viernes, 31 de enero de 2014

ADIÓS A FÉLIX GRANDE




Conocí al poeta Félix Grande, gracias a mi maestro de letras hondas, el poeta valdepeñero Juan Alcaide Sánchez.

Mi conocimiento no paso de un apretón de manos y la certeza de saber que ambos estábamos inoculados con el germen de la divina enfermedad de la poesía.

La vida, esa ramera buena que alterna placeres y sufrimientos, cobrando lo justo por ello, nos envío a cada uno de nosotros en busca de promesas que debíamos hacernos.

El fue cabrero, oficinista, vinatero, labrador,  cabrero, pero sobre todo poeta. Nunca abdicó de su condición, aunque la diaria tarea de vivir, se lo pusiera difícil.

Y por eso triunfó. Porque fue un hombre honrado, porque supo vivir cada momento, poniéndose al lado de los “torcidos” del mundo, porque supo prestar su voz a los que más necesitaban ser oídos. Porque para el la poesía fue siempre lo primero.

La ramera le premió con sus mejores caricias: Premio Nacional de Literatura, un puñado de libros de poesía, premio “Gabriel Miró” de cuentos, “Eugenio d¨Ors” de novela corta, premio “Adonáis”, “Casa de las Américas” por su gran libro de poemas de 1967 “Blanco Spirituals” y muchos reconocimientos más que sin duda su obra merecían.

Aficionado a la guitarra, conoció al insigne Paco de Lucía y este conocimiento le llevó a adentrarse el el mundo del flamenco del cual era un conspicuo conocedor
.
Estos conocimientos y su vena poética le llevaron a dar innumerables conferencias por España y América.

Su libro “Memoria del Flamenco” le valió el Premio Nacional de Flamencología.

Lo último que pude leer del poeta fue su novela autobiográfica “ La balada del abuelo Palanca” , que publicó en el año 2.003.

Esa novela la llevaba en mis manos, en Valencia, donde el poeta impartía una conferencia sobre flamenco.

La tengo sin dedicar: me dio vergüenza acercarme hasta él, yendo yo tan ligero de equipaje.

Hoy en esta despedida, que pone luto a los arpegios y descompasa el latir de los corazones, os invito a que leáis estos versos del poeta que se ha ido:



LA MÚSICA ÚLTIMA


Se moría de una vez naufragando en redondo
entre cuatro paredes y unas gotas de música:
escuchaba el sonido con tan grande avaricia
que creía morirse despacio, desde lejos.

Quería lamer la música, el son de su existencia
chocando años y años por las peñas del mundo;
quería lamer el dulce estrépito de aquella
vida, que le agredía alejándose en círculos.

Pensar, sufris y amar eran un mismo espasmo.
Vio rostros: de personas, de ciudades, de ideas.
Atolondrado, quiso perdonar—¿perdonar?—
…Se apagaba, escuchando la música delgada.

Se le reunían todas las alucinaciones
en una melodía inexperta y gravísima.
Se le formaba el feto de su cero en el alma,
Un cero melancólico, como un brocal sin parra.

……..
………

Lamía y lamía aquella música de los astros,
de la tierra y los siglos, de su barrio y su vida,
de su alcoba y su adiós. Se moría lamiendo
la música que sobre su calavera goteaba.




sábado, 25 de enero de 2014

OYENDO CAMPANADAS




Estos ojos, con el paso de los años
no alcanzan a saber cuándo,
al gris maltrecho de la tarde,
una formación de estrellas renovadas
les empuja al macilento negro de la noche
y se hace oscuro el desaliento.


Aquellas palabras que dije,
para aliviar el peso
de una mochila cargada de ilusiones,
se hacen insomnios de dudas
mientras se descabalan los relojes
y un trasiego de lágrimas
cubren de sal las almohadas.


Me acerco al brocal de los sueños
y un vértigo de silencios
me trasporta a las orillas del olvido.


Y la memoria, derrotada
solo se atreve a mal contar las campanadas
que son como puntos suspensivos


en una noche de suspiros y silencios.






domingo, 19 de enero de 2014

APROVECHA...



He capturado esta imagen, en alguna web de fotografía, de las muchas que me gustan visitar.
He querido mostrarla en este post, al mismo tiempo que la he guardado tanto en el disco duro del ordenador, como en el de mi memoria.
 Así cuando la vea, seguiré recordando el fresco rumor de la leve espuma, golpeando el latido joven de mi muñeca de niño, el reflejo del sol sobre el agua, llenando de estrellas la piel luminosa del arroyo, la frescura verdosa de la hierba, moteada con un caleidoscopio multicolor de flores sencillas.
Recordaré la frescura presentida de la sombra benefactora de los árboles, guardianes robustos y perennes del orden del paisaje.
Y cubriéndolo todo, como la mano protectora y caliente de una madre, el añil de un cielo, acogedor y constante.

¿Cuántas generaciones de niños podrán disfrutar de estas sensaciones, sin necesidad de asistir a algún parque temático, donde la naturaleza esté cuadriculada como un zoo? ¿La irresponsabilidad de los que solo piensan en recalificaciones, metros cuadrados edificables, cuentas corrientes abusivas y vergonzantes, cambalaches políticos y empresariales, serán capaces de borrar de un brochazo soez de cemento y avaricia, la idílica belleza de esta foto?

¿Tendrán que explicarles a las hijas de mis nietas, que hubo un tiempo en que su bisabuelo corría descalzo por las huertas, dormía la siesta a la sombra de un manzano, acompañado por el sonido monocorde de los cangilones vaciando el agua pura, brillante y nutricia que regaba los campos?

¿Sabrán que el mejor juguete que nunca tuvo su bisabuelo fue la libertad de correr descalzo por la hierba y que el kart que solo supo usar, fue el de una trilla, recorriendo las horas calientes y picajosas del reloj cereal y rustico de una "parva" en la era?


Cuando se hallan llenado todas las cajas fuertes, cuando las ansias de muchos políticos se vean saciadas, cuando los pájaros no puedan encontrar una rama hospitalaria, cuando el mar se avergüence de la costa y pierda la blanca candidez de sus espumas, cuando la única sombra posible, sea la de una marquesina y solo quede sol y agua para el deporte elitista y voraz, entonces solo nos quedará el recuerdo de aquellos días en los que éramos libres y la naturaleza nos premiaba con el regalo impagable, pero que no cotiza en bolsa, de la vida con mayúsculas.


 Mis lágrimas de ahora mismo, no son por la evocación interesada de mi juventud perdida, son por la juventud que quieren masacrar, los que tiene un corazón que solo late con el soez tintineo de las monedas y que solo saben diseñar un paisaje de tristeza y sombras.


!!Pobres, su ansia  les nubla la razón y ni siquiera les deja pensar en la felicidad de sus nietos!!






viernes, 17 de enero de 2014

ANA MARÍA




Nada  de arcilla:
es amor redivivo
amasado con besos y deseos.

Ana María nace con la risa,
mientras un mantel de mariposas
se prepara para un pantagruélico
banquete de caricias.

Los dioses celtas ignorados,
Calíope, Euterpe, Erato
y otras musas conocidas,
se ponen sus mejores galas,
que hoy hay fiesta en el Olimpo.

Ha nacido Ana María,
la ambrosía destilada con el primer llanto,
es el definitivo licor que faltaba

en la alegre taberna de los padres.

Aquí al lado, el Mediterráneo,
tan  sabio como siempre,
añade a su paleta de colores
el color de esos ojos primerizos.
que pronto aprenderán a mirar
al lugar exacto donde el sol se ríe.




domingo, 12 de enero de 2014

OTRO CUMPLEAÑOS Y VAN...


Foto de Internet


Hoy, 12 de enero del recién estrenado año 2.014, cumplo 78 años.  Si miro hacia atrás lo vivido, aparte del considerable tiempo que ha transcurrido desde mi nacimiento a hoy, debo decir  que, a pesar de los sueños incumplidos y los deseos abortados, estos 78 años han merecido la pena.

 Vengo de los rincones sombríos de una vida en gris y plomo, hasta la actual claridad de una libertad, no siempre bien aprovechada.

 Vengo desde la cartilla de racionamiento a las hamburguesas XXL, sin haber sucumbido al hambre en cupones que repartía aquella, ni a la grosera y grasienta realidad de estas.

 Vengo desde "gravemente peligrosa y "para mayores con reparos" a este constante, libertario y a veces pesado bombardeo de sexo que hay que ir sorteando pantalla a pantalla. 

Vengo del agua atemperada en barreño al sol en medio del patio, a la ducha sin necesidad de estar enfermo, el hidromasaje y el "spa", después de haber pasado por la palangana con agua calentada en un hornillo de gas. 

Vengo de más allá del jabón Lagarto. Vengo del jabón hecho con alpechín y sosa cáustica en un lebrillo de barro, al gel tónico, exfoliante e hidratante, fabricado con limones salvajes del Caribe. 

Vengo del seudo pan milimetrado por el precio y la carencia, a los colines dietéticos de la abundancia, aunque me temo que si siguen los recortes, no tendré más remedio que volver a las andadas.

Vengo de: ¿cuánta demora tiene esta conferencia, señorita?, al Whats App instantáneo, parco de letras y sobrado de imágenes.  



 Vengo de las "misiones" del padre Rodríguez, enjuto y vociferante misionero, adalid de una religión negra y tenebrosa, emponzoñando de miedo y luto las frágiles mentes de jóvenes cuyo único pecado era querer vivir, hasta esta libertad, que debe ser controlada, pero nunca abolida.

 Vengo de un lugar donde todos nos conocíamos, donde se vivía a corazón abierto, donde el patio de la casa era el ágora y el sanedrín, donde todo se compartía, incluso las carencias, hasta esta "polis" actual que pretende hacernos a todos iguales, pero que, (aquí he salido perdiendo), nos está despersonalizando día a día.

 Vengo de una cultura deformada y contrahecha por oscuros designios de dictadores y “meapilas”, temerosos de un pueblo informado y culto, hasta esta eclosión de sabiduría e información al alcance de cualquiera. 

Vengo del silencio temeroso, impregnado de miedo, de un terrible país que tenía que esconder la cabeza bajo el ala, avasallado por aquellos que no supieron digerir su victoria, a este de hoy donde existe tanto ruido que a veces es difícil escuchar lo importante y donde, desgraciadamente, empiezan a colear alevines de aquellos “peces gordos” que ya tenía olvidados.

 Pero no puedo quejarme, mi vida ha terminado por desembarcar en este mar de ahora mismo, silente y azul, que aclara, con su reflejo de cielo y su blancura de espuma, las negras tinieblas de los años que me fueron robados y que me pesan en el alma. 

Debo aprovechar lo que me queda, para resarcirme de lo que no me dejaron vivir. Es el consejo que me doy y os comparto: hay que aprovechar dignamente la libertad, no sea que a la vuelta de cualquier "iluminado", o de cualquier fondo de inversiones, nos vuelvan a robar las ilusiones y nos corten las alas necesarias para poder volar en busca de la felicidad.

martes, 7 de enero de 2014

HISTORIA DE UN FRACASO




Andando a tientas,
con la sola ayuda
de un báculo de recuerdos,
sigo sumando los pasos
que me alejan de los sueños.

Remuevo los rincones de la memoria
buscando en gavetas escondidas,
un rimero de versos olvidados,
de sonidos iniciáticos,
de aromas primigenios.
Pero solo aparecen
cantoneras con nombres conocidos,
solapas con historias
en fechas de mi propio calendario,
versos redondos y brillantes
con sabor a gloria conseguida,
premios y lisonjas
que yo también buscaba
y me son desconocidas.

Está claro:
! Solo soy la triste historia de un fracaso!

Un día, seguramente  frío y gris,
cuando todavía era joven para el silencio,
tuve que olvidarme de los sueños,
de las palabras salpicadas de espumas,
de los azules de las mañanas refulgentes,
de los tigres indomables de mi pecho.

Tuve que empezar a ver la vida
como un triste y necesario cambalache.

Compré seguridad,
(esa taimada asesina de ilusiones)
a cambio de pagar,
con monedas de tristeza
el enorme sobreprecio
de una vida carente de colores.

No debo quejarme:
fui yo el que se puso en el mercado,
fijé mi precio,
y no supe conjugar
la existencia con los sueños.

Y lloro hoy,
con lágrimas de rabia,
mi triste realidad:
A pesar de la vida que he vivido,
!solo soy la historia de un fracaso!.


sábado, 4 de enero de 2014

FINAL DEL RETO DE MOS.- CARTAS A LOS REYES MAGOS




Siempre me es difícil calibrar los méritos de aquellos, que como yo, se dedican a plasmar sus sentimientos, mediante el milagro de la palabra.

Para mí, todos los que se deciden a escribir y  ofrecen su trabajo a los demás, son dignos de premio. Además, quién demonios soy yo, para entender de los sentimientos que anidan en esos corazones que han sabido despojarse de todo y han vuelto a la inocencia y el temblor de la niñez.

Pero, entré en el juego y no tengo más remedio que ser consecuente con mi decisión.

Pido perdón a los no nominados, porque en verdad, todos son dignos de premio, tanto por su calidad literaria, como por haber sabido captar la actualidad de estos mensajes, que ya, a la mayoría, nos quedan bastante lejos.

Al grano:

Quiero citar a Mª del Carmen Nacer, (leer pinchando aquí)  por su carta plena de poesía y sensibilidad y por esa petición final que viene a demostrar que la ternura, el amor y los sentimientos, no saben ni de edades ni de épocas.

La carta de Lucía del blog de Estrella de Campoamor (leer pinchando aquí), que con un relato pleno de ternura y realidad, es más que la petición que suele hacerse en esas cartas juveniles y temblorosas, un grito desbordado de rabia contenida, ante la cruda realidad que, desgraciadamente, viven muchos de nuestros hijos.

Esta es mi decisión. Espero que el resto de brillantes autores, sepa perdonarme.

Una última petición: a los que no habéis leído estas cartas or recomiendo su lectura. Merece la pena. Y un nuevo comentario a cada uno es el verdadero premio que el autor necesita.

Todas las entradas a esas cartas que han aceptado este reto las podéis encontrar AQUÍ.

Gracias.


jueves, 2 de enero de 2014

DE ESTE AÑO NO PASA





Hace apenas unas horas, hemos despedido el viejo año y con las fanfarrias, fastos e ilusiones repetidos, hemos jaleado la llegada del nuevo.

Todavía hoy y en próximos días nos equivocaremos al escribir los dígitos del año que empieza, como si nos costara desprendernos del recuerdo del pasado, pero tratamos de asirnos a los designios del nuevo calendario, como si esas páginas pudieran enseñarnos la solución de los problemas que vienen de lejos.

Recibimos alegres un tiempo nuevo, para tratar de ejecutar aquello que no supimos hacer en el pasado y dejamos arrinconado en el desván de las cosas inútiles  a ese viejo ya inservible, pero que también nació con las mismas ilusiones y propósitos que el nuevo.

Dentro de pocos días, quizás hoy mismo, desaparecerá ese árbol de navidad que tan pretencioso lucía con sus bolas de colores, sus paquetes de regalos y sus luces brillantes y todos los adornos, todas las figuras, toda la luminosa arquitectura de la felicidad, pasaran al trastero de las cosas olvidadas.

Se juntarán en un extraño revoltijo, con todos los deseos que no fueron, con todas las metas sin llegada, con todo lo que propusimos y no fuimos capaces de solucionar.

No debíamos permitirlo: el amor, la ternura, la solidaridad, la felicidad, la paz y todas esa palabras que todavía  suenan con brillos de espumillón y alegría rediviva, deberían carecer de fecha de caducidad y tener vigencia todo el año.

El tiempo se nos escurre entre los deseos, los relojes, imperturbables giran sus manecillas sin entretenerse en justificaciones y nosotros gastamos en precalentamientos lo que debería ser la definitiva etapa reina.

Y mientras, un dios paciente pero inflexible, va tachando va los días perdidos, las promesas incumplidas, los abrazos que no existieron, la felicidad no dada.

Nuestro tiempo se acaba sin remedio, mientras lo gastamos alegremente en intentos fallidos y nos engañamos cada año con hipotéticas promesas que solo son la triste repetición de nuestra propia impotencia.

¿Tan difícil es lograra que el espíritu de la Navidad sea realmente sincero y dure todo el año?.

Todos deberíamos confabularnos:

¡!! DE ESTE AÑO NO PASA!!!