domingo, 26 de junio de 2016

RETRATOS EN SEPIA (2)


EL VIEJO MOLINO
El casino estaba en penumbra. Dos o tres socios dormitaban reclinados en cómodos sillones. Otros, sentados alrededor de una mesa con tapete verde, hacían solitarios o leían el periódico del día.

Se oían los gritos lejanos y acolchados de los niños que jugaban en la calle. Un camarero sesteaba en el vestíbulo, arrellanado en un sillón de mimbre.

Uno de los que leía, rompió el silencio espeso de la siesta.

.- Estos extranjeros no saben en que gastar dinero. Dice aquí que un país de "las américas", va a comprar unos terrenos en la Mancha, para construir un molino de viento.. Dice que dedicará a museo y para celebrar encuentros culturales, que sirvan para un mejor conocimiento entre los dos países.

Uno de los que dormitaba, se limpió la ceniza del chaleco, retiró el puro apagado de su boca y sentenció:

.- ! Bah !, eso son "ganas de ganeta".


Tras tan sesuda aseveración, todos asistieron moviendo la cabeza. El sopor seguía siendo el dueño de la tarde y de las mentes.

.. .. ..

El salón de sesiones del ayuntamiento tenía abierto los balcones de par en par.

Los concejales en mangas de camisa ocupaban sus sillones correspondientes, deseosos de acabar cuanto antes este pleno, con el fin de reunirse con sus familias a la fresca de las terrazas de la plaza.

A través de las palabras y los acuerdos, se filtraba el ruido monocorde del agua de la fuente con una promesa de oasis y frescor.

Ya se habían tratado varios asuntos, cuando el alcalde que presidía la sesión, bajo un enorme oleo de Franco a caballo, tomó de nuevo la palabra:

.- Como alcalde que soy de esta corporación, os propongo que en los terrenos conocidos como las "Eras Viejas", que como sabéis son propiedad del ayuntamiento, se proceda a la construcción de un campo de fútbol, para el esparcimiento de nuestros jóvenes. Tengo los permisos de la Diputación y del delegado provincial del Movimiento.

Todos asintieron complacidos, salvo Ruperto, el herrero.

.- Con permiso, seguro que ni usted ni alguno de mis compañeros de corporación, han columbrado que para realizar este proyecto, es necesario derruir el molino de viento que comedia los terrenos de la era.

El alcalde miró con gesto nervioso su reloj de cadena, acallo los murmullos de los ediles y con gesto contrariado argumentó:

.-Si me he dado cuenta. Precisamente pensando en la inutilidad del molino y pensando además que el día menos pensado se va a caer de viejo, es por lo que he elegido estos terrenos. De todas maneras le haré saber al Jefe del Movimiento tu voto en contra, si tu así lo decides.

Volvieron a repetirse los gestos de conformidad y la propuesta fue aprobada por unanimidad. Incluyendo al herrero,  claro está.

.. .. ..

Días después en un pueblo cercano, se inauguraba un nuevo molino, sufragado en su totalidad por una república sudamericana.

El embajador de dicha república, tras el consabido vino de honor, hizo uso de la palabra:

.-".... estos molinos que son como los hombres de esta tierra enorme y universal. Estos gigantes que aún se mantienen en pié, gracias a la defensa continuada, con la lanza del espíritu de todos los quijotes de esta Mancha entrañable y luminosa".

Sonrisas de satisfacción ponían contrapunto al azul del cielo ... y de las camisas.

.. .. ..

Al pié de las tapias del nuevo campo de fútbol de las Eras Bajas (Estadio José Antonio lo llamaron), estuvieron durante mucho tiempo las aspas del molino derruido.

Eran como una gran cruz en la que se clavaba dolorosamente el paisaje.

5 comentarios:

  1. Has "clavao" el ambiente y la naturaleza carpetovetónica.

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  2. Qué tiempos...!
    Me ha encantado la actitud del personaje del herrero, retrata magníficamente la política de ese momento y cómo se actuaba.
    Muy bueno también tu segundo retrato en sepia.

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  3. Lo percibo con una inmejorable metáfora de nuestro presente, cuatro "alcades" luchando por que hacer con ese molino y ganó el futbol o su destrucción, de ambas formas El Quijote se aleja de esta irreconocible comarca.

    Besos muy fuertes,


    TRamos

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  4. No sé si reírme o llorar... el futbol, que ya no es deporte ni nà. El nuevo opio del pueblo.
    Me gustan tus retratos en sepia :) y les veo bastante color de actualidad ;)
    Un beso, vecino bloguero amigo.

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