Me
entrego a vosotros,
más
no permitáis, por ello,
que
pierda mi propia libertad.
Vengo
dispuesto a rendirme
y
entregarme sin armas y deseos.
Os
ofreceré lo que he sido
y
me doleré de no daros,
aquello
que se perdió,
entre
lágrimas y arrugas.
Dejadme
la libertad.
Esa
que me hizo equivocarme
y
dar versos de ciego,
cuando
sólo pretendía claridades.
Me
entrego a vosotros,
sin
pedir nada a cambio.
Pero
no me obliguéis
a
renunciar a la espiga y al vuelo,
al
mar y sus auroras,
a
la piel y las caricias,
al
amor y sus delirios.
Me
entrego como soy:
una
triste amalgama
de
recuerdos y nostalgias,
un
viejo calendario con fechas amarillas,
la
comprobada certeza
de
que no existen los milagros,
la
rama que se seca
sin
pájaros ni nidos.
El
tiempo arde y se consume
en
esta hoguera de dentro
que
la lluvia de mi otoño no apaga.
¡Aceptarme!
¡¡Que hermoso poema Juan!! Me ha emocionado mucho leerlo.
ResponderEliminarUn abrazo.
El poema es bellísimo, su estructura nos va dando la informacion como pequeños regalos. Ante esa oferta solo nos queda ofrecer nuestros brazos y un lugar en el corazón. Que nunca nos falte la libertad. Abrazucos
ResponderEliminarUn poema que va desmenuzando ese interior cálido, sencillo y profundo, Juan. Un placer leerte y sentirte entregado y libre como un pájaro en vuelo.
ResponderEliminarMi felicitación y mi abrazo por esta maravilla, amigo.
La vida esta llena de pequeñas cosas y una de las más importantes es la libertad de seguir siendo uno mismo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Precioso poema, amigo. Entregarse, entero, verso a verso, sin perder la identidad.
ResponderEliminarUn abrazo
Juan... me has dejado sin palabras... Es tan perfecto... Pufff
ResponderEliminarBesos y por mí, aceptado con un gran abrazo.
Hola Juan.
ResponderEliminarDisculpa que no conteste a tus comentarios, pero es que no paramos en todo el día y bastante tengo con poder escribir la crónica diaria.
Un abrazo.
Un bello poema, lleno de delicadeza y sinceridad al que solo se puede responder abriendo los brazos y recibiéndote. Un abrazo.
ResponderEliminarQUé candor tiene tu poema!!Es una caricia para el alma
ResponderEliminarEntregarse sin perder la libertad,pero dando todo de tí,lo mejor: tu esencia
Yo sí creo en los milagros,este poema lo es!!!
Y si no te importa,me voy a quedar con él(copio y pego en mis documentos)
Besucos poeta de la vida!!
Gó
Juan, quien no podría aceptarte? Un poema hermoso y entregado lleno del sentir de tu alma..... Un placer leerte amigo. Saludos.
ResponderEliminarPrecioso, sin duda yo te acepto como eres, sentimiento y poesía.
ResponderEliminarUn abrazo Juan.
Entregarse pero sin perder la libertad individual, precioso. Me parece generoso, original. La otra entrega es servilismo, esclavitud. Gracias, Juan, por entregarte de esa manera en cada uno de tus textos a los que te leemos.
ResponderEliminarAbrazo.
¡Qué hermoso es tu poema!!
ResponderEliminarMás hermoso aún el mensaje que transmite.
Eres un gran poeta.
Besosssss
Un sincero poema Juan. Sentido y con ribetes de realidad... Pero no todas...
ResponderEliminar"...una triste amalgama
de recuerdos y nostalgias,
un viejo calendario con fechas amarillas,
la comprobada certeza
de que no existen los milagros,..."
Riman, sin duda, pero no las percibo como reales... del todo!
Gran abrazo.
Aceptarte a ti es fácil, aún en esos momentos de claridades certeras.
ResponderEliminarUn poema firmado con la sensibilidad que forma parte de tu ADN.
Besos