CORTAR
Y PEGAR, O ALGO PARECIDO.
Dado que este martes ando
algo ocupado en cosas de casa y estoy más liado que el testamento de una loca
con un tutorial de photoshop, me vais a permitir que en vez de mi entrada de
los martes os invite a leer una parte sustancial del artículo de Ana Santos
Sainz, publicado en InfoLibre el viernes pasado, llamado Elogio de la Vejez.
Por lo que a mí respecta,
no tiene desperdicio. Aunque naturalmente, juego con ventaja: me siento
concernido y halagado.
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Que no se enteran de nada… Se enteran de lo que quieren y les interesa. Son
selectivos. Tienen una mirada inteligente de la que deberíamos aprender.
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Que lo tecnológico no va con ellos… Porque no les interesa. Y no me extraña.
Perder el tiempo durante horas con el móvil o con las redes sociales, a mí
tampoco me interesaría. A raíz de la pandemia muchas personas mayores han usado
la tecnología para conectarse con sus familias. Cuando quieren bien que
aprenden a usar los móviles y los ordenadores.
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Que se cansan… En realidad, la mayoría de ellos tienen más energía y vitalidad
que muchos jóvenes. Mi madre, de 79 años, se levanta cada día a las 7 de la
mañana y no para de hacer cosas durante toda la jornada. Tiene más energía que
yo.
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Que su ritmo es lento… No lo es. Es pausado y reflexivo. ¿Para qué agitarse y
correr todo el día, si puedes hacer lo mismo con un espíritu tranquilo y
armónico?
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Que no se mueven mucho, que son personas sedentarias… No he visto un grupo de
edad que camine más que las personas mayores. En distintas versiones. Solos, en
pareja o en grupos de amigos. Pero siempre hay gente mayor caminando por la
calle, en los parques… No paran.
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Que son conservadores y antiguos… Son más abiertos y tolerantes que muchos
jóvenes. Su dilatada experiencia vital les ha aportado comprensión y apertura
mental.
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Que no se adaptan, que no cambian... Pero lo cierto es que después de todo lo
que han pasado, se adaptan a todo. Son todoterreno. Se amoldan a lo nuevo y se
apropian de ello. Por ejemplo, en los puntos de reciclaje que hay por la
ciudad, es muy habitual ver a personas mayores reciclando el vidrio, el
plástico y el papel. Y yo en mi casa tengo que ir detrás de mis hijos
adolescentes para que reciclen adecuadamente cada material en su sitio.
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Que son cerrados…Todo lo contrario, son muy abiertos y cercanos. Siempre están
dispuestos a dialogar. Cuando dan un paseo con amigos no paran de tener
conversaciones fluidas. Se paran, debaten, discuten, siguen caminando. Cuando
van a hacer la compra, en cualquier lugar siempre están dispuestos a hablar y
comunicarse con los otros. ¿Cuántas veces hemos conversado con la señora mayor
que espera con su carro de la compra a que la atiendan en la frutería?
Humanidad y cercanía no les falta.
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Que ya no son productivos… ¿Improductividad?… Es una de las etapas más
productivas. Pero más a nivel personal que social (como se entiende hoy la
productividad social, que es el trabajo…). Tienen todo el tiempo libre a su
disposición. No paran de hacer cosas. Su cabeza y su cuerpo siguen en acción.
Energía y vitalidad tienen de sobra, ganas de hacer… siempre.
Además,
están ejerciendo un papel fundamental de contención, apoyo y sustentación de
sus familias. Mantienen a jóvenes que no han podido emanciparse por no encontrar
trabajo, o tener uno con un salario imposible de compatibilizar con un alquiler
o la compra de una vivienda. Acogen a sus hijos, que han tenido que volver a la
casa de sus padres porque se han quedado en paro y no consiguen encontrar otro
empleo. Cuidan a sus nietos porque sus progenitores no pueden conciliar. Sacan
a pasear a los perros porque sus hijos tienen unas jornadas laborales
asiáticas.
Siempre
están ahí, dispuestos a ayudar y apoyar a los suyos. En definitiva, un colchón
de amortiguación y sujeción familiar ante los problemas actuales de paro, de
precariedad laboral y de conciliación que el Estado no logra paliar.
Queda
claro que habría que revocar la imagen negativa estereotipada de este
colectivo. Carece de veracidad y es perjudicial para su autoestima. Muchos la
acaban interiorizando.
Se
trata de reconocer, valorar y ensalzar su labor. De desactivar los clichés
sobre las personas mayores y positivizar la imagen que gira en torno a la
vejez. E ir más allá. Darles voz, mayor protagonismo activo en la sociedad. No
expulsarles de la rueda dinámica social. Creando espacios de participación y
protagonismo.
Terminaré
con una cita de Marco Tulio Cicerón, el gran filósofo y jurista latino.
Teniendo 62 años, escribió De Senectute, un sentido elogio de la vejez. En ese
libro nos muestra a Catón el Viejo, un vigoroso anciano de 84 años, conversando
con dos jóvenes admiradores suyos. En un pasaje el viejo Catón atribuye los
defectos achacados comúnmente a la edad al propio individuo y no a la vejez en
sí misma. Los jóvenes se admiran de la intensa actividad desplegada por el
octogenario y este da sus razones para no renegar de la vejez y aceptarla como
una etapa más de la vida, rica en dones y placeres.
De pequeños: Qué nos deparará la vida?
ResponderEliminarA mediana edad: A seguir luchando dentro de un marco, supuestamente descubierto.
Durante la ancianidad.: Se aprendió a relativizarlo todo. Experiencia procesada. A veces hartura mundana.
Pues qué más se puede pedir a la vejez, ¿no?. Respuestas excelentes nos traes. Sea copia y pega o inventado :-)
ResponderEliminarUn abrazo
Adhiero totalmente, aunque ahora ya me queda chico el vestido de lo que me inflé con los elogios, un abrazo Juan!
ResponderEliminarLa edad no es lo que tienes y luces la edad depende del lado derecho de tu mente
ResponderEliminarUn abrazo genio del poema
Es de esas lecturas que te predispone el ánimo para bien ;)
ResponderEliminarUn abrazo.
Pues.. no se que decirse, todo el artículo no descubre nada nuevo bajo el sol, todo ello es cierto y lo saben unas culturas donde lo viejo por serlo ya se le respeta, al "viejo/a" se muestra como persona que conoce, que ha vivido y que tiene mucho que mostrar y enseñar a la gente joven; hoy parece que los jóvenes nacen sabiendo de la vida y no tienen ni remota idea, pero ahí están, se creen que estarán siempre hechos unos pimpollos, bebiendo, follando y peleándose para ascender más alto y sin que pase por su magín algo que se llama reflexión. Es lo que hay.
ResponderEliminarSaludos
De acuerdo totalmente, hay viejos con veinte años y jóvenes con noventa.
ResponderEliminarBuena tarde Juan.
Sencillamente un texto impecable con verdades como puños.
ResponderEliminarMás respeto y reconocimiento hacia esas personas habría de haber, en una sociedad,cada día más escasa de valores.
A esa etapa más pronto o más tarde vamos a llegar,tal vez no todos.Así que a atarse los machos y reflexionar.
Gracias por traer tan acertado y bien escrito artículo para compartirlo con nosotros.
Un abrazo Juan.
Pues muy de acuerdo con ese artículo amigo mío. Hay personas mayores con más vitalidad que algunos jóvenes y otros dependiendo del trabajo que han desarrollado manejan mejor las nuevas tecnologías que muchos jóvenes.
ResponderEliminarUn aplauso y muy acertado. Gracias por compartir tocayo.
Un abrazo y buen mes de junio.
Suscribo de principio a fin tu "corta y pega".
ResponderEliminarLa edad sólo es un número la vida pertenece intacta en el alma y esa no envejece nunca.
Es importante reivindicar los valores de esa etapa de la vida en unos momentos que lo que prima es lo bello, lo joven y los cuerpos diez.
Un abrazo para tu joven alma.
Nada que agregar. Saludos amigo Juan.
ResponderEliminarContigo siempre se aprende. El valor de la reivindicación es imprescindible en nuestra existencia.
ResponderEliminarUn beso.
Para recuperar la autoestima, si es que alguna vez se ha perdido :-)
ResponderEliminarUn abrazo.
Boa tarde meu querido amigo. Juan obrigado pela matéria.
ResponderEliminarSe puede firmar debajo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Aleccionador y brillante articulo. Gracias por traerlo, si no te importa lo compartiré con algunos amigos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Muy bueno el artículo de Ana. La juventud y los políticos deberían leerlo para darle a la vejez el sitio que merece en nuestra sociedad. En la antiguedad eran considerados auténticos maestros de todas las materias por su experiencia y conocimiento de la vida. Gracias por traerlo, Juan.
ResponderEliminarMi abrazo agradecido y feliz jueves, amigo.
Acertada copia y pega amigo. Toda una realidad a tener en cuenta... Por unos y otros!
ResponderEliminarAbrazos Juan.