Había cumplido tantos
años, que ya apenas recordaba algunas cosas trascendentes de su vida.
Cuando ya había
olvidado aquella tiranía larga que le tocó vivir cuando era joven, le viene
ahora otra, más perversa e irreversible, contra la cual no se puede luchar y
con una sola y tétrica salida.
Cuando lo amigos no
llegan y una rugosa sensación de soledad te lleva al desencanto.
Cuando compruebas que
a pesar de los años, sigues sin saber las cosas trascendentes de la vida y no
estas capacitado para el consejo.
Cuando miras al futuro
y todo el horizonte se tiñe de gris y nada.
Cuando en las tardes
de lluvia las palabras se esconden en las arrugas de la memoria si escribes
versos, movido por la sola urgencia de ser superviviente.
Cuando lamentas el
tiempo perdido, los libros no leídos, los viajes que se quedaron en proyecto,
los abrazos no dados, las guardadas palabras que podrían sanar y los besos que
no llegaron a concretarse.
Cuando la indiferencia
se adueña de aquello que siempre creíste importante.
Cuando todo esto y más
pasa, solo queda y te salva, la repetida evocación del primer beso dado, a la
mujer que siempre amaste.
Se conocieron en el
año 1.945, durante el examen de Ingreso, necesario para el acceso para los
estudios del Bachillerato.
Juan Carlos, hijo del
Director del Banco de España, de la ciudad, aprobó el examen con unas
excelentes notas.
Felipe, de una familia
de cosecheros de uva y bodegueros, estuvo a punto de suspender, a pesar de sus
sofisticadas “chuletas”, pero como después pudimos comprobar durante loslargos siete años de clases, siempre había
alguna razón para que consiguiera el aprobado, aunque fuera por los pelos.
El tercero, llamado
Julián, simplemente aprobó.
Su amistad siguió
durante el tiempo de los estudios y fue fraguándose en los tiempos del “recreo”
entre clase y clase.
Los primeros
cigarrillos en los lavabos,las primeras
presunciones eróticas,el despiste de
Juan Carlos, en todo lo que sonase a mundano, que era aprovechado por Felipe
para reírse de sus extrañas aficiones, la música y la literatura, mientras
Julián tenía que intervenir a veces, cuando las discusiones entre ambos
empezaban a ser hirientes.
Pasaron los años y al
cumplirse los 25 años del final del bachillerato, Julián que seguía viviendo en
la ciudad, se encargó de tratar de reunir a todos, con el fin de celebrar la
efemérides. Tras múltiples indagaciones y contactos, consiguió saber de las
“andanzas” de todos sus compañeros.
Alguno era un alto
cargo de unos afamados laboratorios alemanes, otro un renombrado Juez,
profesores, médicos, y un largo etcétera, que ahora no recordaba.
Juan Carlos contestó a la
invitación, con una perfectamente redactada carta, donde daba las gracias, al
tiempo que justificaba su no presencia con argumentos comprensibles.
Él, que era un
estudiante de matrículas, tanto en Matemáticas, Física y Química, como en
Literatura, Filosofía, Latín y Griego, y al que todos suponíamos con una
brillante carrera, residía en un pueblecito de Canarias, donde ejercía de
Secretario del Ayuntamiento.
Julián, que lo conocía
bien, intuía que sería feliz en aquella hermosa tierra, sin que nadie le molestara
en sus abstracciones musicales, liricas y poéticas y disfrutando de una
naturaleza que siempre respetó y mimó.
De Felipe, que ni
contestó a la invitación, se enteró, pasado un tiempo, que las bodegas y los
“majuelos” de la familia habían desaparecido y ahora se dedicaba acomprar pequeñas partidas de vino, que
previamente tenía apalabradas, para la venta a bodegueros de otras regiones.
Al poco tiempo, consiguió
una concejalía de un pueblo de la sierra
madrileña, una vez afiliado a U.C.D. y su “status”, su posición y su patrimonio
subieron como la espuma.
Cazurro y vividor,
cuando aún no se conocían las “puertas giratorias”, él supo sacarle el provecho
a la política, como si de una prestigiosa carrera se tratara.
De Julián, después de
afincarse lejos de la ciudad, el que esto escribe perdió todo el contacto.
Últimamente, alguien
me ha dicho que, tras su jubilación, se dedica a escribir malos versos y algún
que otro relato sobre sus recuerdos.