jueves, 29 de agosto de 2019

TIEMPO DE CENIZA




Hay un tiempo, en el que enamorarse
es pedirle a los milagros
que salgan del  Nuevo Testamento
para poder adquirirse a precio de rebajas
en el “súper” de la esquina.

A cierta edad, se edifican pedestales
construidos con sueños inventados
que terminan  por ser materiales de derribo.

Se erige una escultura,
donde al cabo del tiempo,
se  posarán las palomas
que dejarán su recado
junto a lágrimas de lluvia.

Porque hay un tiempo para arder
y un triste tiempo de ceniza.
Días herrumbrosos,
en el que amor se sabe naufragado.

A pesar de todo,
si te enamoras vuelves a sentir
un atolondramiento, una confusión
y la triste ceniza que habita en el pecho,
se quiere hacer brasa y melodía.
Y vuelves al recuerdo de otras canciones
y encuentras una salida a la amargura
y vuelves a la edad en la que el amor nacía.

Pero llega la noche y entiendes
que la vida ya marcó su veredicto
y es cada vez más difícil
poder acariciar una quimera.

Una triste canción que te recuerda
que hay un tiempo para arder
y un triste tiempo de ceniza.




martes, 27 de agosto de 2019

VENGO DEL MAR


Vengo del mar. De esa paleta de azules y verdes que, ansiosos de sol, luchan cada mañana, por diseñar nuevos colores para poder parecerse a eso que, para mí, es lo que más se acerca a lo que suele llamarse eternidad.

Vengo del mar, ese mar que se inventa las olas preñadas de caricias. Ese mar que cada día nos abre de par en par la puerta de la dicha. El mar amigo que sabe aconsejar, con su sabiduría de siglos.

El mar padre que a veces se encrespa y nos amilana, aunque siempre termina con un perdón de caricias de brisa.

La mar, maternal y caliente, que sabe acunar desde que los siglos se cuentan.

Ese mar que a pesar de la tristeza de un naufragio, termina por regalarnos la belleza de un arco iris. Ese mar tan nuestro y tan de todos. Ese mar de la sonrisa y de la lágrima. El que nos redime y nos regala, cuando manso acerca hasta la arena el inacabado encaje de la espuma.

Vengo de este “mare nostrum”, de este mar mío que adopté cuando la llanura, reseca de siglos, me hizo buscar otros paisajes. Este paciente mar que supo evitar mi seguro naufragio, dejando asirme al salvador tablón de su esperanza.

Hoy que vuelvo de nuevo al tiempo de la inercia, al tiempo que nos enseña los repetidos chafarrinones de los días sombríos, a la triste cadencia de las horas impostadas, tengo que darle las gracias al mar, que me ha vuelto a poner en contacto con las sirenas, me ha permitido buscar la parte oculta de la luna y me ha hecho saber el camino sabio que marcan las estrellas.



domingo, 25 de agosto de 2019

DE VUELTA



Acabo de llegar. Mientras deshago las maletas y ordeno los recuerdos, trato de comprobar si el ordenador sigue marchando, como cuando lo dejé.

Como probatura os dejo este video de la maravillosa Pasión Vega, con un bolero de Armando Manzanero.

En unos días retomaré mi contacto con vosotros. Lo estoy deseando.









viernes, 16 de agosto de 2019

EN LA TERRAZA CON LA LUNA









...para los condenados a vida
no hay mejor estimulante que la luna
en dosis precisas y controladas.

Jaime Sabines.




lunes, 5 de agosto de 2019

QUERRÍA


No os olvido y para demostrarlo, “QUERRÍA”, dedicaros este video.

La amiga Tracy, me marcó la pista y la banda sonora de este verano está siendo el Kanka, en detrimento del flamenco puro, el “jazz” y el piano de Enrique Chía.

Los achaques se palían con la brisa y el agua, por lo que espero retomar mis contactos, con renovados ímpetus.

Disfrutar con este poeta y con la mágica voz de Pasión Vega.