Ya que yo no
puedo,
debería venir
el mar a verme.
Que venga sin
regalo
que solo con su
b(risa) es suficiente.
Al ser posible,
que se ponga
ese traje azul de día de fiesta
y no se alise
las puntas de sus olas,
que tanto le
favorecen.
Le pido
solamente
que traiga un
puñado de arena de la playa
para curar este
tacto
que ha perdido
sensaciones,
una caricia de
ala de gaviota
y una sonrisa
de niño haciendo su castillo.
En esta
soledad,
con rumor de
vacía caracola,
me viene a la memoria
la ondula
quietud de sus crepusculares aguas.
En este exilio
de primavera desnortada,
una pequeña
estela es suficiente
para que se
alumbre el alma
con su claror
de amores y leyendas.
Ahora que la
luna
sale a pasear
por las terrazas
llenando de luz
y ansias los recuerdos,
un poco de ti,
recordado mar de eternidades,
sería el
acompañante necesario,
para estas
noches de sonámbulo
tropezando con
sueños incumplidos.
Te comprendo.
ResponderEliminarBesos.
¡¡Jolín!!, yo también quiero.
ResponderEliminarUn abrazo.
Siempre nos quedará la poesía.
ResponderEliminarUn abrazo.
La poesía es buena compañera en estos días, tan buena que hasta te llevará el mar , ya lo verás .
ResponderEliminarUn abrazo .
Es precioso, me ha encantado.
ResponderEliminarUn beso.
Se añora ese chapotear continuo en el que se mece la luz de la luna.
ResponderEliminarUn abrazo.
pues ya que sale, que se pase por mi casa, que muy lejos no le queda....
ResponderEliminarQué venga pues el mar tan ansiado!!!
ResponderEliminarBesos al alma en esta tarde de mayo... Otoño o primavera adentro.
Has conseguido dotar a la imagen de unos efectos y contrastes preciosos, Juan. Además se complementa a la perfección con tus letras, que abren sus ansiosos brazos llamando al mar. Bello trabajo.
ResponderEliminarMi felicitación y mi abrazo, amigo.
Es precioso tu poema Juan!
ResponderEliminarMe encantó.
Hay que cerrarlos ojos para verlo, tengo grabados los murmullos de las olas y a veces los dejo de fondo. Preciosa e inspiradora poesia. Un abrazo
ResponderEliminarQué dulces versos, teñidos de la nostalgia del mar y de esa imagen, de mujer, supongo
ResponderEliminarPrecioso poema. Un abrazo grande y por el mar, tu mar, nuestro mar.
Preciosa oda al mar y a todo lo que acompaña cuando lo miramos y lo sentimos de cerca. Emotivo, Juan, me ha encantado cada metáfora.
ResponderEliminarMil besitos para ti y feliz tarde.
Cómo se echan en falta esas pequeñas cosas que no valorábamos los suficiente porque las habíamos convertido en rutina.
ResponderEliminarUn abrazo.
Con ese poema a la mar te la llevas de calle.
ResponderEliminarSi consigues lo que le has pedido, dile que baje un poquito más y venga a verme a mí también.
Un abrazo fuerte.
¡¡Seguro que os veis pronto!!!
ResponderEliminarAbrazos
Puestos a pedir,me encanta tu elección.
ResponderEliminarY ya que somos insomnes,que las olas traigan todas las fores del mar con su olor a salitre...
Besucos de pronto lo podrás cumplir,amiguco
Gó
Juan, cuánta nostalgia de tantas cosas en estas semanas de aislamiento... El mar está ahí, sanándose un poco seguramente, y seguro que extrañándote también.
ResponderEliminarVan varios poemas tuyos que después de leerlos me dan muchas ganas de abrazarte fuerte. Éste es uno de ellos.
Besos
Añoranza a ese tu mar. Saludos amigo Juan.
ResponderEliminarNo hay más que leer estos versos, para apreciar con claridad, que esa mar, no es que no te visite, no. Es que ya habita dentro de ti. Una cierta tristeza que debes sacudir, parece que no te deja verlo. Respira profundo amigo y removerás esa brisa interior para que refresque tu ánimo mientras no llegue el momento, que ya no está lejano, de volver a la cercanía de la mar, donde caricias de sal, masejean los pies.
ResponderEliminar¡Cómo te entiendo! Los que llevamos a la mar la tenemos en los adentros, se nos palpa la nostalgia de ella, por verla, olerla, sentir como acaricia su brisa nuestra cara, el sonido armonioso de las olas...
ResponderEliminarEmotiva oda a la mar, los sentimientos te afloran...
Pronto la verás y será una gozada enorme.
Un beso con salinas
No tardaremos en pasear por su orilla para que las olas nos acaricien los pies Juan. Preciosas letras.
ResponderEliminarUn abrazos.