También pasaron poetas
por “La Quintería”. Poetas que quisieron dejar su firma en este libro del que
os vengo hablando desde hace unas semanas.
Quiero citar en primer
lugar a Pedro Gómez Cornejo Delgado, poeta nacido en Valdepeñas y con el que me
unía una buena amistad, ya que desde jóvenes ambos compartíamos la pasión por
la poesía.
Con este nombre,
publicó su primer libro “En un vértice agudo y penetrante”, en
1969, donde ya dio el primer aldabonazo de lo que después sería su trayectoria
poética. En su dedicatoria del libro recién publicado firmaba: “A Juanito buen compañero en este doloroso y
al mismo tiempo misterioso y sorprendente camino de la poesía, con toda mi
amistad”.
Como es natural y
debido a esa amistad, era cliente diario de “La Quintería” y en su libro de
visitas dejó su autógrafo.
Después, nuestros caminos
se separaron y nos perdimos la pista.
En uno de mis últimos
viajes a Valdepeñas, me enteré que residía en Zaragoza y que había publicado
varios libros de poemas con el nombre de Alonso Cordel.
Pude hacerme con un
ejemplar de “De perdido lugar”,
Antología poética (1969-2005), donde comprobé que aquello primerizos poemas,
que podían escribirse en una servilleta, entre chato y chato, tenían ya la madurez
de un vino reposado y la enjundia de una poética que ya alumbraba una
personalidad arrolladora y distinta.
Ángel Crespo Pérez de
Madrid, también manchego, (Alcolea de Calatrava), poeta, traductor, ensayista,
crítico de arte, profesor y licenciado en Derecho.
Un hombre con
permanente curiosidad intelectual que le llevo a conocer otros idiomas y otras
culturas.
Amigo de Juan Alcaide,
de Carlos Edmundo de Ory y de Francisco Nieva y gracias a ellos descubre y se
abraza al “postismo”, esa nueva corriente, que pretendía ser
una especie de recopilación de todos los “ismos”
anteriores.
En
1.967 se traslada a Puerto Rico, hastiado por los límites impuestos a la
creación, por la política y la cultura del momento.
Tras
su vuelta a España, fija su residencia
en Barcelona, donde trabaja en la Universidad, siendo nombrado Profesor Emérito
de la Universidad Pompeu Fabra.
Sus
traducciones del italiano, portugués, (fue el primero que tradujo a Fernando
Pessoa), y francés, lo llevaron a la concesión del Premio Nacional de
Traducción en 1984.
En
el autógrafo que firma junto al periodista y crítico de Arte Juan José Miguel y
la esposa del poeta Madrilley de Crespo, nos habla de sentir Valdepeñas, como
suya.
Otro
de los poetas que nos visitó fue Luís López Anglada. Militar en el bando
nacional, y herido en la guerra fue un poeta aclamado y premiado por el
Régimen, llegando a ser Premio Nacional de Literatura en el año 1961, por su
libro “Contemplación de España”. No
llegué a profundizar en su poesía, dadas sus posiciones ideológicas, pero la
impresión que me dio en su visita es que era un “bon vivant”, seguramente por
su aspecto, y un hombre agradable y simpático.
En
su autógrafo firma: “Valdepeñas,
Quintería/ Un vaso de bon vino/ ¡Y poesía!”
Y tú me hablas de poesía.
ResponderEliminarPoesía eres tú.
Tú libro de firmas, es un pozo son fondo de personajes bien reconocidos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Juan,vaya trofeo que es ese libro !!La dedicatoria de tu amigo de la infancia te debió de hacer mucha ilusión,verdad?
ResponderEliminarCuántas personas con arte han pasado por la quintería y tú posees el recuerdo, escrito también con su letra .
Pero no me extraña porque los poetas se encuentran,se entienden ,se atraen(aunque alguna vez los haya renegados(sonrisa))
Me alegro de ver toda la cantidad de sorpresas que tienes guardadas
Y es que para poetas..eres tú un gran ejemplo
Besucos
Gó
¡¡Que libro!!, ¡¡que joya!!.
ResponderEliminarUn abrazo.
Sí que parecía un bon vivant!
ResponderEliminarAbrazos Juan.
Nunca pierdas de vista ese libro lleno de recuerdos, lleno de historia.
ResponderEliminarUn abrazo.
Tienes joyas de un tiempo. Tienes la memoria viva de un tiempo y unos artistas. Qué lujo, amigo.
ResponderEliminarUn abrazo
Ese libro de firmas es un tesoro.
ResponderEliminarYa creo que Valdepeñas es un pueblo de grandes sorpresas.
Besos