domingo, 31 de diciembre de 2017
viernes, 29 de diciembre de 2017
miércoles, 27 de diciembre de 2017
CALIMOCANO
Si vas al diccionario, seguro que no
vas a encontrar la palabra “calimocano”,
no existe. Hay una parecida, (calamocano),
que es seguro la misma, solo que recogida de forma irregular, por alguien que
se encontraba dentro de la definición que justifica a las dos palabras.
En la Mancha, o al menos en Valdepeñas, calimocano se dice de aquél que está
un poco embriagado, azumbrado. No llega a estar como una cuba, pero la “torta”
ya empieza a dorarse en el horno.
Otra acepción familiar de la palabra “calamocano” es la de persona que
chochea, aunque siempre que la he utilizado o la he escuchado ha sido para
señalar a alguien que estaba a unos pasos de la borrachera.
Siempre me gustó esta palabra, por su
sonoridad antigua, como de trabalenguas y ahora que reparo, le encuentro una
cierta concomitancia con la moderna “calimocho”,
aunque esta nueva, bastante mas simple y menos eufónica.
Pero ese calimocano me quedó grabado para siempre, cuando en el año 1.951
durante el bautizo de unas nuevas tinajas en la bodega de Antonio Sánchez Ruiz,
amigo y compañero de la tertulia “El San Borce”, (de la que yo era miembro), el
poeta y maestro Juan Alcaide, bautizó esas tinajas, poniéndole a una de ellas
el nombre de “Calimocana”.
Este es el soneto- crónica de aquel
bautizo, nacido de la pluma de Juan Alcaide:
“Calimocana”, “Naufraga”,
“Sombría”…
Fueron quedando con su nombre impreso.
Más que yeso, fue tacto, boca, ¡beso!
Y el barro se hizo carne que sentía.
Y toda la bodega se movía,
Caliente por la lumbre de aquel yeso.
Sudábale el empotro, fuerte y tieso,
Pues todo el costillaje le crujía.
“San Borce”, con su pluma y con su bota,
Levantaba hacia Dios la pingorota
De su grácil montera de demente.
Y Dios paraba el barco, poco a poco…
Y cada corazón- divino y loco-
Se escuchaba un Jordán bajo su puente.
Ya por mi edad, estoy un poco lejos de
esa primera acepción de la palabra, que los cuerpos ya no están para esos
trotes. De manera que con cierto pesar por mi parte, me quedaré con esa
vergonzante acepción de hombre que chochea, al recordar esta poética “batallita
del abuelo”.
P/D.-
Aunque la fotografía que adorna esta entrada, pertenece a la bodega del Museo
del Vino de Valdepeñas, (sepa el dios Baco, de que habrá
sido de la bodega de mi amigo Antoñito), todas esa bodegas, la mayoría
ya desaparecidas, tenían a la entrada una tinaja pequeña
como la que se ve en la parte derecha de la foto, que se llamaba “la
tinajilla de los turbios”
y eran donde
iban a parar los residuos, los sobrantes de los almuerzos y las primeras tomas
de las tinajas, que todavía no estaban en sazón. De esos vinos “sin derechos”,
eran de donde se sacaban los vinagres.
A
esa tinaja pequeña, el poeta Alcaide la
denominó como “La Otra”, le pregunté el porqué de ese nombre y me contesto, que
como en la copla, “era la que a nada
tiene derecho”.
domingo, 24 de diciembre de 2017
miércoles, 20 de diciembre de 2017
lunes, 18 de diciembre de 2017
DECLARACIÓN DE AMOR
La chica, en verdad,
merecía la pena. Rubia, ojos azules, buen tipo y constante sonrisa en su bella
cara.
No era de extrañar,
que todos los chicos de la clase, suspiraran por ella.
Uno de ellos, el más
atrevido, era el que parecía mejor situado y el que esto escribe, que conocía a
ambos, debe decir que no hacían mala pareja.
El muchacho, esperando
formalizar una relación formal, decidió, mandarle por su móvil, un poema de
amor, que rezaba según puede verse a continuación:
M gustas qando 🙊
porq estas kmo ausent
Y me 🎧 desde
lejos, y mi voz no t tok.
Parec q los 👀
s t hubieran volado
Y parec q un 💋
t crrara la bok.
M gustas qando kyas y estas como distant.
Y estas como qjandot, 🦋 en arruyo.
Y m 🎧
desd lejos y mi voz no t alknza:
Djame q m
klle con el 🔇 tyo.
Djam q t 🔊 tanbien
con t 🔇
Claro como 1 💡
simple como 1 💍
Eres como la 🌇,
kyada y 🌌.
Tu silencio es d 🌟,
tan ljano y sencillo.
M gustas qando 🔇
por q estas como ausent.
Distant y dolorosa como si ubieras 🕱.
1 palabra entoncs, 1 😅
bstan.
Y stoy 😋
d q no sea cierto.
La chica de los ojos
azules, lo tuvo claro desde el primer momento: ¡no quería saber nada de aquel
pretendiente!
Y no solo porque había
leído a Neruda, es que no estaba dispuesta a sacrificar su juventud, unida a un
futuro dislálico, afásico o desintreico.
Tampoco intuía el
sabor de los besos de los emoticones, y no tenía ningún interés en comprobarlo.
domingo, 17 de diciembre de 2017
miércoles, 13 de diciembre de 2017
TU VOZ
Tu
voz,
incrustada
en mi memoria,
con
el sonido limpio de la infancia,
siempre
termina por dar sentido
a
la basta tosquedad de mis poemas.
Rehenes
de tus latidos,
mis
versos se afanan
por
rimar con la alegría,
mientras
el mundo, alrededor,
se
ahoga en soledades.
No
soy nada sin tu voz,
necesito
el venero de tu risa,
esa
claridad definitiva
que
incendia de claveles las auroras.
!!
No quiero que mis versos,
que
comparten almohada con tus besos,
terminen
por enredarse
en
los triste pasos del silencio!!
domingo, 10 de diciembre de 2017
viernes, 8 de diciembre de 2017
ENVÍO URGENTE 2
Está visto que uno no
puede permitirse según qué actos de desprendimiento.
Hay que pensarse muy
bien los altruismos ya que donde menos se espera, sale a relucir la “avidez” de
algunos, que no sopesan con el debido rigor, la liberalidad, siempre dolorosa
para la escuálida economía de aquellos que no saben de paraísos ni fiscales ni edénicos.
Ya comprendo que todos
pueden tener derecho a la magnanimidad pero, también deberían pensar, que la
exigua paga doble, ya estaba presupuestada para los gastos excesivos de este mes
y el temible mes siguiente. En mi caso “los temibles meses siguientes”.
Pero como resulta que
suelo ser facilón y también recibo a cambio saberes de los “pedigüeños”, he
decidido no jugar a la lotería, ni a la primitiva y con lo ahorrado, atender
las peticiones.
Me ha dado para un
pack de 24 botellines de Cerveza Alhambra, (en honor del primer peticionario) y
con lo que ha sobrado 3 botellas de vino blanco, tinto y rosado de Valdepeñas,
(al menos le haré publicidad a mi patria chica y alguien me lo agradecerá).
P/D.- Absténganse mis
queridos amigos de sugerir nuevas peticiones.
La ya escandalosa
flacidez de mi faltriquera, no da para más.
Y como de estas
larguezas, llegara a enterarse mi compañera, mal asunto sería, que ya dice el refrán
que “Amor con hambre dura menos que un calambre”.
Y por ahí, no paso. De
manera que brinden en silencio que las paredes oyen.
ENVÍO URGENTE
Envío Urgente, para la
amiga Tracy:
¡Ya está bien de tanta
desconsideración y cara dura!
Tú, cada lunes,
invitando a té a todo el que se acerca a tú “sitio” y los demás, por la cara,
aceptando tus invitaciones. Con muy buenas palabras, eso sí, pero sin rascarnos
el bolsillo. Haciéndonos los locos y “estirándonos” menos que un portero de
futbolín.
No me extraña que
tengas tantos amigos. Venimos a aprovecharnos no solo de tus escritos, tus
viajes, tus lecturas, tus espectáculos… y además de tus altruistas
invitaciones.
Me temo que por muy
dadivosa que pretendas ser y a la vista de lo que da de sí mi sueldo de
jubilado, me temo que esto deberá acabarse en algún momento.
Y es por lo que me he
permitido, previo “chalaneo” con el comerciante, comprar este surtido de tés y hacértelos
llegar hoy mismo, con el afán de terminar con esa sangría.
De las pastas y demás “aditamentos”,
que pudieran ser ofrecidos, que se ocupen los demás.
Yo, con este gesto, he
cumplido.
miércoles, 6 de diciembre de 2017
COPLILLAS DEL DESCREÍDO
Dicen
que debería,
a
ciegas creer en Dios
sin
exigirle siquiera
que
diera una explicación.
En
el juego de la vida
Dios
da y reparte cartas
y
organiza la partida.
Hay
quien no hace jugada,
siempre
reparte a los mismos
los
oros y las espadas.
Yo
me cruzo cada día
con
dioses de andar por casa
sin
altar ni sacristía.
Vendimiadores
altivos
que
sin milagrosas bodas
con
su sudor hacen vinos.
Y
ese niño que se muere
abandonado
en la playa
sin
que nadie lo remedie.
Si
ese Dios es de verdad
y
su corazón se ablanda,
ahora
sí se justifica
lo
de “levántate y anda”
Y
quien la tristeza olvida,
para
que no sepan sus hijos
del
fracaso de su vida
y
esconde sus moratones.
Para
mí, esa es un Dios,
aunque
sea con tacones.
Mi
Dios, cada mañana
se
despierta junto a mí
con
una sonrisa en su cara.
domingo, 3 de diciembre de 2017
jueves, 30 de noviembre de 2017
LAS FOTOS DE MIS ENTRADAS
EL FADRÍ.- (Castellón)
En
algunas ocasiones me habéis preguntado sobre la autoría de las fotografías y
montajes que encabezan mis entradas
Ya
os he hablado a algunos de mi afición por el Photoshop. Me entretiene bastante
y debido a mi desconocimiento y a su dificultad, suelo invertir mucho tiempo en
tan difícil materia, y raro es el día
que no pruebo algo nuevo.
La
artística combinación que brinda de capas, ajustes, estilos, parches, pinceles,
filtros, degradados y todas las múltiples posibilidades que el programa ofrece
y con la ayuda de los buenos tutoriales que hay en la red, son una verdadera
tentación y sobre todo una gratificación, cuando logras algo diferente y
artístico.
Pues
bien, todas aquellas fotografías y montajes que veáis con mi firma y el molino,
o bien son fotografías hechas por mí, o bien fotografías libres de derechos,
sobre las cuales edito con Photoshop.
Son
bastantes las pruebas que hago y algunas tengo ya en mi carpeta, para cuando la
poesía se acabe, (que como las musas no cambien, será pronto), y las historias
se agoten, será el momento ideal para publicarlas.
miércoles, 29 de noviembre de 2017
HAY VECES...
Hay
veces que el sol que nace
no
calienta lo suficiente
como
para poder hornear
los
latidos fríos de la noche.
Las
farolas tristes de las esquinas
no
pueden con las sombras
y
solo alumbran
desvaídas
tabernas con sabor a fracaso
y
deseos entreabiertos.
Sobre
la noche y sus cenizas,
es
fácil equivocarse
y olvidar la ruta
que nos lleva
al
difícil e insondable camino de los sueños.
Y
mientras el tiempo respira a su manera,
los
colgados semáforos,
cansados
de su triste cantinela,
parpadean
de amarillo, recordando
que
solo a nosotros nos atañe
el
posible camino equivocado.
Me
quiero enfrentar al muro
que
separa noches y madrugadas,
y
cada vez me cuesta más
encontrar
el sol que me redime,
salir
de este triste laberinto de grises
y
llegar a la salida donde sean posibles,
el
jazmín y la alondra,
la
canción y el abrazo
y
ese rayo de certezas e ilusiones,
entre
tanta oscuridad
de
soledad y tormentas.
domingo, 26 de noviembre de 2017
miércoles, 22 de noviembre de 2017
IBA A COMPRAR EL PAN...
Comenzaré esta “entradilla”,
como acostumbraba el fallecido escritor Francisco Umbral, en sus colaboraciones
del “desdibujado” diario “El País”: “Iba a comprar el pan”
A
eso me dirigía yo, aunque debo reconocer que además del básico alimento, llevaba
en la nota alguna que otra necesaria vianda, que no solo de pan vive el hombre
y yo soy muy considerado con las frases bíblicas.
Al
llegar a la Plaza de Santa Clara, me encuentro con que dicho espacio ha sido
ocupado, por una desnuda, estática y brillante tropa de maniquíes negras que a
pesar de su quietud, ya han tenido tiempo de pasar por algunos de los muchos
establecimiento de los que se disponen en esta capital.
Soy
consciente de la determinación con la
que se empeñan en su cometido, que lejos de entristecerse por su desesperante
quietud, vienen a demostrar con altivez, que la ciudad es suya.
Dos
señoras que pasan a mi lado, comentan incrédulas el montaje de la plaza. Una de
ellas, convencida totalmente de su argumentario, le dice a la otra:
.-Seguro que esto es un homenaje a los negros”.
Bendita
candidez, que no sabe de días de la semana con el color que quieren darle
aquellos que, bien adiestrados por el todopoderoso capital, nos enseñan a que
compremos, aunque no nos sea necesario.
Mea culpa: a pesar de
ser miércoles, no he podido resistirme a la tentación de una botella de vermut
de Reus, que hacía tiempo que trataba de encontrar.
Ya lo dijo el poeta: “Equivocarse
es humano y perdonar es divino”.
También soy muy
considerado con los poetas.
lunes, 20 de noviembre de 2017
BONJOUR ALEGRÍA
Después de mi catálogo
de penas de mi penúltima entrada, es justo y necesario que seáis conocedores de
otras vivencias y sensaciones, que hacen que mi vida no sea tan oscura y doliente,
como parecía en mi escrito.
Tengo la gran suerte
de tener a mis hijas y a sus respectivos maridos muy cercanos a nosotros,
siempre pendientes de todos nuestros deseos y tratando de hacernos la vida lo
más agradable posible.
Como no tuve la
suerte
de poder conocer a ninguno de mis abuelos, y sabiendo ahora que lo soy, de lo
que me hubiese gustado tenerlos, nos volcamos con nuestras nietas y a fe mía,
que somos con creces correspondidos.
La mayor, Irene, con
sus 22 años y ya graduada en Ingeniería Civil, haciendo en la Universidad
Politécnica de Valencia, el preceptivo Master de dos años.
La pequeña, Macarena,
que no le viene a la zaga y nos inunda
con sobresalientes en su 4º de E.S.O.
Viajera empedernida y
con amplísimos conocimientos del inglés, está preparando su viaje a Canadá,
para el próximo verano.
Ni que decir tiene,
que cuando estoy con ellas se me olvidan los achaques y la vida me sonríe con
sus risas.
Habréis observado que
cuando hablo de ellas, utilizo el pronombre “nos”. Y es que no sabría aceptar
mi vida, si no fuese porque siempre siento a mi lado el aliento, la caricia, la
ayuda y el consuelo de mi compañera.
Nos consolamos, cuando
los achaques menudean. Nos ayudamos compartiendo, como uno solo, la vida que
nos toca vivir.
Reímos, siempre que la
ocasión lo merece y muchas veces, hasta cuando nos debería inundar la tristeza.
Sin ella, seguro que
la vida, mi vida, no tendría sentido y ese debería ser el motivo para no volver
a estar triste. Al contrario le tengo que dar gracias a quien corresponda, por
poder tenerla a mi lado.
Y luego está el mar.
Con su sola presencia dejan de flaquear las rodillas y se engrasan todas las
articulaciones.
Y los ojos y el alma
se llenan de luz, apartando a las sombras que el almanaque se empeña en
recordar.
Mirar, sino, la
fotografía que orla este escrito. Está tomada ayer mientras tomábamos el
aperitivo.
Tendré que abdicar de
la poesía, si es la que me obliga a regodearme en la tristeza.
domingo, 19 de noviembre de 2017
viernes, 17 de noviembre de 2017
MI ENTRADA DE HOY
Mi entrada de hoy, la
habéis dictado alguno de vosotros.
Os he leído en vuestra
colaboración de los jueves de esta pasada semana y vuestros comentarios a mi
poema titulado “Mis días”, y ambas lecturas me han dado la pauta para lo que
quiero escribir.
La mayoría de
vosotros, habéis detectado en el poema y así me lo habéis hecho saber, una
cierta nostalgia, tristeza, depresión o desaliento.
Lo cual me ha hecho
pensar y mirar con los ojos hacia adentro, el porqué de esa sensación que se
trasmite en algunos de mis poemas.
Podría escudarme en
esa “retórica poética” que indica la
amiga Tracy en su comentario, pero asomándome al interior, veo que son
sentimientos reales que pugnan por salir y que seguramente encuentran su cauce
necesario en el poema.
Y llego a la
conclusión de que es triste comprobar cómo, mientras la mente sigue despierta,
el cuerpo se refocila en un desesperante sopor, que niega toda posibilidad de
revivir aquello que era natural y necesario.
Y es humano y lógico
este desasosiego, son ya casi 82 largos años, en los que en verdad, me olvide
de entrenar el cuerpo, (no eran tiempo de gimnasios ni personal trainers),
atareado como estaba, en la diaria lucha de subsistir.
Si a eso le sumo, que
viví deprisa, que nunca me gustó pisar el freno, que tuve que pelear mucho,
para poder afrontar dignamente mi vida y la de los míos, que siempre anduve
buscando gigantes donde solo había molinos, entenderéis que lo que siempre fue
relámpago, ahora no llega siquiera a frágil resplandor.
Cuando cada día sufro
con algo tan poco poético, como es el poder ponerme los calcetines, cuando me
impongo cada día el ir a hacer la compra y así poder mover las piernas y tengo
que procurar que la bolsa que trasiego pese lo menos posible, para evitar los
dolores de la espalda, cuando ya he desistido del coche porque soy consciente
de mi falta de reflejos, cuando me obligo, nos obligamos, a salir a dar un
paseo y volvemos derrengados, cuando ya no pensamos en el siguiente viaje
porque nos da miedo, cuando el ibuprofeno es mi habitual compañero, cuando la
certeza del dolor te rompe la cintura, cuando todo esto pasa, por muchas difíciles
y bellas metáforas que te nazcan, la tristeza no tiene más remedio que dejar su
poso.
Y lo peor de todo:
cuando se acaba de heñir con cuidado la masa del verso y solo falta, esa
palabra, conocida, redonda, casi definitiva que guardabas con mimo en la jaula
de las palabras necesarias, la puta edad le ha abierto la puerta y se vine
abajo todo el cuidado tinglado del poema.
Pero no temáis,
vosotros, los pocos amigos que me vais quedando sois mi apoyatura.
Javier Rodríguez Albuquerque no solo me enseña
cada lunes algo nuevo que suelo desconocer, sino que además me permite
acompañarle a un viaje colorista y humano a Grecia y Perú. Gracias por la
invitación.
María Perlada, me
enseña, con palabras para algunos desconocidas y no bien entendidas, que el
amor y el deseo, no tiene edad.
Rafa Hernández, un
novísimo, me ha permitido acompañarle a un viaje relámpago pero bien
aprovechado a EEUU.
Valaf, recordándome
siempre, algo que no necesita recordatorio: el amor a la esposa, (llevo 56 años
ejercitándolo), y el amor a esta tierra donde vivo.
Neogéminis, artista de
la palabra y de la fotografía que cada año viene a recordarnos, que a pesar de
los olvidos y las distancias, todos los años nos reunimos en el abrazo
ecuménico que ella permite. Otra vez, gracias.
Tracy, la que siempre
está ahí olfateando estados de ánimo y sensaciones. La que siempre sabe
sonreír, aunque vengan maldadas, la que nos lleva de la mano, para enseñarnos
todo aquello interesante que encuentra a su paso, la vitalista empedernida, la
que sabe sacarle todo el partido a la vida y su solo propósito es hacer amigos.
Ester, la que también
se pone delante de la vida y sus problemas, dando saltiblincos de alegría.
Veterana también en este difícil ejercicio de enseñar y sonreír.
Y Emilio Manuel, al
que tengo como un viejo luchador que no acaba de abandonar las trincheras. El que,
con sus escritos, nos enseña, con veterana clarividencia, a desmenuzar la condición
humana y la hipocresía de la política.
Ya quisiera yo, tener
su empuje, como para pasear por los senderos de su Granada, rendir pleitesía a
los desconocidos paisajes y las gentes de esa bella tierra.
Termino que esto se
hace largo y no quiero empezar a “chochear”. No os preocupéis por mí, mientras
pueda seguiré con vosotros.
Solo un ruego:
quedaros solo con los 7 últimos versos del poema “Mi Voz” y si alguna vez la
nostalgia y la tristeza asoman, perdonar a este pobre “juntador de palabras”.
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