martes, 27 de marzo de 2018

ASIDEROS







Ya va siendo tarde
para pedir responsabilidades
a la vida que he vivido.

No me encuentro con ganas
de una cruenta cacería de sueños no cumplidos,
de besos no dados,
de sonrisas mutiladas,
de incompletas sinfonías con notas devaluadas.

Náufrago de incontables singladuras,
al menos he aprendido
a asirme a la esperanza,
ese viejo tablón que a veces olvidamos.

En esta soledad con sombra de cipreses,
a veces Fosforito y a veces Joe Willians,
me hacen compañía, con esos roncos gritos
que rompen los cristales
y desnudan los jazmines.

Me conformo con poco:
con un libro,
esa vida no vivida que se lleva en el bolsillo.
Con la música,
esa nación que no tiene banderas.
La espuma de este mar que me rodea,
panacea de todas las heridas,
y la suave caricia de unas manos
que le han dado sentido a mi existencia.

Ahora que ya tengo la vida por detrás,
será mejor no precipitarse
y agarrarme a esos seguros asideros.

¡Que miedo trastabillar a estas alturas!




jueves, 22 de marzo de 2018

SIETE AÑOS EN ESTA CASA




Me parece que fue ayer y ya han pasado 7 años.

Os doy las gracias a todos los que habéis permitido que este tiempo, no me haya parecido vacío y estéril.
Sin vosotros me hubiese hundido en el marasmo de una vida plagada de achaques y vanas justificaciones.

Habéis sido mis mentores, mis bondadosos críticos, el acicate de mis sueños, el empuje necesario para que la vida me siga pareciendo plena de vivencias y buenas sensaciones.

Permitid que plasme este agradecimiento, en unos cuantos amigos, ya que la lista sería interminable.

A los demás, a los que no aparecen en ese listado, todo mi agradecimiento, mi cariño y mi consideración.

¡Cómo no voy a ser agradecido a esas 5.200 veces que tras leerme, me habéis dedicado el codiciado premio de un comentario!





sábado, 17 de marzo de 2018

HOY NO ESTOY




Foto de Internet tratada con Photoshop.


Hoy no estoy.
Escribo a vuela pluma, porque me voy a la manifestación.
Quien me iba a decir que con ochenta y dos años, después de luchar por la libertad y la democracia, después de las lágrimas por los abogados de Atocha, después del veintitrés F, después de ETA, después de haberme apretado tantas veces el cinturón de las ideas de libertad y solidaridad, después de todo eso, cuando debería estar gozando tranquilamente,  en mi casa de un descanso merecido, tengo que volver a afinar la voz de la protesta, para tratar de que no nos roben aquello por lo que luché y tengo derecho.
Lo mínimo que se le puede exigir a un gobierno es que tenga prevista y asegurada la manera de rescatar a las personas.
Lo demás, no debería importar tanto.


jueves, 15 de marzo de 2018

UNA SEMANA DESPUÉS DEL 8 M




Hace una semana y aun me emociono. Como en ese día 8M, que quedará para la historia, reniego de esta ventaja de ser hombre y quiero que los embaucadores, me devuelvan esa costilla de la que hablan los manoseados testamentos.

Si soy barro, ella también es barro, mejor gres, que más resistente, más bello y se conserva mejor. Y si hay algún poro, nada de ventajas: la mujer como el hombre, a reclamar al maestro alfarero.

Seguro que en el viejo paraíso, se han secado los manzanos y si queda alguna constrictor, esa serpiente ha mutado a constructora, que proporciona mejores dividendos.

De manera que vamos s mirarnos de igual a igual  y vayamos olvidando las parábolas, que solo sirven para favorecer al que escribe los relatos.

Deja de ser “la musa ordenadora” de la que hablaba Machado, y ponte en pié para desordenar ese mundo especifico que te han creado, donde solo hay ventajas para los listos de siempre.


Álzate con claror de luna en este mundo de sucios espejos azogados, en esta falsía de frases huecas y oxidadas, en esta repetida y triste sinfonía donde pretenden que tú seas la coda que siempre desentona.

Si has sido capaz de darnos vida, como no vas a saber ordenarla, darle sentido, planificarla, dirigirla.
Si lo has hecho en la familia, quien es el imbécil interesado, que pone en duda que no lo puedas hacer en todo momento y cada día, en el resto de la vida que nos ha tocado vivir.

No tienes que hacer ningún cursillo, los traes de fábrica, ni tienes que mentir en los currículos, que ya la vida que los hombres te impusimos, te obligó a tocar todos los “palos”. Vuestra intuición y perspicacia, es bastante más precisa que todas las certezas juntas.

Deja de escuchar a esos que tratan de insultarte llamándote feminista, como si eso fuese un oprobio, como si con ello quisieran coartarte tu profundo sentimiento de justicia y de igualdad. Esa justicia e igualdad de la que presumen de boquilla, pero que ni la sienten ni la desean.

Me alegra que hayáis empezado a llamar a las cosas por su nombre y a ponernos en el sitio que nos corresponde, sin importar jueces ni maridos, sacerdotes o políticos, profesores o empresarios, que algo debe de valer el saber que en el Olimpo todas las musas tienen nombre de mujer y los dioses masculinos, no parece que tengan buena prensa.

Seguir en la lucha, que no habrá premio más merecido que el de la igualdad con el hombre, pero aceptar este consejo, para la vida que os resta y para la de vuestras hijas y nietas: no os comportéis en esa lucha, de la manera que los hombres nos hemos comportado con vosotras.

Aunque una vez escrito el consejo, me parece una perogrullada: lo estáis haciendo desde siempre.


Y sobre todo no olvidéis, o mejor los hombres no olvidemos, que sin vosotras la felicidad es imposible.

martes, 13 de marzo de 2018

LA GUITARRA FLAMENCA




                                        Atendiendo a la petición de Emilio Manuel.

No me cabe la menor duda de que el flamenco no podría existir, si no hubiese sido incubado en el nido caliente y maternal de la guitarra.

El guitarrista la abraza, dejando el brocal de ese pozo de sonidos, muy cerca del corazón, para que los dedos estén prestos a los adioses, a las penas y las alegrías, a los sollozos y las risas, a la vida que nos cincela, al amor y el desamor, al sabor y el saber de un pueblo que simplemente vive.

En la guitarra está el diccionario de todos los sonidos posibles que nacieron para que algo tan español pudiera hacerse universal y ecuménico.

Hasta el siglo XIX, el flamenco se cantaba a “palo seco”, es decir, sin ningún acompañamiento, que no fuesen las palmas o como en el caso del “martinete”, el compás lo marcaba, (y lo marca), el martillo sobre el yunque de la fragua.

Gracias a los cafés cantantes, donde su aparición es obligada, la guitarra se hace imprescindible.
El gran “tocaor” y estudioso de la guitarra Manolo Sanlúcar, dice: “la guitarra termina por poner orden en el flamenco, delimita y hace entender los palos, de tal manera que lo que hoy sentimos, no sería posible sin la guitarra”.

Guitarra de mis amores
como a una mujer te quiero
son tus “soníos” dolores
que se clavan en mi seno
como los falsos amores.

Precursores del toque flamenco como hoy se entiende, son Sabicas, el Niño Ricardo, que es el primer renovador de la guitarra flamenca, creando una escuela de la que han terminado todos por seguir y Ramón Montoya.
Manolo Sanlúcar, maestro virtuoso de las seis cuerdas que consiguió gracias a sus estudios y a su virtuosismo, impregnar de musicalidad el viejo acompañamiento repetitivo.

Paco de Lucía, el primer genio de la guitarra flamenca, que acunado por la brisa del Atlántico y del Mediterráneo, supo resucitar la gracia y el sonido hecho eternidad, por la influencia de entre esas dos aguas.

Pepe Habichuela, que supo sacar del pozo de su guitarra todo el frescor y pureza del agua limpia de su Granada, para hacerla sentimiento con sus falsetas.
Aunque creáis que no es posible, cuando Pepe Habichuela y Morente se juntan, Granada es aún más bonita.

Tomatito, que habiendo mamado todo el saber de su padre, el Niño Miguel, con su juventud plena y exultante, se atreve con otras experiencias y presta sus rasgueos para dar más emoción a otras músicas, como el tango y el jazz.

Moraíto Chico, proviene de una familia gitana de Jerez de buenos guitarristas. Fallecido en el año 2011, ha acompañado a la mayoría de grandes cantaores desde Caracol a Camarón, en sus últimos años ha sido acompañante fiel de José Mercé, siendo espectaculares sus acompañamientos por bulerías.

Paco Cepero,  de Jerez de la Frontera, ya retirado de los escenarios, que ha sido otro grande, sintiendo la guitarra con la pasión y el sentimiento con la que la puede sentir el propio “cantaor”. No en vano en alguna ocasión dijo que él lo que hubiese querido es cantar. Y eso era lo que hacía, hacer cantar a su guitarra.

En medio la guitarra
                                                       Amémosla

Ella recoge el aire circundante
Es el desnudo nuevo
venus del siglo o madona sin infante

Bajo sus cuerdas los ríos pasan
y los pájaros beben el agua sin mancharla.
(Gerardo Diego)

Como suele ocurrir en todos los listados de excelencias, siempre faltarán  algunos, seguro que más de los que he citado, pero estas entradas no han nacido con afán de sentar cátedra, más bien por la inconsciencia de un simple aficionado que atiende una amable petición.

Y con esta entrada, me despido. He disfrutado mucho porque me he obligado a escuchar más flamenco del que habitualmente escucho. He recordado viejos cantes, que oí a mi padre y he vuelto a comprobar que el flamenco… mejor que yo, lo dice García Lorca en su retrato de Silverio Franconetti:

Pasaba por los tonos
sin romperlos
y fue un creador
y un jardinero
Un creador de glorietas
para el silencio.

Y para despedirme, el deseo de que mi pobre aportación haya servido para que alguno de mis lectores intuya su belleza, se lance a su conocimiento y sepa dedicar un corto tiempo de esta agitada vida a escuchar con atención y con los poros del sentimiento abiertos, sus lecciones de vida.

Creo que fue Quevedo el que dijo:

Ponte la verdad en la boca y dila a la española,
Que es cosa que ahora no se usa.

Ahora 4 minutos de “gloria bendita” : sevillanas a dos guitarras con Manolo Sanlúcar y Paco de Lucía.










jueves, 8 de marzo de 2018

PARA TI, MUJER






Cuanta avaricia
os debemos la vida
y no pagamos.



Gritar vosotras
no se aceptan lecciones
de quien no vale.


Solo la rosa
ofrece su perfume
sufriendo espinas.


martes, 6 de marzo de 2018

CANTES DE IDA Y VUELTA







Composición del autor con Photoshop.


Como suele ocurrir entre estudiosos, es difícil que se pongan de acuerdo con respecto a los inicios ya que, como en todas las cosas, la subjetividad manda y cada cual piensa que su teoría es la que vale.

Hay quien piensa, la mayoría, que hay una influencia oriental a través del pueblo gitano, mientras otros, los menos entienden que es mayor la influencia con los cantes y bailes de los esclavos afroamericanos, que se movían por el Guadalquivir.

Como yo no soy quien para opinar, creo que lo importante es el milagro, ponga lo que ponga en la peana del santo.

Lo único cierto es que el flamenco se enriquece con la música popular del centro y el sur de América, aflamencado sus cantos e incluso algunos como Silverio Franconetti, (a alguno de mis posible lectores le sonará este eufónico apellido), propietario del primer café cantante de Sevilla y primer cantaor profesional que se conoce, va a América y le implanta su impronta flamenca a las canciones que escucha en aquella tierra.

Los puristas más defensores del auténtico flamenco, siempre trataron de demostrar la escasa profundidad de estos cantes, pero a pesar de su precaria legitimidad, no pudieron evitar que estos palos calaran en los sentimientos del pueblo, por su originalidad nueva, su cadencia y su desconocido ritmo.

En una cierta reunión
se dio una comida un día
y allí se ha “partio” un melón
única fruta que había.
Yo partí una sandía
y la bridé a una casada,
me ha dicho desconsolada:
muchas gracias caballero,
que luto tengo y no puedo
comer fruta colorada.

Cantes conocidos de ida y vuelta son; “las guajiras” (que toma su nombre de guajiro, campesino blanco de Cuba), las milongas”, las “vidalitas”, “la rumba” y por último las “colombianas”.
En cuanto al nacimiento de estas últimas, las “colombianas”, los estudiosos no han tenido motivos de discusión: fueron creadas por genial Pepe Marchena, (muy conocedor de este tipo de cante de ida y vuelta), tras una visita a Colombia.

Serranía de Brasil
cordillera mejicana
tierra de la amazonía
pamperita de mi alma
en mi corazón clavao
llevo yo la colombiana.

Interpretes brillantes de estos “palos” del flamenco son: Pepe Marchena, Pepe el de la Matrona, Valderrama. (Nombro estos primero y por este orden, porque he tenido la gran suerte de oírlos y no precisamente en un escenario, desde la fría lejanía de una butaca). Pepe Aznalcóllar, Angelillo, Pepe Pinto y muchos más que haría la lista interminable.

Tengo que decir, y comprendería el rostro fruncido de los clásicos y los entendidos que, seguramente por la influencia familiar, (mi padre los cantaba y mi tio Anselmo, tenía una colección de los mejores cantaores, en disco de pizarra), a mí me gustan y mucho, estos cantes que trajeron frescura y brisa caliente, a un folclor nacional que no acababa de despegar y se estancaba en el marasmo de una España que también languidecía.

Una figura señera de ahora mismo, con un acompañamiento de guitarra excepcional, os demuestra la belleza de uno estos palos con esta “vidalita”.