jueves, 22 de septiembre de 2011

EL ESPEJO





Como me temo que ya no se azogan los espejos, tendré que acordarme de comprara uno  nuevo para el lavabo.
Llevo un tiempo viendo en el mío unas variadas rayas y raspaduras que afean mi rostro y una cierta mancha de color ceniza que termina por cambiar el color de mi pelo.
Se difumina tanto la imagen que el cristal me devuelve, que apenas me reconozco.
A pesar de que el espejo no es muy antiguo y que su aspecto no incomoda a los demás, es un gasto que no tendré más remedio que hacer.
Es que todo ha cambiado. ¡Ya no se fabrican espejos como los de antes, como los de mi juventud, que devolvían una imagen tersa y fresca, que no había vaho ni rotura que pudiera ocultar!




jueves, 15 de septiembre de 2011

BODAS DE ORO



Hoy se cumplen 50 años
y siguen revoloteando mariposas
de colores nuevos.

El tiempo,
a veces tan villano,
nos ha poblado de arrugas y recuerdos,
pero no ha podido
borrarnos las sonrisas.

Flaquean nuestros pasos,
titubea la memoria
y se nos cansan los ojos
ahítos ya, de tantas primaveras.
Pero no se nos han olvidado las caricias,
ni se han descompasado los latidos.


Te doy gracias, mi amada,
por poner el rumbo a todos mis anhelos.
por inundar de luz todos mis crepúsculos.

Gracias a ti
por las veces que me diste agua,
aunque hiel te diera.
Gracias a ti, mi amada,
por ese dialogo inconcluso
de besos y caricias.
Gracias por estar siempre alerta.
Por la dulzura y la fuerza
que supiste trasmitir
a esas huellas de tu sangre
que serán nuestra memoria.

Gracias,  mi amada.
Solo puedo decirte
que a fuerza de quererte,
solo me entiendo
en esplendidas nuevas primaveras.
Que cada instante que te vivo
es como un renacer de los sentidos.
Sin ti, mueren de dolor las partituras
y se entristece el color del arco iris.

Se han cumplido ya 50 años
y los pájaros revolotean en la ventana,
El cielo nos cobija con azul de eternidades.

Gracias por todo, amada.
Y que solo la muerte
sea capaz de cortar
las alas de los sueños.


viernes, 9 de septiembre de 2011

DE VUELTA



Vuelvo de nuevo aquí,
con mi carga de añoranzas y palabras.
Vuelvo a mostrarme ante vosotros
con al ajada inocencia,
(marchita por los años),
ansiosa de reverdecer
con versos de enredadera..
Ya no queda vivo
ningún sueño de la infancia
y trato de inventarme soluciones
a tantos problemas sin respuesta
supliendo con versos las incógnitas.

Vuelvo de nuevo aquí.
Arrastrando espumas y salitres.
Con algas enredadas en mis dedos.
Con una resaca de olas
que me empujan a vosotros,
que me acercan a esta cala,
donde al socaire de una barca naufragada,
sueño con atesorar palabras y latidos.