jueves, 21 de junio de 2018
lunes, 18 de junio de 2018
LAS PALABRAS
LAS
PALABRAS
¡Y si después de
tantas palabras,
no sobrevive la palabra!
(Cesar Vallejo)
Cuando era niño,
buscaba constelaciones
y palabras.
Balbuceaba la ternura
y todos los sonidos
sellaban la inocencia,
con vibrantes
discursos
de aire, deseos y
latidos.
Luego vino el alfabeto
con esa mala costumbre
de etiquetar las cosas
sin saber siquiera, el
final de las historias.
Ahora,
harto de discursos de
aire
y trucos sin magia,
de sumisos aleluyas
y melifluos
hemiciclos,
solo me quedo,
con esas que son como
estampidos
que descerrajan las
mentiras
y vuelvo a los sonidos
que hablan de verdades
pan,
luz,
paz,
día,
mar,
amor,
amigo,
rosa…
y todas aquellas que
hacen posible,
seguir inventando
eternidades.
domingo, 17 de junio de 2018
jueves, 14 de junio de 2018
OTRAS VOCES ARISCAS
Cada vez soy más
consciente de que la edad y las musas no “hacen buenas migas”, y es por ello
que cuando la inspiración se niega, hay que echar mano de aquello que se dejó
en el tintero, para cuando las cosas vinieran “maldadas”.
En mi afán de que
vocablos que he utilizado y que inexorablemente dejan de tener cabida en estos
tiempos de emoticones y guiños, vuelvan a tomar el vuelo y al menos haya
alguien que los recuerde y quizás los use. Comienzo:
LÍAS.- Sogas de esparto machacado, tejida como
trenza, para atar y asegurar los fardos, cargas y otras cosas.
No me cuadra mucho
esta definición que da la RAE, me quedo mejor con: “partícula sólida que, antes dispersa en un líquido, se deposita o asienta
en la base del recipiente”.
Las “lías” es ese poso
que el vino deja en el fondo de las botas o los pellejos al contacto con la pez
y por extensión aquello, final e inservible, que queda en el fondo de la
tinaja.
El hombre de la Mancha
El hombre aquel, puntal, ladrillo
humano
de un horno de trabadas alegrías,
se ve correr la sangre-vino y lías-
con sus perdidos ojos de milano.
Nos mira sin mirar, “calimocano”,
ya libre de promesas, de falsías.
Le orienta un lobanillo, y son sus
días
ceros de su intrigante meridiano.
Dios le azufró ese labio gordo y
duro.
Cándido y bruto, misterioso y puro,
nos muele su respiro torpe y recio.
Miradlo así. De cardo. Gris.
Salobre…
Es el Esfinjo desdeñoso y pobre
de nuestra gran llanura de
desprecio.
AZUMBRE.- Medida de capacidad para
líquidos equivalente a unos dos litros.
En su utilización se usa tanto el masculino como el femenino, siendo su
medida una octava parte de una arroba, (un poco más de 2 litros).
Me viene a la memoria una escena que pude ver en la bodega, (ya
inexistente), de Luis Megía, hace tantos años que no sé si fue soñada.
Estaban llenando la “corambre”,
(pellejos), y a uno de ellos le faltaba algo para llenarse debidamente.
Marcos “Riopa”, (pariente lejano de mi madre), ordeno:
.- Esta parece un poco
“delgailla”, admite otro trago
.-¿Cuánto?
.- Lo que tú te bebes en un almuerzo.
Y sin mediar palabra, el que llenaba, vertía
un “azumbre” de vino tinto y el pellejo quedó orondo y panzudo, sin faltar ni sobrar nada.
Os dejo un ilustrativo refrán sobre esta medida:
“Más predica un
azumbre de vino, que cien padres capuchinos”.
LEJIO.-
Campo común de un pueblo, lindante con
él, que no se labra, y donde suelen reunirse los ganados o establecerse las
eras.
En
realidad la palabra “lejío”, no
aparece en el diccionario.
El
significado que transcribo, corresponde a la acepción EGIDO.
En ese campo común es donde también van a parar todo aquello inservible que no tiene cabida en la casa y mucho menos en los inexistentes depósitos de reciclaje.
Aquellos
manchegos antiguos, poco familiarizados con las palabras terminadas en “do”, tiran por la calle del medio y
cambian la fonética y la etimología del término, haciéndolo más eufónico y
fácil y “del ejido” pasan al “lejío” sin importarle ninguna norma académica.
Por los lejíos del
alma
los sueños se hacen
herrumbre
entre cardos y
nostalgias.
Perdonar la licencia pero ese pequeño verso con el que termino la entrada es de mi paupérrimo acervo.
martes, 12 de junio de 2018
miércoles, 6 de junio de 2018
PEQUEÑO HOMENAJE A INÉS IBÁÑEZ
En el día de Castilla La
Mancha del pasado 31 de mayo, Inés Ibáñez Braña, fue nombrada hija predilecta
de dicha Comunidad.
Con 92 años, aún sigue
dirigiendo la Agrupación Coral “Maestro Ibáñez” de Valdepeñas.
Tuve la suerte de vivir
algunos años, siendo vecino de esta familia de músicos.
Aquí mi pequeño homenaje:
PARA
INÉS IBAÑEZ
Como
una flecha lanzada
a
la triste águila del tedio,
unas
notas de piano se adueñan de la tarde
que
languidece en la galería.
Mis
hijas manejan sus juguetes,
mientras
las madres hacen punto
o
bordan de esperanza el calor y la nostalgia.
Hoy
toca piano y es Inés la que nos cuenta al oído
sus
serenas armonías.
La
tarde se hace más clara,
los
pulsos se serenan
y
una brisa de acordes
refresca
este pequeño mundo que se asoma al patio
falto
de flores, fuentes y palomas.
En
el bastidor del recuerdo,
la
tarde va bordando en cañamazos de sombras
aquello
que se pierde y no se recupera.
Pero
no sabes Inesita, (así te llamaba mi madre),
como
te agradezco,
que los jugos iniciáticos de mis hijas,
que
sus primigenias sensaciones,
fueran
volutas de luz y de estrellas,
prestadas
a tus manos por Chopin o por Mozart.
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