Tensar el ánimo,
coger las bridas,
desmigar el dolor y el sufrimiento,
restañar y dar vida al sentimiento
olvidando el dolor de las heridas.
Pintar sobre el escudo de tu enseña
el rojo corazón que se
precisa
para ponerle al dolor una sonrisa,
haciendo del amor tu santo y seña.
Poder seguir gritando al viento
con sonido agridulce
de campanas.
Borrar con tus canciones la mentira
y pintar de colores el cemento,
poner flores de sol en las ventanas
que ahuyenten las negruras de la ira.
Muy buen consejo, Juan, un abrazo!
ResponderEliminarSabio consejo lleno de luz.
ResponderEliminarBesos.
Buen consejo y no hay forma mejor de decirlo que cn ese gran soneto. Un abrazo.
ResponderEliminarEs una recua de consejos excelentes, porque hay que estar mientras se está.
ResponderEliminarUn abrazo grande.
Empiezo por el principio, tú ventana me ha cautivado con sus gitanillas reventonas de color, si no fuera un dibujo seguro que ganaría el concurso de ventanas y balcones que se celebra estos días aquí.
ResponderEliminarY del poema decirte que cada uno de sus versos es un mantra a repetir al levantarse por la mañana, para tenerlo presente ¿quién no necesita olvidar el dolor de las heridas o ponerle al dolor una sonrisa? Y así verso a verso confeccionar un programa de vida.
Muchas gracias acompañadas de beso y abrazo.
Una ventana a la esperanza, cargada de buenas intenciones con tus consejos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Todos debemos hacer de tripas corazón en muchas ocasiones y que mejor manera de hacerlo con ese bello soneto compuesto, cada mañana, cada noche y en cualquier instante.
ResponderEliminarPrecioso tocayo Juan.
Un abrazo.
Cuando los dioses se conjuran para golpear al mismo tiempo tus circunstancias, no hay ventana, ni flores de sol, ni sonrisa que pueda amagar el dolor que te producen sus golpes.
ResponderEliminarDos cuartetos más dos terceros endecasílabos, bello soneto.
ResponderEliminarUn abrazo
Buen consejo, Juan, es para ponerlo pinchado en el frigo y leerlo al levantarse.
ResponderEliminarAbrazos.
Me gusta el tono positivo y de esperanza que destila.
ResponderEliminarUn abrazo.
Bonito soneto donde la esperanza está puesta en el amor sanador de todas las desdichas,haciendo de él el santo y seña.
ResponderEliminarAbrazos Juan.
Colgando de la ventana versas un soneto que desgrana consejos, todos nos sirven ojala los sigamos. Un abrazo
ResponderEliminarBoa tarde Juan, impossível não se apaixonar pela sua pintura e poesia.
ResponderEliminarGracias por darnos tu arte y tu forma de pensar abrazp
ResponderEliminarMe encantan tus sonetos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Muy buen consejo. Saludos amigo Juan.
ResponderEliminarSugerencias necesarias amigo.
ResponderEliminarLa imagen, al hilo de las palabras.
Abrazo Juan.
Juan, esa ventana con el ramo de flores rojas, resume gráficamente la idea principal de tu poema:
ResponderEliminar"Pintar sobre el escudo de tu enseña
el rojo corazón que se precisa
para ponerle al dolor una sonrisa,
haciendo del amor tu santo y seña."
La grandeza del corazón renueva y cura el alma de heridas, odios y frustraciones.
Mi felicitación por los aires de renovación, que nos trae tu hermoso posma.
Mi abrazo y mi cariño, amigo.
Qué buen consejo!
ResponderEliminarme asombras a diario
ResponderEliminarUn comentario destruiría lo que siento
Un abrazo en silencios
La belleza floral inclina a cierta sensibilidad
ResponderEliminarSí, tiempo de petunias y surfinias en las ventanas que alegren el alma con su colorido.
ResponderEliminarGenial.
Besos