miércoles, 29 de mayo de 2013

LA CIUDAD SOÑADA.- (Relato de los jueves)



Foto del autor.


Sus notas siempre fueron brillantes. Ahora que estaba a punto de entrar en la Universidad, tras superar todos los obstáculos y gracias a becas que había conseguido por su tesón y su esfuerzo, se decidió por estudiar Arquitectura y dentro de ella Urbanismo.

Soñaba con una ciudad nueva y distinta. No quería hacer una ciudad grande, porque en ella la soledad es mayor y más gravosa. Siempre disfrutó en el pequeño pueblo de sus ancestros.

Sería una ciudad sin monumentos, pues se ha demostrado que al final solo sirvan como vertederos de pájaros y al final terminan por olvidarse de ellos, incluso los que los erigieron.

Un pueblo sin historia pasada, que suele ser motivo de enfrentamientos. Mejor que la historia se escribiera día a día.

Una pequeña ciudad donde cada banco tuviese el obligado guardián de un árbol y cada cajero automático tuviese un día de barra libre.

Un lugar donde todas las ventanas, balcones y miradores dieran a ese sitio donde cada mañana el sol nace, donde las flores compran su belleza, donde los pájaros afilan sus alas. Mirando siempre a ese lugar donde nacen las canciones.

Un pueblo sin cuarteles ni capillas. En lugar de aquellos, bibliotecas y en lugar de estas una naturaleza verde y rumorosa, donde poder agradecer cada día, con plegarias de risas, el  milagro constante de la vida,

Una ciudad, donde fuese posible el ágora de la armoniosa amistad, donde todas las caras, los rictus, los colores y los latidos fuesen iguales.

Una escuela donde, sobre todo, se enseñara convivencia, donde ser iguales no significara estar uniformados, donde se aprendiera cada día que el único método de ascenso es el trabajo.

Un carril para los enamorados, para los justos, para los poetas, para los que hacen de la vida una alegría, un regalo, una vivencia.

Una ciudad solo con aceras donde al cruzarnos se diesen los buenos días, se premiaran los abrazos y las sonrisas fueran el idioma en el que todos nos entendiéramos.
Una ciudad nueva, pero necesaria, donde no habitase la usura y las ansias de poseer. La Utopía con la que siempre había soñado.



Pero a pesar de la brillantez de sus notas, no pudo acceder a la Universidad.
Los que solo saben de cuentas de resultados y tantos por cientos, habían ideado otro futuro para él.
Ahora, por carecer de becas y no poder pagar las tasas que le exigían, guardaba turno en la cola del paro, al igual que su padre, albañil y su madre limpiadora.


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domingo, 26 de mayo de 2013

ELLA



Hoy (como en  muchas otras ocasiones) , he vuelto a escuchar la canción SHE en versión de Charles Aznavour. Esta canción, junto con Feeling, están el hit-parade de mis recuerdos.
La traducción  que hago de la misma es muy personal. Ha nacido de mis sentimientos, no busquéis analogías. Es la que dicta mi corazón. No se atiene a partituras ni a diccionarios traductores. Es la versión libre de mi amor por Ella.


ELLA


Ella
Que puso mi sangre joven a galopar
con brío de caballo desbocado.

Que me enseñó
que loa ángeles acaban por volar
por cielos soleados de besos.


Ella
que con su pasión y su anhelo,
escribió con cada abrazo
el cuaderno donde guardo mis memorias.

Ella
paisana de amores y desvelos,
compañera de caricias y lamentos,
último amen de todas mis plegarias.

Ella
Que siempre encontró en la rosa de los vientos
la ruta más segura
para salvarme de todos los naufragios.

Ella
que colorea con anilina de esperanza
la negra tinta con la que escribo los poemas.

Ella
mi tiempo de vida,
la fecunda sementera
de las risas que derrumban mis murallas.

Ella
la que calladamente,
o con palabras de lluvia
me recita cada día
la razón de mi existencia.


Ella…..




miércoles, 22 de mayo de 2013

RELATO DE LOS JUEVES: ESTAMOS HARTOS.- "EL CANDIDATO"



EL CANDIDATO

El candidato, se levantó a las 9 de la mañana de ese día que tradicionalmente, se ha dado en llamar, día de reflexión.

El resto de la familia aún seguía en la cama, cuando pasó al cuarto de baño, tratando de no hacer ruido.

El espejo le devolvió una cara desconocida. No se parecía en nada al personaje que se multiplicaba en las paredes y vallas de la ciudad. Se le había caído la sonrisa y las arrugas que el photoshop había hábilmente borrado, aparecían ante él con toda su real crudeza.

Se lavó los dientes, menos blancos que los de las fotos, donde los múltiples cigarrillos ordeñados nerviosamente, habían dejado su rastro de nicotina, con un brochazo marrón de suciedad.

En la cocina trató de hacerse un café, pero falló en el intento, porque no supo encontrar los conos de café de la Nespresso. Opto por una manzanilla, que fue lo único que encontró en su búsqueda en los armarios.

Con la taza humeante en la mano, se salió al jardín y se sentó en un cómodo sillón de mimbre.

Se fijó en lo que habían crecido los rosales y en que las ramas de los árboles ya procuraban una sombra benefactora al lado de la piscina.

A pesar de que a él siempre le había resultado una verdadera pamema eso de la jornada de reflexión, la quietud de la mañana, la belleza del entorno y el silencio reinante le invitaron a reflexionar.

Por su mente fueron pasando en vertiginosa sucesión, los discursos, los mítines, las inauguraciones, las promesas, los abrazos, las sonrisas, los besos a bebés desconocidos,(él, que no había cambiado un pañal en su vida)

Se acordó, también, de las mentiras, de las falsedades dichas con palabras engoladas, de lo que prometía a sabiendas de que nunca lo iba a cumplir, de los abrazos a compañeros y correligionarios, que escondían puñaladas.

Se acordó, mientras la infusión de manzanilla se enfriaba en la taza, de lo que le había prometido al costructor amigo (¿) que le había regalado este chalet donde ahora descansaba.

Fue consciente también de que si al cerrase las urnas, su nombre no fuese el primero, había muchas dagas desenvainadas, por aquellos que habían sido pisoteados en su afán de ser el primero de la lista.

Un pequeño temblor recorrió su cuerpo, aunque la mañana, era cálida y serena.
Seguramente temía mas, a los que eran sus compañeros, que a los adversarios, a los que por cierto, había denigrado e insultado hasta límites que sobrepasaban la indecencia.

La puerta de la terraza se abrió, asustándolo. Su hijo de 10  años, llego corriendo hasta él, como una exhalación de juventud y cariño.

.- Hola, papi. Que guay, hoy estás aquí. ¿Me ayudarás a hacer los deberes?

El candidato asintió con la cabeza, mientras lo abrazaba.

.- Hoy tengo todo el día libre, para mamá y para ti. ¿Qué quieres que te explique?

.- Jo, un rollo, que no acabo de entender. Pero tú que lo sabes todo, me lo podrás explicar.

.- Dime, hijo mío.

.- Papa, ¿Qué es la decencia? Tengo que hacer un trabajo para el lunes, sobre eso.

El candidato miró al sol que empezaba a reflejarse en las aguas de la piscina.

A partir de ese momento supo, que la noche antes de los comicios, no iba a poder dormir.

Y que no había photoshop que valiera para borrar las arrugas de la conciencia.


Más hartazgos en el blog de MAR





domingo, 19 de mayo de 2013

EN AMOR Y COMPAÑA



Foto de Gelo Charro


La tarde pasa, empujando soledades en el pueblo vacío, pero se detiene en el quicio de esta puerta con sabor a historia y vida.
Todo está en su sitio justo, como si un consumado director de escena lo hubiese dispuesto de antemano.
Pero aquí no hay tramoya. El cojín que galantemente el marido ha cedido a su esposa, para mitigar la áspera dureza de la piedra, no es de atrezo.

La mujer le saca partido a sus dioptrías, para remendar descosidos o poner cenefas a la tela de viejos camisones, con el fin de seguir dando vida útil a los retales. Ella desde joven y pobre, aprendió que nada sobra y que todo puede volver a utilizarse, aunque no se hubiese inventado la fea palabra “reciclaje”.

Sus cuerpos no necesitan de sus necesarias apoyaturas, al estar recostados a la tosca piedra del muro, que muestra los costurones que los años y las inclemencias han ido dejando en su fábrica. Por eso el bastón y la garrota descansan cerca, prestas a ayudar a soportar los titubeantes primeros pasos doloridos por la quietud y los años.

Al igual que ellos, la casa vieja y cansada, tiene una dignidad de limpieza y noble señorío.

Ese dintel de piedra berroqueña, el cemento de la acera y el banco de nueva factura, son el alegre mensaje de que todavía queda vida por vivir y pespuntes que dar a la existencia.

El hombre, en su trono de piedra, con el singular cetro de su cayado y coronado por su sempiterna boina, tiene la dignidad del hombre justo que muestra la historia de su trabajo en los sarmientos rugosos de sus dedos y en la artritis que se anuncia por la posición de sus manos.

Pero su mirada, al igual que sus ropas, sin arrugas, tiene la tersura de los hombres que no tienen dobleces y que saben mirar de frente a la vida que les toca.

La mujer, consciente de ese rol que le ha tocado vivir, ya no ayuda al marido en las labores del campo, pero con su largo mandil como uniforme, se afana cada día para que la casa mantenga su dignidad y su historia.

Han vivido tanto que hasta han visto caer, como castillos de arena, otras familias, otras historias, otras casas aledañas, que bien por dejación de sus dueños, o bien por ventajosas permutas o jugosas ventas para nuevas construcciones.

Ellos han sabido aguantar, colocando piedras nuevas, tapando las covachas donde moran las lagartijas cuando el sol aprieta, tejando humedades, jalbegando zócalos, apuntalando recuerdos y vivencias.

El viejo azulejo con el número 75, ha sido sustituido por una moderna e impersonal chapa con el número 35.

Hay mucha muerte, mucha ausencia, mucha deserción y mucha historia olvidada entre ambos guarismos.

Pero ellos, al igual que la puerta de su casa, están hechos de otra madera y se sujetan al pueblo y a la vida, con gruesos clavos de recuerdos y esperanzas y salen todas las tardes a ver pasar la vida, curando su soledad con amor y compañía. La llave del portón de su felicidad está a buen recaudo.

No os engañéis: parecen ceniza, pero ascuas de luces  nimban la tranquilidad paciente de sus figuras.



domingo, 12 de mayo de 2013

DEJADME CON EL MAR




DEJADME CON EL MAR

Dejad que me refugie en los sonidos
de gaviotas que anuncian madrugada,
que ambicione esa nota relajada
que acompaña al compás de los latidos.

Quiero que se emborrachen los sentidos
de esta mar que palpita, enamorada
de ese sol que aparece en llamarada,
despidiendo a la luna que se ha ido.

Quiero seguir la estela de un navío,
montándome a la grupa de esa ola
que entre espumas, me aleja de la pena.

Poder llenar con mis versos el vacío
y dejad mi lejana infancia sola,
construyendo castillos en la arena.




sábado, 11 de mayo de 2013

CUANDO EL ARTE APARECE


CUANDO EL ARTE APARECE

Lo confieso sin ningún rubor. Esta mañana de sábado se me han saltado las lágrimas.
Ya sé que con la edad estas cosas suelen pasar, pero creo que también habría sentido el salobre de la emoción que rompe, aunque hubiese sido más joven.

Me he topado directamente con el arte, hecho emoción y sentimiento.

Fisgoneando por You Tube, me he dado de bruces con una mujer joven y bella que me ha roto los esquemas, como se rompen en pedazos de lágrimas y suspiros los entresijos del cuerpo, cuando el duende aparece y se hace dueño y señor de los paisajes del alma.

Seguro que vosotros ya la conoceréis, pues la grabación es del 2.011. Esa ventaja me lleváis.

Se trata de Silvia Pérez Cruz y su actuación en el Certamen de Habaneras de Calella en la fecha antes citada

No más palabras: os dejo con el duende, mientras os deseo un buen fin de semana.








miércoles, 8 de mayo de 2013

EL REPARTIDOR DE SONRISAS






EL REPARTIDOR DE SONRISAS

Amaneció con un tintinar de rabia en los diales y con un torrente de malos presagios, como la negra resaca de un oleaje de dudas.
 Acabó aquel tiempo en que las chispeantes burbujas de una fiesta sin fin, resultó ser tan lábil y engañosa, como lo es el zalamero amor de una vulgar hetaira a un cliente tirillas y de menguada faltriquera, fácilmente propenso al calote y la trampa.
La vida había cambiado para todos, pero él notó el doliente desgarrón de la pobreza, cuando perdió todo aquello por lo que había estado luchando  desde su llegada de la lejana patria, de la que tuvo que salir, huyendo del mismo horror que ahora padecía.
Sin trabajo, sin familia, sin siquiera la tranquilidad de un respaldo sanitario, que le salvaguardase de cualquier enfermedad, con la sola compañía de su hambre, terminó por llegar al Hospital Infantil.
Legó a la planta de oncología.
.- ¿Cómo estás, Lautaro?. ¿Como todos los días?
.- Bien ¿y vos? Qué remedio, tengo que curar tristezas.

Con su sola roja nariz postiza y un triste bandoneón de hambre y rabia sonándole en el alma, el payaso Pampito entró sonriente en la sala.
.-¿Cómo estáis, pibes?
Aquella mañana desayunó besos con sabor a ajonjolí y canela, sonrisas ribeteadas de esperanza, miradas con ansias de futuro y también aprendió que el que no tiene que ofrecer, al menos puede regalar sonrisas.



(Ruego leáis el primer comentario)



domingo, 5 de mayo de 2013

ESCRIBIRÉ TU NOMBRE





ESCRIBIRÉ TU NOMBRE

Escribiré tu nombre letra a letra,
desmontando acentos,
Inventándome ortografías,
para hacer que suene
con los mismos sonidos
con los que mi corazón te nombra.

Convenceré a las abejas
para que cubran de miel
el lugar de la piel
donde se posan tus besos.
Le robaré sus gotas al rocío,
le quitaré el dolor a los suspiros,
desgarraré los llantos
hasta dejarlos sin lágrimas,
para que cada alborada despiertes a la vida
con una vivencia nueva
enmarcada de risas.

Mientras,
yo buscaré la perspectiva
para nuevas estrofas que poder ofrecerte.
Vigilaré los insomnios
cambiando por besos
las campanadas vacías.
Prepararé un nuevo día
de suaves aleteos
y olor tibio  de flores frescas,
para que cuando despiertes
yo siga enredado en tu pelo
como la brisa se enreda
en un novicio cielo, plagado de nubes.


miércoles, 1 de mayo de 2013

EMOCIÓN QUE DUELE.- (RELATO DEL JUEVES)



Emoción VII.- AlfredGockel


 EMOCIÓN QUE DUELE.- (RELATO DE LOS JUEVES)

Caí en la tentación, al leer la sugerencia de Lucía, yo, tan poco dado a escribir a plazo fijo.
Este es mi intento, que creo será el último.
=     =     =


En la residencia, que estaba a punto de ser cerrada por falta de presupuesto,  el abuelo pudo comprobar que a pesar de todos los recortes, su cuerpo seguía estando entero.

En aquel momento decidió cederle un riñón a su nieta necesitada, a la que los dichosos recortes habían dejado sin tratamiento.

A su hija, la madre de la enferma, la emoción le dolía con pinchazos de rabia y a pesar de todo, sonreía.


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