domingo, 9 de julio de 2023

VACACIONES


 

Una barca varada en la arena con un nombre borroso en la quilla.

Un marinero en tierra que empieza a olvidar las singladuras y un poema en mente, que duda entre el verde de un majuelo y azul festoneado de espumas del mar que tanto necesita.

El verso no atiende a los latidos, mientras busca en su pasado las palabras necesarias que le salven de la amarga soledad de la tristeza.

La pluma se resiste al milagro y ni siquiera la brisa, siempre compañera, desbroza las ideas y pone contrapunto a las veletas.

Perdido  entre telarañas de silencios, el marinero, con su triste desolación acuestas, abandona la playa y sus destellos y vacilante de pasos, busca el trascacho del hogar y sus brisas programadas.

Son mis vacaciones.

Espero que  a la vuelta las musas me sean más propicias y al calor del otoño, los versos caigan como hojas doradas que aletean contra el viento.

De lo contrario, este marinero pondrá fin a la singladura, abarloará su barca en un abrigadero y si el tiempo lo permite, se dedicará a leer poemas que escriban los demás.

Hasta la vuelta.


jueves, 6 de julio de 2023

MICRORELATOS PARA ESTOS DÍAS


 

Publique estos relatos en mayo del año 2019, pero siguen estando de actualidad. Algunos políticos suelen estar anclados en el pasado y desgraciadamente no cambian.

 

PLAN B

En sus mítines, el candidato decía tener un plan B, para el caso de no poder cumplir sus promesas electorales.

A pesar de ello, lo votaron masivamente y ganó las elecciones.

 

CRIMEN PERFECTO

En las nuevas elecciones, aquellos políticos volvían a odiarse, con vehemencia inadecuada y mitinera.

Uno de ellos no dejaba de pensar en el crimen perfecto ideado para su contrincante.

Lo tenía muy adelantado, pero no era capaz de dar con la tecla necesaria para que su odiado opositor se mordiera la lengua.

 

LEYENDO A MARX

A aquel político le recomendaron sus asesores que debería leer a Marx.

Entró en Google y tecleó las cuatro letras que le habían anotado.

Cuando leyó que había escrito: “Estos son mis principios, si no le gustan, tengo otros”, se hizo irremediablemente marxista.