martes, 23 de junio de 2015

DAR FE DE EXISTENCIA EN DÍA SEÑALADO


Montaje fotográfico del autor, realizado con Photoshop.


NOCHE DE SAN JUAN

Vine hasta el mar,
para poder encontrar
mi exacta singladura.

Fueron muchos los solsticios,
en los que alumbré con llamas
el nacimiento del sol,
aprendiendo el bello oficio
de encender claridades.

Con troncos de fracasos
fui construyendo la hoguera,
donde,
chisporroteando de luces,
se avivaba la esperanza.

El mar, al lado,
servía de espejo a las estrellas
y una luna joven,
alumbraba amores primerizos.

Hoy, cuando escribo,
apenas me llegan primaveras
y una terca brisa de fríos calendarios,
apagan llamaradas,
ensuciando la arena
con cenizas de tristeza.

Un rocío tembloroso
se instala en la piel anquilosada,
mientras una luz fría,
presagio de eternidades,
se olvida de la espuma.

En esta noche de San Juan,
a mí alrededor suenan las canciones,
brillan los ojos,
laten deprisa los corazones,
y alumbran las caricias.

Mientras, yo,
cogido de la mano de mi amada,
(el único calor que me conforta)
ensayo pisadas,
por el borde de este mar,
cada vez más limitado.

De la hoguera que soñé,
no calientan los rescoldos
y los agujeros de la memoria,
se tiñen de un gris de ceniza desterrada.

¡Siento frio en el alma,
a pesar del calor de las hogueras
que flamean a mi lado!


Juan López Trujillo
Benicassím 2015