Dos campanadas
levantan en la noche un coro de
ladridos.
Hace tiempo que el viejo John Coltrane
ha abandonado junto con su saxo,
los tristes sonidos que se enroscan en
el alma
de su “In a sentimental Mood”.
La noche, con sus dedos de lluvia
se aferra a los cristales
ansiosa de ternura.
El libro sigue abierto.
con la señal que
recuerda
que la vida continúa
escondida entre sus letras.
El flexo, como un sol en miniatura,
se esfuerza en ahuyentar las sombras de
la noche,
pero su poder solo ilumina
al mundo circular e íntimo de la mesa
camilla.
Mi amigo
Macallan, Twelve Years Old,
que tan de tarde en tarde me visita,
ha venido a acompañarme
con un regalo de bosques y de vida,
para hacerme la noche llevadera.
Seguro que fuera de esta isla
los sueños tiñen de esperanza las
almohadas
y besos retrasados
llaman a las puertas del deseo.
Apago la luz y a tientas
busco el hueco de mi cama,
donde siempre me espera el calor que
necesito.
Pongo a compás los sonidos del silencio
y me adentro en un mar de madrugadas.
Se acabó la noche.
Ya no hay ladridos.
Solo
el sonido silencioso de un
universo en paz.
La lluvia sigue llamando en la ventana
y yo dejo de sufrir las campanadas.
Escribí este poema, escuchando a John Coltrane.
También puedes oírlo, mientras lo lees.
Veo que realmente has desempolvado "John Cotrane mood"... ;) Música ideal para ese silencio de la noche.
ResponderEliminarQué delicia de noche acabas de compartir. Me recuerda a tantas madrugadas en vela... Esas que se saborean lentamente... A mí me gusta acompañarlas por un rooibos que me caliente las manos y las entrañas (pero de elegir barrica, me quedo con Matusalem). Y saborear la soledad de esos instantes compartidos sólo con la luna, aunque al volver a la cama me espere ese hueco cálido que besos ya dormidos dejaron para mí.
Un abrazo, amigo
Vida y sueños, la melodía de esas campanadas. Tu noche, tu noche es bella.
ResponderEliminarSaludos, Juan.
Un saxo, la noche, la lluvia... una perfecta comunión de sonidos y sentidos que se acoplan para tu bella inspiración.
ResponderEliminarPreciosas entrada Juan, la música imperdible!
Buen martes.
Juan, es una bella melodía de nostalgia.
ResponderEliminar..Y a la vez una conexión de la noche viva con los vivos.
Saludos.
En este estado emocional alumbrado por un flexo, guiado por palabras internas y ajenas, un buen vino sobre la mesa, arropado por las ganas y la compañía de esa persona entrañable, es la mejor condición para continuar escuchando el nuevo inicio del día.
ResponderEliminarEs bellísimo Juan. Me encantó.
Un fuerte abrazo
Lo leo mientras escucho la música, precioso poema, de lluvia, noche con la soledad del saxofón, las campanas de la noche inquietan, arropémonos en las sábanas de esos blancos sueños y continuemos.
ResponderEliminarUn abrazo Juan, que bonito poema
Sigue poniendo a compas los sonidos del silencio, y no sé si es metafórico o cerca de tu casa hay una iglesia donde retumban campanas a horas intempestivas, pero lo que sí es bien cierto es que tus palabras acompañan al saxo en perfecta sintonía.
ResponderEliminarEl hijo prodigo