El 2 de mayo 2011,
escribí este poema, al comentar un pequeño libro titulado “Indignaos”, de Stéphane Hessel, prologado por José Luis
Sampedro.
Observando aconteceres
y sufriendo dolorosos retrocesos,
entiendo que no es malo recordarlo, si no queremos perder aquello que tanto nos
costó conseguir.
REBELATE
Desencadena los recuerdos,
abre las puertas de los silencios
y pon a orear los sentimientos.
Grita al mundo lo que callas
y olvídate de las lecciones
aprendidas a golpes de cilicio.
Ha llegado el momento
de desmenuzar con las manos las consignas.
De olvidar asignaturas inservibles,
de ponerle nombre a los engaños
y apellido a los cobardes.
Ya va siendo hora
de sacarle réditos a las verdades,
de mirar de frente
a los que han querido enterrar la inteligencia.
Hora de alumbrar con las preguntas
los lúgubres y pálidos silencios.
Hora de olvidar las palabras sin orillas,
los mares sin cadencia,
los semáforos en rojo
y los decrépitos otoños.
Habrá que desempolvar las viejas barricadas,
habrá que
llenar de grafitis las conciencias,
de anegar con playas los asfaltos.
de sorberse las lágrimas de rabia.
Pero tienes que hacerlo tú, muchacho,
que estás hecho con el mármol de los dioses.
Yo empiezo a tener los labios arrugados
y mi voz
suena a asma y desengaños.
Tienes que hacerlo tú
que tienes las llaves de todas las coartadas.
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