Fotografía de Internet, tratada con photoshop.
EN ESTOS DÍAS…
Quiero una España mañanada
donde el odio y el hoy no maniaticen.
(Blas de Otero)
En estos días
oscuros
de silencios y
rejas programadas,
cuanto más
necesarias son
la luz, la
verdad y una lección de claridades,
hay quien se
afana
en hacer de las
palabras un coro de ladridos,
de modular las
verdades a su antojo,
en poner en el
pecho del vecino,
la diana roja
del escarnio.
De robar la
bandera que es de todos,
para tapar con
ella,
sus trazas de feriantes,
de trileros,
mentirosos,
pendencieros,
busca pleitos,
demócratas de
conveniencia,
que sólo la
utilizan en su propio beneficio.
Y mientras,
¿qué hacemos
los que supimos huir de la quema,
los que
heredamos el mandato de los sueños,
los que usamos
la palabra,
sólo para
contar certezas,
los que supimos
olvidar todas las afrentas?
Les dejamos
para ellos la bandera,
(total, un
trozo de tela),
pero no dejemos
que nos roben las auroras.
Alguna vez
tendremos que decirles
que nuestra voz
está hecha de hielo y relámpago
de paciencia y
azogue,
de libertad y
grito.
Hace una vida,
nos obligaron a
otras mordazas
y no pudieron
evitar
que la verdad
fuera nuestra eterna compañera.
Hace una vida
nos inocularon
a conciencia,
pero no fueron
capaces
de detener
nuestro vuelo
a pesar de
vuestros trágicos piquetes.
Por ello, ahora
os digo,
que sois la
triste fotografía, en blanco y negro,
de algo que ya
no habita en las conciencias.
La triste y
macilenta escoria
de una historia
ya pasada
que nada tiene
que ver
con esta
alegría de ahora,
con este himno que nos nace,
desde dentro de
la luz y la memoria.