El
otoño es una congoja
que
despide a las hojas que caen
y
al viento que las mece.
El
otoño es la ceniza,
de
algunos amores que nacieron en verano.
El
desaliento de las rosas,
que
lloran con gotas de rocío.
Los
últimos náufragos de un verano finiquito.
El
atardecer de un mar que se desboca.
La
gaviota que busca las cometas.
El
otoño, sobre todo este, es:
el
óxido que mancha las sonrisas,
el
barro que ensucia los paisajes,
el
agua que anega las cosechas,
Este
otoño es,
ese maldito rayo
que asusta golondrinas,
esos inmisericordes
truenos
como el ruido
triste de una “mascletá” ,
a la que no sigue
el alegre
colorido de los
fuegos de artificio.
Odio este otoño,
que la tierra donde
habito no merece.
Este otoño que
olvida,
que aquí nace la
luz y la esperanza,
que aquí se
inventaron los colores.
que las flores no
saben de estaciones,
que el trabajo y
las cosechas
no entienden de
almanaques.
Odio a este otoño
traicionero,
que sabiendo que
las puertas
están siempre
abiertas a la esperanza,
se aprovecha
para llenar las
casas de barro y de tristeza.
Es muy triste todo lo ocurrido, pero no hemos de odiar por ello, el clima lo estamos alterando nosotros, la especie humana.
ResponderEliminarUn abrazo.
Juan, esta gota fría que ha jodido a varias comunidades y provincia y sobre todo a muchas personas, no ha sido en otoño, ha sido todavía en verano, un verano raro, con calores extremos ¿seremos los culpables?.
ResponderEliminarUn abrazo.
Conmovedor tu poema...
ResponderEliminarPero aún no es otoño. Sigue siendo verano por mucho que nos acongoje.
Si supiéramos vivir acorde y a tono con la naturaleza, y dejar el curso de los ríos intacto
y nos creernos dioses dispuestos a dominar todo, incluso lo que no es dominable...
Triste es lo acontecido, y transcurrirá mucho tiempo en volver a recuperar esa zona maravillosa del Mediterráneo que es la huerta de España, y de Europa.
Abrazosssss
Con todo el lamento de tus versos, las quejas de las estrofas, le das un brinco a la poesía y duele menos tus lamento. Es un poema perfecto con luz que se escapa entre las comas. Un abrazo
ResponderEliminarSolamente la poesía, en este caso la tuya, puede suavizar el dolor de tu tierra por la catástrofe que está padeciendo, pero cuando hay personas muertas ya no hay forma de consolarse, sólo es posible amansar la rabia-
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Ese Otoño no puede gustarle a nadie.Es muy duro lo ocurrido,amiguco y menos mal que ya va pasando
ResponderEliminarHay veces que la Naturaleza se enfada y no sé si seremos cómplices ,por todo cuanto tocamos ,porque está cambiando hasta su armonía
EL poema tiene mucha fuerza y aunque triste es inmenso!!
Besucos y a ver si todo se va solucionando poco a poco
Gó
Sentidos lamentos de versos para un Otoño cruel. Saludos amigo Juan.
ResponderEliminarDespués de escribir un poema como el que has escrito,con un dolor vivo que se aprecia en cada estrofa. Ya parece que duela menos la gran desgracia que la gota fria ha traido a vuestras tierras, arrasando unos campos y unas calles y todo lo que le venia al paso. De veras que ha sido temendo. Espero que con las ayudas del gobierno puedan mitigar tanto como hay que rehacer. Aunque los desaparecidos y sus familias, tendrán peor consuelo. UN abrazo granden y cariñoso
ResponderEliminarEn mi tierra de adopción ha pegado duro esta DANA, antes gota fría. Tierra de pasiones, que pasa de nada a todo de forma visceral, sin límites, en unos minutos. Lo mejor, que gracias a la prevención (y a los informes meteorológicos de las teleles, cada vez más precisos), solo ha habido 6 muertos (la mayoría por imprudencias). Lo peor, la gente que ha perdido muchas, si no todas sus pertenencias (mi abrazo sobre todo a los agricultores, tan cercanos). Y un nuevo aviso a los planificadores de territorios, empeñados en construir en zonas que siempre pertenecieron a estas aguas inexistentes o excesivamente apasionadas.
ResponderEliminarJuan, es siempre un placer leerte, no me pierdo ninguna de tus entradas, aunque no siempre te deje mi comentario. Un abrazo.
Duelen tus versos en este final de verano, duelen como duelen las noticias que nos han ido llegando cada día sobre lo que se está viviendo en algunos pueblos. Un abrazo.
ResponderEliminarHola Juan.
ResponderEliminarQuizá la culpa no sea del otoño, que simplemente se ha limitado a cumplir con el papel que le hemos encomendado desde el raciocinio.
Un abrazo.
No, no es el otoño, es el hombre que cubre las cercas y asfalta cada vez mayores superficies, por eso se impermeabiliza el suelo, lo que impide que el agua se absorba por la tierra y facilita el que con gran rapidez las aguas lleguen a los cauces de los ríos a través de desagües y cunetas, desbordándose y causando catástrofes.
ResponderEliminarTu otoño poético está totalmente justificado, pero el que vendrá será como siempre hermoso y lleno de coloridos ocres y dorados.
Un abrazo.
No, Juan, la culpa no es del otoño sino del hombre que con su afán de sacar provecho construye sin respetar la Naturaleza y sus leyes que mandan que el agua fluya por donde siempre, cuesta abajo... Bien es cierto que este año otra vez y con más destrozos aún, ha llovido de más. Una tragedia para el campo que se va a quedar sin tierra buena y para sus trabajadores que han perdido su medio de vida, sus casas e incluso algunos la vida...
ResponderEliminarTu llanto es poesía, a pesar de todo...
Un gran abrazo
Un negro avance de un otoño que aún no acabó de llegar, barro y lágrimas...Besoss
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