Para TRACY, que cada martes nos
regala, en bandeja de plata, la tisana caliente de su amistad y su sonrisa.
Al fondo de tu playa
el mar se trasmuta en cielo
buscándose entra las nubes.
Sueñas en la noche, pidiendo a las estrellas,
las palabras necesarias para una total epifanía.
Vives con la soledad nerviosa de la hormiga,
con el ansia de colores de la mariposa.
Con el nervio caliente de “quejío”,
de una bata de cola bordada con lunares
de luceros y sonrisas.
Los pájaros esperan callados
la música caliente que regalas,
en mañanas encontradas
por caminos recorridos en soñadas singladuras.
Estos versos quieren darte las gracias
por tu bella realidad consoladora,
por tu amistad alada,
porque a pesar de los sueños,
todos los caminos te lleven siempre
a una alegre y luminosa tierra firme.
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