jueves, 20 de septiembre de 2012

PIDO DISCULPAS

Mi PC  se ha tomado unas vacaciones. También tiene derecho!. O eso,  o sigue con su síndrome post-vacacional, tras sus dos meses de regalado descanso.
El caso es que ha dicho basta y aquí me tenéis sin poder   leer vuestras entradas y sin publicar mis ocurrencias.
Hasta que la placa base llegue desde su ignoto país, estaré ausente.
Os escribo , casi subrepticiamente, desde un ordenador ajeno.
Perdonar por mi falta de comentarios, prometo incorporarme con normalidad tan pronto como los hados de la informática me sean propicios.
Un abrazo a todos. 

jueves, 13 de septiembre de 2012

SUFRO UNA TRISTEZA ANTIGUA



TRISTEZA.- Oleo sobre madera de Francisco Arjona



SUFRO UNA TRISTEZA ANTIGUA

Sufro una tristeza antigua
Que me anula los recuerdos,
Pues vivía en la alegría
De los deberes bien hechos.

Con una fresca esperanza,
Se regaban los barbechos
Y flores de risas nacían
Adornando los senderos.

Alondras en el horizonte,
Ponían música a los versos
Y pájaros de libertad
Engalanaban los cielos.

Se recogían cosechas
De libertades y sueños
Y se rompían los yugos
Que nos uncían al miedo.


Un viejo viento del norte
Con puñaladas de hielo
Arrasó con la cosecha
De realidades y sueños.

Hay que volver a empezar
Lanzar  consignas al vuelo
Que bandadas de luciérnagas
Descerrajen los silencios.

¡Que no nos recorten la voz!
Ni nos dicten nuevos salmos
No nos queremos morir
En un sumidero de ocasos.

martes, 4 de septiembre de 2012

HOLA DE NUEVO, AMIGOS


Foto del autor


El pasado 25 de junio me despedía de vosotros para dedicarme a otros placenteros menesteres. El tiempo del ocio se ha acabado y de nuevo me incorporo a esta agradable tarea que me he impuesto, de visitar esta ágora, donde tanto aprendo y donde se me permite dar a conocer aquello que de vez en cuando se me ocurre.

Pero me temo que la promesa que os hacía de buscar nuevas sensaciones y metáforas junto al mar, no voy a poder cumplirla.

Cuando se disfruta de bellos momentos, todo lo demás se olvida y lo primordial es vivirlos, aferrarse a ellos como las lapas en las rocas de las escolleras y que sean más duraderos que la espuma que muere en la arena.

Ya se encarga la vida de recordarnos que no todo es felicidad y sosiego. Como ha ocurrido en mis vacaciones. Durante diez días, hemos tenido que soportar el dolor de vivir el ingreso hospitalario de mi madre (100 años), con un edema pulmonar, motivado por una insuficiencia cardiaca. Afortunadamente, lo ha superado y ya se encuentra perfectamente. No deja de maravillarme su fuerza y la consistencia de esas raíces, que aunque ahora tienen aspecto de silla de ruedas, no dejan de aferrarse a la tierra, tratando de sacarle todo el jugo a la vida.
Deliberadamente, durante estos dos meses pasados, ni he tenido ordenador, ni he visto noticiarios en T.V., aunque no me he resistido a leer algunas noticias en el I Pad de mi nieta. Y la verdad es que a la vista de lo leído, lo mejor era disfrutar del mar y de la arena, sin pensar en el movido otoño que nos espera.

Empieza un nuevo curso y me temo lo peor en lo que respecta a mi producción poética. Ahora si es verdad eso de que son malos tiempos para la lírica.

Mas que poemas, se me ocurren preguntas a esa caterva de buitres carroñeros, capitaneados por políticos ineptos que solo miran sus intereses y banqueros insaciables, que nos gobiernan, (y no me refiero a Rajoy, ese ni es político, ni gobierna; es solo inepto y un redomado mentiroso).

Cuando esto acabe, si acaba alguna vez: ¿Seguirá habiendo hospital y medicinas para mi madre y para mí que ya me acerco  a los 80?¿Seguirán teniendo puestos de trabajo mis hijas? ¿Podrán seguir sus estudios mis nietas?.Si los logran acabar, a pesar del Sr. Wert ,¿en qué lejano país tendrán que trabajar?¿Cuanto tenemos que seguir aportando para que los bancos estén presentables y contentos? ¿Cuántos seres humanos, antes tan necesarios y ahora tan repudiados, deben morir para cuadrar las cuentas de la Seguridad Social?

¿Debo hablarles a mis nietas de la emoción que sentí al votar por vez primera, sin que se rían de mí? Si les cuento que luché y me llevé algún palo y muchos disgustos por tratar de conseguir un estado más justo, más igualitario y con mayor libertad, pensarán que son batallitas del abuelo, porque, a la vista empieza a estar que esa batalla resultó infructuosa. Y lo triste es que ya no me quedan fuerzas para otra lucha.

Lo dicho: malos tiempos para la lírica. Por todo esto y porque, seguro que por la edad, las musas cada vez me son más esquivas, creo que mis entradas cada vez serán más limitadas. Le tendré que dedicar mi tiempo al sol, al mar, a las canciones, a los libros, a la música, a la amistad, a la familia. A todo aquello que puede redimirnos.

¡Por lo menos, hasta que nuestros amos y señores, la Sra. Merkel y el Sr, Draghi ,no digan lo contrario y también en eso tengamos que recortar!