jueves, 19 de mayo de 2022

LA REGATA


 

El desahucio estaba previsto para el viernes, pero debido a la llegada del Rey Emérito, y por la falta de agentes de la autoridad, necesarios para llevar a cabo la orden judicial, dicho desahucio fue aplazado hasta la semana siguiente.

Aquella pareja de viejos campesinos gallegos, que no habían sido capaces de soportar las dos crisis seguidas, terminarían por perder su casa y los campos colindantes.

Ellos, que solo se habían dedicado a trabajar y no sabían de Corinas, cacerías, emiratos, comisiones y otras zarandajas, agradecieron al Borbón el poder dormir unos días más en su casa de toda la vida.

Era "engordar para el matadero".

Seguro que ellos sentirían sobre sus cansadas espaldas, el inexorable peso de la ley.


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