Otras personalidades
de aquellos lejanos tiempos que pasaron por “La Quintería” y dejaron su firma,
fueron:
José María Martínez
Val, primer Director del Instituto de Estudios Manchegos, fundado en 1947 e
incorporado al Consejo Superior de Investigaciones Científicas y dedicado a promover la investigación y el estudio de
cualquier materia científica o cultural referida fundamentalmente a la
provincia de Ciudad Real.
Por cierto, lo
sustituyó en el cargo Don Carlos Calatayud Gil, abuelo de Emilio Calatayud,
famoso Juez de Menores de Granada.
Gregorio Prieto,
famosos pintor valdepeñero del que ya os he hablado, precisamente en el día de
su ingreso en ese Instituto de Estudios Manchegos.
Jaime Ostos, torero.
Del que os podría hablar largo y tendido, ya que lo conocí bastante, (fue
padrino de un primo hermano mío, llamado Jaime en su honor), pero no lo hago,
ya que no quiero que esto se parezca a “Sálvame”.
Joaquín Domingo,
barcelonés, 60 veces Campeón de España de billar, 8 de Europa y 3 del Mundo.
Un verdadero ídolo de
la época, que consiguió 5.326 carambolas en una sola serie.
Luis Morales Oliver.
Pasajes de San Pedro (Guipúzcoa), Director de la Biblioteca Nacional,
conferenciante, especialista en literatura mística española y profundo
conocedor de la biografía de Cervantes.
Antonio Casado Alonso,
periodista, que cuando firmó su autógrafo sólo tenía 25 años.
Casado con la también periodista
Carmen Rigalt, y famoso contertulio, tanto en Tele 5 como en Antena 3 y TVE.
Antoñita Moreno,
sevillana de La Puebla del Río, una artista de la canción y la copla, con una
clase y belleza incuestionable, que dignifica esa maleada palabra de
folclórica, ya que supo adentrarse e interpretar todo el variado folclore de las
regiones de España.
Fue la primera mujer
en su profesión distinguida con el Lazo de Isabel la Católica, lo mismo que fue
pionera en actuar en la Plaza Roja de
Moscú, cuando las relaciones entre España y Rusia no eran, ni mucho menos,
fáciles.
Una artista
prácticamente desconocida para las nuevas generaciones, que de haber nacido en
otro país y en otras condiciones sociales y políticas, tendría el
reconocimiento que, su personalidad, belleza y arte, merecen.
Lo dicho, una joya.
ResponderEliminarUn abrazo.
Me llama la atención la caligrafía de las dedicatorias...
ResponderEliminarVaya tesoro que tienes, Juan.
Gracias por traerlas.
Abrazos de domingo
Es curioso, y gratificante, en lo que tienen para ti estas palabras de un ayer que no deja de ser... hoy!
ResponderEliminarAbrazos amigo.
Qué buena manera de atesorar recuerdos!
ResponderEliminar=)
Abrazos, Juan.
Ese libro lo tendrás guardado entre paños de oro. Antoñita Moreno cantaba saetas como nadie, lo recuerdo muy bien desde niña.
ResponderEliminarAbrazos domingueros y hasta la vuelta.
Es una maravilla ver esta memoria viva que constituyen los libros de visitas que posees. Una preciosidad.
ResponderEliminarUn abrazo
Fascinante tu blog nos envuelves en palabras momentos maravillosos que necesitamos para llenar las almas de la bendición que es escribir
ResponderEliminarTienes un reguero de buenas firmas ;)
ResponderEliminarUn abrazo.
Realmente es un recuerdo que quedará ya en la memoria de tu pueblo,en la tuya y en las generaciones venideras
ResponderEliminarConozco a algunos de esos personas de nombre y a otras de verlas en la tele
Por cierto,qué es un TIZNAO,un vino o café?
Besucos amiguco
Gó
Bellos recuerdos compartes. Un placer leerte. Saludos.
ResponderEliminarJuan, conocí a Carlos Calatayud, hijo del Carlos que nombras, abogado ilustre en Ciudad Real, fallecido hace unos años, y conozco a Emilio Calatayud, con quien he coincidido en algunos festejos familiares en Ruidera. Hurgando, hurgando, seguro que también hemos coincidido tú y yo en alguna ocasión :)
ResponderEliminarUn abrazo.
También yo conocí a Jaime Ostos por mi amistad con María Consuelo, su primera mujer. Lo que me ha llamado mucho laatención es su letra ahí hay tela...
ResponderEliminarUn tesoro tus cuadernos de La Quintería.