viernes, 14 de diciembre de 2012

DESEOS Y PROBLEMAS


Está visto que el año que se acaba no ha sido nada beneficioso en todos los aspectos de la vida, pero en mi caso, además, se ha cebado en fastidiarme unos de los pocos placeres que me es posible disfrutar.
Me refiero a las reiteradas averías del ordenador.
Ya sé que es poco edificante el quejarse, con la que está cayendo, de los problemas que puede causarme esta herramienta, pero los días que no puedo utilizarlo, para mi no deja de ser un problema. Es como si cerraran el sitio donde suelo reunirme con los amigos de cada día.

Acababa de montar un vídeo para subirlo a You Tube y después utilizarlo como felicitación de Navidad en este blog . En el momento de subir la banda sonora que había elegido, las defensas de mi torre se dieron por vencidas, rindiéndose ante los enemigos externos, dejándome sin voz ante vosotros y lo que es peor, faltando a las mas elementales reglas de cortesía, al no poder devolver las agradables visitas con las que me honráis.

Espero que los deseos que trataba de exponer en mi inconcluso vídeo, puedan llegar hasta vosotros antes de que acabe este malhadado año.

Por si los arreglos de puentes levadizos se demoran, he pedido prestado esta defensa portátil, desde os hago llegar mis mejores deseos para estas fiestas y para el año que comienza.

Con un ruego: que seáis solidarios con todos aquellos que lo necesitan y con este viejo bloguero que también necesita de vuestro cariño y amistad.

Y la habitual despedida de mis comentarios, ahora inexistentes: UN ABRAZO.

lunes, 10 de diciembre de 2012

HAY DÍAS QUE NACEN INTERMINABLES



Recado de sucumbir.- Oleo de Fco. Arjona




Hay días que nacen tan interminables,
como los malos sueños.
Nada más descorrerse las cortinas del cielo,
parece como si del aljibe de los relojes,
las horas brotasen marrones y letales.

Un tedio que se despeña,
por lejanos abismos y oscuros horizontes,
llena de indeseables canciones
el bosque de los diales.

Amparándose en las corbatas,
los prohombres nominados
enjuagan en café amargo,
desteñidas oriflamas y repetidas jaculatorias,
tratando de inventar rebuscados alfabetos,
con los que enseñar el reptado diligente
de las serpientes que les nacen.

Mientras la mentira,
con su verdín de odio,
silencia carillones de lágrimas y blasfemias,
un reguero de vencidos,
con raídas etiquetas que no indican su destino
vagan su silencio y su rabia,
esperando que cualquier negociado
remache  en su frente el sello de supervivencia.

La tarde pasa ciega, sin futuro.
El mar encabrita sus olas, para nada
y un goteo de lágrimas empapan las basuras.

Todo sobrevive en una paz impostada
y la falta de gritos nos aboca
a la amarga realidad de otro día sin historia




martes, 4 de diciembre de 2012

CABALLERO BONALD, PREMIO CERVANTES





Al poeta jerezano Caballero Bonald, acaban de concederle el premio Cervantes 2.012.

Me alegra que este brillante autor de novelas y magnifico poeta, sea reconocido a sus 86 años con este importante galardón.

Y me alegra no solo porque es justo que se valore sus trabajo y su enorme calidad literaria, máxime cuando en estos tiempos que vivimos, se pone en el foco de la actualidad a este escritor que da fe de una gran experiencia vital, un sólido soporte cultural y lo más importante para mí, eso que se ha dado en llamar compromiso  y que él lleva a cabo con una sutil ironía con la que invita a reírse de los convencionalismos y a utilizar la desobediencia.

A su edad, el poeta está de vuelta de muchas cosas, pero no olvida los tiempos de gris y plomo que le tocaron vivir y alza su voz para que no puedan volver a repetirse.

De su libro “Manual de infractores” os dejo este poema que bien podía ser el lema de cualquier joven indignado.

BIENAVENTURADOS LOS INSUMISOS

Ni la justicia con sus manos ciegas
ni la bondad de ojos efímeros,
ni la obediencia entre algodones sucios,
ni el rencor que atenúa
la desesperación de los cautivos,
ni las armas que arrecian por doquier,
podrán ya mitigar esas lerdas proclamas
con que pretenden seducirnos
aquellos que blasonan de honorables.

Quienquiera que merezca el rango de insumiso
descree de esa historia y esas leyes.
El poder de los otros
nada sino desdén suscita en él.
Ha aprendido a vivir al borde de la vida.

lunes, 12 de noviembre de 2012

BRAVO POR LA MUSICA, PERO...


LA MUSIQUE.- Matisse



Decía Friedrich Nietzsche, que sin música la vida sería un error.

Estoy plenamente de acuerdo con el filósofo alemán y además añado que en lo que a mí concierne, la música, fiel compañera, siempre ha enmarcado mis mejores recuerdos.

No conozco nada más eficiente que la música para vencer la soledad o para remarcar las compañías.

Digo esto, para que no se interprete este escrito como una andanada contra la musa Euterpe, de la que soy asiduo adorador desde  aquellos discos dedicados de Radio Andorra, hasta ese sofisticado aparato estéreo de ahora que hace mas sublimes los atardeceres.

Amo la música, en sus más variadas presentaciones. He transitado por ella desde Mozart hasta Albeniz, desde Bonet de San Pedro, hasta Adelle. Desde  Manolo Caracol a Camarón de la Isla, desde Concha Piquer a Pasión Vega, pasando por Rocío Jurado. Desde la Nueva Trova Cubana, a Serrat y  Víctor Manuel. Desde  Mahalia Jackson a Nina Simone o Diana Krall, pasando por Ella Fitzgerald. Desde los arreglos orquestales de los grandes grupos americanos de los años 40, a la soledad creativa de Paco de Lucía, o la poesía de Sabina o Juan Luís Guerra.

Todo eso y muchos más que no escribo, por no hacer este escrito interminable, tiene para mí el valor de lo inesperado y útil, todo me gusta, a todos reino pleitesía. Todos, con el color rabiosos de su inspiración me hacen olvidar los sonidos negros que a veces me acechan.

Pero eso sí, con algunas condiciones. También necesito del sosiego y la tranquilidad y me gusta dedicarle a la música toda la atención que se merece. Respeto a quien es capaz de tener siempre la música como fondo, mientras se afana en mil tareas. Yo no sé, y lo que es peor, tampoco quiero saber.

Me gusta saborear la música en toda su amplitud, de la misma manera que me gustan los buenos vinos: sin extrañas mixturas y rebuscados acompañamientos.

Por eso no puedo entender a esos jóvenes que durante todas las horas del día resisten ese cordón umbilical que nace de un pequeño aparato, donde, sin solución de continuidad les insufla de sonidos, la mayoría de las veces excesivamente estridentes, aislándolas del mundo.

Viven ensimismados, Apartados de lo que les rodea, en un enrarecido ambiente de sonidos cíclicamente repetidos.

Como empecé hablando de mí, quiero terminar de la misma manera.

 Ya he dejado dicho en algunas ocasiones de mi costumbre de un paseo diario y tempranero para visitar a mi amigo el mar.

De buena mañana, salgo con mi MP3 uncido a mis oídos y aprovecho para oír las noticias por radio. Cuando llego a la playa, ese milagroso aparatito, me permite buscar la música que en ese momento necesito y sentado frente al mar disfruto de ella, me relajo, me olvido de muchas de los impúdicos y soeces mensajes que nos trae el devenir diario

Para la vuelta guardo el moderno artilugio, escucho el sonido del mar, lleno mis ojos con las primeras claridades y sin ninguna barrera acústica que me lo prohíba, me meto de lleno en esa prodigiosa e inacabable sinfonía que todos llamamos vida.






lunes, 5 de noviembre de 2012

DOS CAMPANADAS


Dos campanadas
levantan en la noche un coro de ladridos.
Hace tiempo que el viejo  John Coltrane
ha abandonado  junto con su saxo,
los tristes sonidos que se enroscan en el alma
de su “In a sentimental Mood”.


La noche, con sus dedos de lluvia
se aferra a los cristales
ansiosa de ternura.


El libro sigue abierto.
con la señal  que  recuerda
que la vida continúa
escondida entre sus letras.


El flexo, como un sol en miniatura,
se esfuerza en ahuyentar las sombras de la noche,
pero su poder solo ilumina
al mundo circular e íntimo de la mesa camilla.



Mi amigo Macallan, Twelve Years Old,
que tan de tarde en tarde me visita,
ha venido  a acompañarme
con un regalo de bosques y de vida,
para hacerme la noche  llevadera.


Seguro que fuera de esta isla
los sueños tiñen de esperanza las almohadas
y besos retrasados
llaman a las puertas del deseo.


Apago la luz y a tientas
busco el hueco de mi cama,
donde siempre me espera el calor que necesito.
Pongo a compás los sonidos del silencio
y me adentro en un mar de madrugadas.


Se acabó la noche.
Ya no hay ladridos.
Solo  el sonido  silencioso de un universo en paz.
La lluvia sigue llamando en la ventana
y yo dejo de sufrir las campanadas.







Escribí este poema, escuchando a John Coltrane.
También puedes oírlo, mientras lo lees.





lunes, 29 de octubre de 2012

CIUDAD SIN ALMA





Lo que veis en esa fotografía, no es la maqueta para una nueva versión de Metrópolis, de Fritz Lang, ni el decorado de una serie futurista, presto a llenarse de naves de otras galaxias. No, es una ciudad real donde viven personas como tú y como yo.

Ahí viven hombres que cuando niños han pintado, con estridentes trazos infantiles, casas azules con puertas amarillas y tejados verdes, con chimeneas con denso humo blanco,  con un árbol de frondoso e irregular verde y con un pozo aledaño a las ovejas naif, propias del candor infantil.

Y los padres o los abuelos de esos hombres que habitan en esa inanimada ciudad, han sabido de la hora con solo mirar las sombras de los chaparros, y de la futura lluvia, con mirar el cerco de la luna. Han disfrutado con el olor de flores que adornaban los caminos, del rumor de regatos frescos y susurrantes, del sol que embellecía la alborada y secaba los alacranes.

Esos padres o los padres de esos padres, han sabido, con cabal discernimiento, poner fin a las estaciones, agradecer el milagro de la lluvia, han podido mirar al cielo cara a cara,  con agradecimiento o con rabia, sin que nada se interpusiera en su plegaria o en su blasfemia.

Los ancestros de los que ahora viven en esa ciudad inanimada, han enseñado a sus hijos que la tierra es la total y verdadera madre, que a ella hay que agradecerle lo que somos y tenemos, que hay que cuidarla, mimarla y darle siempre gracias por su demostrada generosidad.

Cuando sus mujeres, recién aluciados sus moños, regaban las puertas de sus casas y en sillas de enea, se reunían en un sanedrín vecinal de algunas alegrías y muchas penas, reales o ficticias, ellos, los abuelos de los habitantes de esta ciudad de hoy, se llamaban por su nombre, compartían su petaca y sus saberes, se preocupaban de sus problemas, se daban palabras y consejos, que tenían el mismo o mas peso, que la bancada de piedra donde, anclados a la tierra con su gayata de roble, esperaban la noche.

¿Quién le va a enseñar a los niños de esa ciudad a subirse a las moreras para coger hojas con las que alimentar gusanos? ¿Quien le enseñará a cuidar de ese pajarillo indefenso, que no había sabido resguardarse del las nieves primerizas? ¿En que era aprenderán a conducir, ebrios de sol y picores, su primer vehículo en forma de trillo?

Me dan mucha pena los habitantes de esa ciudad. Por mas altos que estén los rascacielos, mas lejos estarán de la luna y nunca podrán ver reflejadas estrellas dentro de  los brocales de los pozos, ni podrán oír a los grillos, en las noches calurosas, y les será difícil ver como alguna golondrina hace nido en su ventana.

¡Pobres los niños que en el futuro nazcan en esa ciudad, a los que se les priva del majestuoso prodigio de la naturaleza!


martes, 23 de octubre de 2012

PASEO DE OTOÑO




PASEO EN OTOÑO

La tarde es una batalla perdida.
Un vals de hojas que buscan el suelo
se baila por los fríos recodos del viento.

La tierra, enmohecida,
va tomando el color herrumbroso
con  las que se pintan las tristezas.

Mientras los pasos van triturando promesas
en este caminar sin meta ni destino,
el peso del silencio
se enrosca en una maraña
de sueños inconclusos.

Las hojas caducas del propio calendario,
son dolor añadido en la espalda del poeta.
Un peso de expolios pone lastre en las pisadas,
con un rumor fugitivo de abismos y fracasos.

La historia de los días se hace interminable
y cada vez son más tristes
las luces que iluminan libertades y propósitos.

Hasta la luna  se siente aprisionada
en una cárcel de nubes, tristeza y fracasos.






martes, 9 de octubre de 2012

YO NO ESTUVE





Esta entrada la escribí en el tiempo que estuve privado de ordenador. Aunque han pasado unas fechas, creo que todavía está de actualidad, por lo que me decido a publicarla.

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Mientras se preparaba una importante demostración de hartazgo y rabia contenida alrededor del Congreso de los Diputados, en Madrid, el Sr. Rajoy, hombre de acrisolada y comprobada rectitud y fiel cumplidor de sus compromisos,  guiado por la figura menguante del Rey Borbón, se marchaba a Nueva York, con el encomiable fin de dar brillo y esplendor a la marca España.

Atrás quedaban, olvidadas en el baúl de los recuerdos vergonzantes, festivas cacerías, elefantes tiroteados, toros alanceados, flirteos de altos vuelos y baja moral, amistades altamente peligrosas, olvidadas promesas, corrupciones consentidas, enriquecimientos fulgurantes, aviesas y lucrativas componendas de familiares egregios.

Para la ocasión, se sacaba del basurero la antigua y vilipendiada Alianza de las Civilizaciones, se limpiaba del orín y la mugre  con la que la combativa muchachada pepera la había manchado durante la oprobiosa época Zapatero, se le daba un  falso barniz de modernidad, se le cambiaba el nombre, por lo que pudieran decir y !“Voila”!: !Estos  son mis poderes!

Se adereza esto con un poco de !Gibraltar español!  y éxitos deportivos y seguro que  el capital norteamericano, fondos de inversiones y casinos de las Vegas incluidos, se vuelca anegado de dólares el sufrido solar patrio.

Antes de preparar las banderitas y los sombreros cordobeses para los alcaldes, antes de  que los altavoces llenen los pueblos de airosos pasodobles en honor de los posibles Mr. Marshall,  el Sr Rajoy tuvo un recuerdo y un sentido agradecimiento, para los españoles que no se sumaron a los cabreados de la plaza de Neptuno, dando a entender que aquellos que no asistimos somos los “buenos” de su película.

Le diré algo obnubilado presidente: mientras usted se fumaba un buen habano paseando su palmito por las aceras neoyorquinas, yo me dolía con cada porrazo que la bien aleccionada policía endilgaba a todo aquel que se cruzara en su camino, aunque fuera un simple viajero que espera su tren en un andén de cercanías.

Yo, en mi mesa camilla también hacia mío cada grito, cada eslogan, cada cartelón reivindicativo. Mis manos también estaban desprovistas de armas y de odios. Al igual que  ellos, solo pretendía hacerme  notar, sentirme participe de un pueblo del que se dice que vive en democracia y al que no dejan de “chulearlo”, al que se le echan los perros policías vestidos de oscuro y odio, tratando de que seamos buenos súbditos y traguemos sin rechistar la bazofia ideológica y moral que se nos sirve cada día.

Pretendía, al igual que muchos, bastantes más e los que a usted le gustaría,  que entendieran de una puñetera vez que los que se sientan en los escaños del Congreso, lo hacen en nuestro nombre. Pretendemos que se comporten como nuestros servidores y sean nuestra voz, para que no tengamos que rodearlos y recordarles sus olvidadas promesas y sobre todo la sonrojante suficiencia con la que se comportan, mientras que como consumados trileros, nos enseñan la bolita en el vaso y con la otra mano nos escamotean los derechos adquiridos, las metas conseguidas. Absortos como estamos con el vaso de plástico de la bolita, no nos damos cuenta de que nos están llevando, sin enterarnos, a la sociedad que ellos pretenden, pero que no son capaces de ofertar en sus programas, porque saben que los correríamos a gorrazos.

Mire Sr. Rajoy: por lo que a mí respectas no le acepto el homenaje que tan graciosamente nos dedica a los que no se manifiestan ante las decisiones
de su ejecutivo. No asumo los sacrificios.

No tengo más remedio que aguantarme, ya que un numeroso grupo de compatriotas míos, (yo, desde luego no), le ofreció su voto, porque creyó en su palabra, porque aceptó el mantra de que usted sabía lo que tenía que hacer, para sacarnos de la crisis. Y es verdad que lo sabía. Pero no era lo que nos ofertaba en su campaña.

Su buen hacer, nos decía, iba a dar confianza a los “mercados” y rápidamente volveríamos al lugar que nos corresponde.

Y en eso  estamos. Al borde de la quiebra, copando los titulares y las portadas que nos señalan como los mas pobres de Europa.

Siempre le quedará a usted  y a los suyos el fácil estribillo de la herencia recibida.

Y así seguiremos, oyendo a un gobierno que no sabe y no contesta, que capea el temporal, pensando en las elecciones que se avecinan, sin importarle lo más mínimo lo que piensa y dice el pueblo que les eligió para gobernar.
Y soportando a una oposición que dejo de serlo en el justo momento en que se cisco en sus principios y paso a ser, ella también, un monigote en manos de esa Hidra de siete cabezas llamada “mercado”, sin que se vislumbre en el horizonte un mitológico Heracles, dispuesto a cortar sus antisociales designios.

Yo no estuve, pero no me insulte, apropiándose de mi pensamiento.

Estuve al lado de los que protestan por no sentirse representados, por una pléyade de políticos vividores que solo se acuerdan de nosotros cuando necesitan nuestro voto.


!!! Olvídeme y siga disfrutando su puro Don Mariano!!!

jueves, 4 de octubre de 2012

SE PRESIENTE OTOÑO


Autumn.- Oleo de Milton Avery



SE PRESIENTE OTOÑO.

El sol ya no deja manchas  en la piel,
El mar se ha escondido tras la tramoya de un horizonte gris.

Otra vez tendré que acostumbrarme
a la triste llegada del otoño,
aunque cada vez quedan menos hojas en mi árbol.

Las tardes me piden Mozart para deshabitarme la tristeza.
Me piden Silvio Rodriguez
para que “ la aurora no de gritos que caigan en mi espalda “,
Para “volver al santo oficio de la veleta”
e imitar la elegante solidez de la cigüeña.

Para decirle  a las golondrinas
que adelanten los minutos
de un crepúsculo de granito y soledades. ,,

No quiero acomodarme en el silencio
y rebusco en viejos salmos olvidados.
Desempolvo historicas consignas
que vuelven a cotizar en el mercado.

Abro la ventana y recibo de la calle
una caricia de viento frío y cortante
que me despierta los sentidos
y orea los rincones donde se esconde la nostalgia.

jueves, 20 de septiembre de 2012

PIDO DISCULPAS

Mi PC  se ha tomado unas vacaciones. También tiene derecho!. O eso,  o sigue con su síndrome post-vacacional, tras sus dos meses de regalado descanso.
El caso es que ha dicho basta y aquí me tenéis sin poder   leer vuestras entradas y sin publicar mis ocurrencias.
Hasta que la placa base llegue desde su ignoto país, estaré ausente.
Os escribo , casi subrepticiamente, desde un ordenador ajeno.
Perdonar por mi falta de comentarios, prometo incorporarme con normalidad tan pronto como los hados de la informática me sean propicios.
Un abrazo a todos. 

jueves, 13 de septiembre de 2012

SUFRO UNA TRISTEZA ANTIGUA



TRISTEZA.- Oleo sobre madera de Francisco Arjona



SUFRO UNA TRISTEZA ANTIGUA

Sufro una tristeza antigua
Que me anula los recuerdos,
Pues vivía en la alegría
De los deberes bien hechos.

Con una fresca esperanza,
Se regaban los barbechos
Y flores de risas nacían
Adornando los senderos.

Alondras en el horizonte,
Ponían música a los versos
Y pájaros de libertad
Engalanaban los cielos.

Se recogían cosechas
De libertades y sueños
Y se rompían los yugos
Que nos uncían al miedo.


Un viejo viento del norte
Con puñaladas de hielo
Arrasó con la cosecha
De realidades y sueños.

Hay que volver a empezar
Lanzar  consignas al vuelo
Que bandadas de luciérnagas
Descerrajen los silencios.

¡Que no nos recorten la voz!
Ni nos dicten nuevos salmos
No nos queremos morir
En un sumidero de ocasos.

martes, 4 de septiembre de 2012

HOLA DE NUEVO, AMIGOS


Foto del autor


El pasado 25 de junio me despedía de vosotros para dedicarme a otros placenteros menesteres. El tiempo del ocio se ha acabado y de nuevo me incorporo a esta agradable tarea que me he impuesto, de visitar esta ágora, donde tanto aprendo y donde se me permite dar a conocer aquello que de vez en cuando se me ocurre.

Pero me temo que la promesa que os hacía de buscar nuevas sensaciones y metáforas junto al mar, no voy a poder cumplirla.

Cuando se disfruta de bellos momentos, todo lo demás se olvida y lo primordial es vivirlos, aferrarse a ellos como las lapas en las rocas de las escolleras y que sean más duraderos que la espuma que muere en la arena.

Ya se encarga la vida de recordarnos que no todo es felicidad y sosiego. Como ha ocurrido en mis vacaciones. Durante diez días, hemos tenido que soportar el dolor de vivir el ingreso hospitalario de mi madre (100 años), con un edema pulmonar, motivado por una insuficiencia cardiaca. Afortunadamente, lo ha superado y ya se encuentra perfectamente. No deja de maravillarme su fuerza y la consistencia de esas raíces, que aunque ahora tienen aspecto de silla de ruedas, no dejan de aferrarse a la tierra, tratando de sacarle todo el jugo a la vida.
Deliberadamente, durante estos dos meses pasados, ni he tenido ordenador, ni he visto noticiarios en T.V., aunque no me he resistido a leer algunas noticias en el I Pad de mi nieta. Y la verdad es que a la vista de lo leído, lo mejor era disfrutar del mar y de la arena, sin pensar en el movido otoño que nos espera.

Empieza un nuevo curso y me temo lo peor en lo que respecta a mi producción poética. Ahora si es verdad eso de que son malos tiempos para la lírica.

Mas que poemas, se me ocurren preguntas a esa caterva de buitres carroñeros, capitaneados por políticos ineptos que solo miran sus intereses y banqueros insaciables, que nos gobiernan, (y no me refiero a Rajoy, ese ni es político, ni gobierna; es solo inepto y un redomado mentiroso).

Cuando esto acabe, si acaba alguna vez: ¿Seguirá habiendo hospital y medicinas para mi madre y para mí que ya me acerco  a los 80?¿Seguirán teniendo puestos de trabajo mis hijas? ¿Podrán seguir sus estudios mis nietas?.Si los logran acabar, a pesar del Sr. Wert ,¿en qué lejano país tendrán que trabajar?¿Cuanto tenemos que seguir aportando para que los bancos estén presentables y contentos? ¿Cuántos seres humanos, antes tan necesarios y ahora tan repudiados, deben morir para cuadrar las cuentas de la Seguridad Social?

¿Debo hablarles a mis nietas de la emoción que sentí al votar por vez primera, sin que se rían de mí? Si les cuento que luché y me llevé algún palo y muchos disgustos por tratar de conseguir un estado más justo, más igualitario y con mayor libertad, pensarán que son batallitas del abuelo, porque, a la vista empieza a estar que esa batalla resultó infructuosa. Y lo triste es que ya no me quedan fuerzas para otra lucha.

Lo dicho: malos tiempos para la lírica. Por todo esto y porque, seguro que por la edad, las musas cada vez me son más esquivas, creo que mis entradas cada vez serán más limitadas. Le tendré que dedicar mi tiempo al sol, al mar, a las canciones, a los libros, a la música, a la amistad, a la familia. A todo aquello que puede redimirnos.

¡Por lo menos, hasta que nuestros amos y señores, la Sra. Merkel y el Sr, Draghi ,no digan lo contrario y también en eso tengamos que recortar!





lunes, 25 de junio de 2012

ME VOY AL MAR


Foto del autor


Para mi también se ha terminado el curso. He cumplido con las expectativas que yo  mismo me impuse y es hora de un bien ganado descanso.
Mi cartilla está limpia. No he faltado a clase y he tratado de esmerarme tanto en mis propios trabajos como en los comentarios a mis amigos.
Ahora me dedicaré a buscar nuevas metáforas al borde de la playa, mientras mis cansados pies se reviven de espuma.
Me adentraré en las aguas para copiar las luminosas rimas de las olas. Y trataré de olvidar la prosa monocorde de cada día, atendiendo la alegre sonoridad de las risas de mis nietas.
Me tomo unas vacaciones. Espero que sepáis de mí, cuando septiembre de el primer aldabonazo.
Hasta entonces, os deseo lo mejor.
El mar me espera. Os dejo este poema que habla de él:

                                                   CURA DE MAR

Me siento frente al mar y respiro cielo.
Noto que la brisa me tiembla por las venas
y un sol de claridades se deshace en luces,
que iluminan tristezas
y hoscos panoramas.

Mojo mis pies
y junto con la espuma
nerviosos peces de plata recorren mis entrañas
y noto como el tiempo
se hace caracola,
cantándome al oído la canción alegre
de una vida nueva.

Llegué a ti, ¡oh mar de los milagros!
como el resto de un trágico naufragio.

Pero ahora
tras un tratamiento de salitre y brisa,
una calma maternal y caliente
me enseña la ruta de nuevas singladuras.

Te pido ¡amigo mar!,
tú que sabes tanto de muertes y fracasos,
no permitas
que cuando viejo,
me amarren al socaire de tu nervio
y vaya enmoheciendo de tristeza

!!Llámame!!
¡Mándame recados con cantos y gaviotas!

¡Que una fresca mano
de azul, brisa y espuma
me empuje hasta tu orilla!