Tratando
de reconocerme,
he
vuelto a mirarme en el espejo
que
me ha devuelto,
una
extraña fotografía
envuelta
en vaho de tristeza.
Una
pegajosa angustia
evita
que pueda pintar los corazones
que
el empañado cristal me obliga.
A
esa mirada que veo reflejada
en
un azogue de silencios,
es
como un crepúsculo negro y sin estrellas
que
empieza a tener color de olvido.
Hay
trozos de vacío,
en
esa desconocida cara hastiada de imposibles,
donde
el tiempo, inmisericorde,
anota
sus razones,
esas
que irremediablemente nos llevan al olvido.
Tendré
que acostúmbrame,
a
esta penúltima mascara que me observa,
o
definitivamente, dejar de mirar a los espejos,
para
evitarme mayores sufrimientos.
Volveré
a mírame cuando la luz
borre
las arrugas que impone la tristeza.
¡¡Anda!!, ¡¡anda!!, hoy no te has levantado muy optimista. Alégrate que lo mismo podemos salir en unos días.
ResponderEliminarUn abrazo.
Ya veo que el confinamiento te vuelve un poco pesimista en tus visiones. Pero esto ya se acaba y el sol resplandecerá más intensamente.
ResponderEliminarUn abrazo.
Contrastan bastante la belleza de las palabras con los sentimientos que transmiten.
ResponderEliminarUn abrazo.
Juan, yo hace tiempo que dejé de mirarme en los espejos. A ti te veo bien, ya quisiera yo tener esa mata de pelo :) Y si le das la vuelta a tu foto, mira el paisaje tan hermoso que te está esperando.
ResponderEliminarUn abrazazo.
Lo espejos reflejan las arrugas, los verdugones del tiempo y la vida, pero la realidad es que quien habita debajo, tiene mucho más vitalidad de la que dicen los espejo. Hay casos en que es la revés, pero vaya, en tu caso seguro que no
ResponderEliminarUn abrazo grande y a por esta tarde, con un solecito que enamora.
Un barazo
El espejo no refleja más que el presente, nunca el pasado ni el futuro. :) Hazle caso a diego: Gira la foto y estarás mirando el paisaje soleado que nos espera pronto :)
ResponderEliminarAbrazote grande, aquí sin distanciamiento.
Dicen que el reflejo es el espejo del alma en que nos sentimos los días oscuros y no nos deja ver la verdadera belleza que se esconde!
ResponderEliminarEl poema me encanta.
Besitos y abrazos cariñosos Juan.
Precioso texto Juan, la verdad que me encantó.
ResponderEliminarTe dejo un beso grande al alma y que tengas un excelente día.
El tiempo como escriba de las emociones... y es que, cuando ellas dictan no hay tinta conocida para borrar algunos trazos.
ResponderEliminarMuy sentido tu poema, Juan.
Mil besitos para tu día.
Dicen los sabios pensantes que hay que hacer de la vida una obra de arte. Y me parece que a ti,Juan, te pasa lo que a mi. Que sabiendo que estamos escribiendo los últimos capítulos ( y por los dioses, que los haremos tan largos como sea posible), nos fastidia que venga esta "mosca cojonera" a tocarnos los colgantes y distraernos las musas.
ResponderEliminarVa venga Juan! ¿nos echamos otro brindis de Valdepeñas?
Abrazote!
¡Anda ya!, si estás hecho todo un chicarrón guapetón de Valdepeñas.
ResponderEliminarTe invito a unos vinos en el chiringuito que parece verse al fondo de la foto. ¡Claro!, tú no le ves porque estás despaldas, ¡date la vuelta!. Ya sabes del confinamiento al chiringuito ¿Vale?
Que no se diga, a ver si hemos estado aguantando y al final nos vamos a aflojar.
Y no olvides que la arruga es bella, es nuestro mapa vital, pero si a ti no te gustan no pasa ná, espero que esta sonrisa esbozada en tu fotografía, se haga más amplia cuando leas esta entrada, jajajaja.
¡Venga que aquí está Pedro Sánchez diciéndonos cuando podemos ir a ese chiringuito con ese magnífico césped!
Besos alegres de mi parte.
Todos te animan yo también, pero te entiendo perfectamente, hay que ser muy fuerte para no tener momentos de flaqueza. Puede que el espejo nos esté avisando del tiempo que estamos perdiendo y que jamás volverá.
ResponderEliminarUn abrazo.
Pues mira, yo ya estoy acostumbrado a las mascaras que me devuelve el espejo y hasta me río. No me queda otra.
ResponderEliminarSaludos.
Si Juan, cuando el cristal de la tristeza se difumine todo lo verás de otra manera. Nuestra mente divaga entre la luz y la oscuridad. Somos humanos y cuando nos paramos a ver nuestros límites nos venimos abajo...Pero también tenemos un espíritu que no envejece y nos mantiene al pie del cañón, amigo.
ResponderEliminarMi abrazo y mi ánimo siempre.
Veras menos arrugas y menos tristeza si estás mas animado, hoy por hoy la actitud positiva es terapeuta. Abrazos poeta
ResponderEliminarUn gran poema, Juan.
ResponderEliminarEscribes muy bien, conmueves siempre.
Un abrazo muy fuerte-
Besos
Juan, hoy me entraron ganas (más) de darte un enorme abrazo. Y pienso que aún tienes suerte de tener la poesía para expresar estas emociones y que no se enquisten. El poema, pese a su tristeza o tal vez por ella, es hermoso.
ResponderEliminarBesos y un abrazo apretado
Conmovedor poema amigo Juan donde me veo un poco reflejada......... Saludos a la distancia.
ResponderEliminarENTRE SÍLABAS TRABADAS.
ResponderEliminarTrato de reconocerme entre trozos de vacío.
Tramos olvidados que desfilan por campos embarrados de negras trufas.
Tráfico sin retorno entre tréboles deshojados de esta triste primavera.
Trémula despedida en el último trecho del recorrido.
Yo veo a un señor muy guapetón, enga Juan, se irá pasando. Estamos aguantando como jabatos y tenemos que seguir así, ya estamos más cerca de la meta, ah ya lo dijo Dominguez: "la arruga es bella", son las lineas de nuestras vidas, lo más nuestro que tenemos. Todos hemos tenido horas bajas, miarma...
ResponderEliminarBesos.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarUn poema claro y sentido de una realidad reflejada... Si es real, no cabría la tristeza!
ResponderEliminarNo obstante empiezo a ser consciente que, ciertas personas, debido a su sensibilidad o bien a un algo que las distingue de cierta mayoría, como si percibiesen algo más, se viven a sí mismas, a cierta edad, con mayor intensidad...
Como si la edad no fuese con ellas!!
Gran abrazo Juan.