
ResponderEliminarDisfruta que para eso está. Y vuelve cuando quieras.
ResponderEliminarSalud!