domingo, 29 de abril de 2018
viernes, 27 de abril de 2018
jueves, 26 de abril de 2018
ALGUNAS NOTAS PARA LA POÉTICA.
Tengo varios libros de
poesía de Plaza y Janés en cartoné,
medio deshilachados y sin cantones, de la colección Selecciones de Poesía
Española, publicados en el año 1973.
Entre ellos una
Antología (1950-1972), del poeta de Arcos de la Frontera, Carlos Murciano.
Después del prólogo de su hermano y también poeta Antonio Murciano, el autor
abre el libro con un escrito en prosa titulado “Algunas notas para la poética”.
Para los que como yo,
tratamos de acercarnos a la poesía, al menos con respeto, viene bien
transcribir esas notas.
Escribe
como si te fueras a morir mañana, pero como si en lo que escribes residiera tu
no morir ya nunca.
Escribo,
sufriendo, de lo que vivo-y palpo-; emocionándome, de lo que viviré-e intuyo-; gozando, de lo
que viví-y añoro-.
Poesía,
temblor humano del espíritu.
La
clave está en saber encontrar a los demás buscándose a sí mismo.
¡Ay
del que diga << he aquí mi obra>> y se tumbe a ver pasar las nubes,
los días, como si estuviera definitivamente cumplido! Viento eres, poeta, y
viento desatado. Reposo, nunca.
Toma
lo que te ofrece cada día, por sencillo que sea, y ponle amor.
Detenerse
ante algo triste, algo sucio, sí. Y cantarlo. Pero para salvarlo por la
belleza, para levantarlo con el verso, con el verbo privilegiado; no para
hundirlo más en su tristeza, en su mísero existir, al airear sus defectos. Ver
en el perro muerto no la carne que se
pudre, sino los dientes que blancos, hermosos, permanecen. He ahí el secreto.
El
Verbo se hizo verbo y habitó entre nosotros.
Sé
preciso, sé claro, sé sencillo, poeta. Haz de tu mensaje un simple recado. Que quien, como tú, posee el don de la
poesía, es decir, de la palabra, debe comunicarse a los hombres por la vía de
la claridad, que es la que pasa por el corazón.
La
poesía es un don. El poeta un don…Nadie. Pero capaz de cegar el polifémico ojo
del mundo y ganar, en el burla- burlando de las mansas ovejas, su propia,
absoluta y eterna libertad.
Poesía,
clarísimo misterio.
Domina
la forma y olvídala. Irá contigo-velada o no-, fiel siempre.
Haz
el poema y olvídalo. Vuelve a él-mejor después de dos días que de dos horas- y
rehazlo. Acaso lo que entonces pierda, esté su –tu- ganancia.
Imagínate-
ironizaba un poeta, pretendiendo definir la poesía de otro-: todavía hace
sonetos.
Definía-¡pobre!-
la suya propia.
Sonetos,
todavía. Y siempre.
Esa
luz repentina que echa a rodar por dentro ideas y palabras.
Gracias,
palabra, por permitirme ser.
lunes, 23 de abril de 2018
domingo, 22 de abril de 2018
jueves, 19 de abril de 2018
lunes, 16 de abril de 2018
REUNIÓN DE GAVIOTAS
REUNION
DE GAVIOTAS
Todas
las tardes
se
reúnen las gaviotas.
(Bernardo
Atxaga)
Cuando
la tarde empieza a tener un color de espejo herido, se recogen los últimos
bañistas y se pliegan flácidas las multicolores sombrillas; a esa hora en la
que se quedan a solas las espumas y vuelven del espigón los últimos enamorados,
calientes de sol y besos; a la hora en que se borran las estelas, a la orilla
del mar en silencio, se reúnen las gaviotas.
Con
voz ronca y cansada, hablan de sus cosas. De lo que fueron capaces de encontrar
en esa primera hora de las luces, cuando la arena recién peinada, se mira en el
espejo del mar.
De
una caracola que recordando sirenas, lloraba lágrimas de sal al lado fresco de
la orilla.
Del
viento primerizo que les ha permitido volar hasta las parte más alta y blanca
de los mástiles. Ese viento que les ha hecho vomitar horizontes, picotear
espumas y jugar al corro con los cormoranes.
Entre
los despojos de la tarde y antes que la noche encienda sus hogueras, las
gaviotas hablan de sus cosas y se aclaran la garganta, mientras algunas sueñan
con el ballet que cuando nazca el día, le ofrecerán las olas.
La
gaviota mayor, harta de tanta cháchara, e inmune a la poesía, interrumpe con
voz gruesa y preguntona:
.-
Muy bien todo, pero ya va siendo hora de organizarse para mañana:
.-
¿Cuándo acordamos a que pesqueros seguir?
.-
¿Quiénes de las más jóvenes se quedan en la playa, para robar bocadillos de
incautos y quienes se hacen cargo de las partes traseras de “chiringuitos”?
.-
¿A quién le toca burlar las olas de los acantilados para cazar valientes o insensatos peces, ahítos de
espumas?
.-
¿Cuántas primerizas con su vuelo rasante van a ser nuestros ojos, detectando
bancos de alevines?
.-Espabilar,
que se nos hace la noche y como suele suceder, los granujas charranes se no
adelantan y ya tienen copados los mejores sitios.
.-Y
cualquiera los mueve: con eso de ser los elegidos para la marca de los que
mandan, se creen con más derechos que nadie.
La
luz declina su brillo y sombras de ocasos se enseñorean del horizonte.
Las
gaviotas mayores se pierden por los pliegues de la oscuridad, mientras las
jóvenes, siguen con la conversación, quitándose las palabras, las unas a las
otras.
Las
olas, cansadas de su trajín diario, mandan a la orilla un eseoese de espumas y
luces de colores le nacen al paseo, pero nada que ver con la luz de las
estrellas que empiezan a reflejarse en las aguas.
Nadie
pasea por la playa. La gente se refugia en su casa, tratando de organizar
su despensa y sus anhelos.
Que
no todo es playa, luz, espuma y cielos azules. Y sobre todo, que a pesar de nuestro mediterráneo ingenio, todavía no somos capaces de hacer paella a base de promesas.
domingo, 15 de abril de 2018
sábado, 14 de abril de 2018
jueves, 12 de abril de 2018
ODA A LOS ROBOTS
Se
acabará el trabajo
ya no serán respetadas
ni
las arrugas con color de tierra,
ni
los callos con calor de injusticia.
Nos
espera un tiempo de baratas horas extras
y
de sangrantes minutos al sol.
Pero
ellos, los que nos sustituyan,
nunca
sabrán de la hermosura del aire
que
baila entre los pinos.
Ni
de la espuma del mar
que
llegando hasta la orilla,
hace cosquillas entre los dedos.
O
de los fragmentos de vida
que
cruzan por las ventanillas
de
un tren en la noche.
Nos
ganaran todas las partidas
pero
no sabrán siquiera, de qué forma se inicia
la
emoción de una sonrisa,
el
temblor de un beso,
o
el incendio de los ojos del amor compartido.
Ellos
que nunca se equivocan,
acertarán
siempre los horóscopos,
pero
se perderán los arcos iris
y
el ruido de los bares
y
una noche de luna llena en Granada,
ni
tampoco entenderán
el
alegre desvarío de dos enamorados
que
pisan charcos en la lluvia.
Serán
insensibles a Mozart,
y
al vals de las lagartijas en las tapias.
Y
seguro que no guardan una flor amarilla
en
la primera arrugada carta de su amada.
No
podrán saber cómo tiemblan los pulsos
cuando
el amor se acerca
(que todavía no se ha inventado un chip
que
iguale lo que dice una mirada apasionada).
Me
quiero quedar con esta vida
que
no se quiere sentir cuadriculada,
que
aquí en este mar donde yo habito,
el
aire se renueva cada día
y
no están programadas las historias.
lunes, 9 de abril de 2018
LA BAJA DE UN "AMIGO"
Hoy es un día triste
para mí, pero no tengo más remedio que ser consecuente con mis ideas y no
aparecer a esta edad, como alguien fácilmente moldeable por un comentario más o
menos elogioso.
Voy a hacer algo que
nunca pensé que podría hacer.
A partir de hoy, en mi
lista de amigos, va a faltar uno.
Y bien que me duele.
Pero no estoy dispuesto a quien alguien pueda creer que no soy lo que parezco y
que por un elogio, puedo vender una parte de mis convicciones.
A este amigo que hoy
despido, le he demostrado siempre una exquisita educación y condescendencia, lo
que el mismo ha reconocido en uno de sus últimos comentarios: “y es bien cierto que tengo mi diferencias
de criterio con vos, acerca de algunos temas que tocas en tu blog y también la libertad con la que
se puede aplaudir o disentir con tus post, comentario mediante, sin que exista
censura de por medio”. a pesar de que no ha desaprovechado ni una
sola ocasión, para tratar de adoctrinarme con sus, para mí, respetables ideas, aunque no las comparta.
Lo respeté, incluso cuando
tras una visita a la antigua cárcel de San Miguel de los Reyes, donde se
celebró un homenaje a los presos de la dictadura franquista y tras escribir una
entrada donde hablaba de la emoción vivida al relatar nuestra asistencia, para honrar a una persona muy querida por mí
y mi esposa, publiqué una Casa de Citas(XII), donde recordaba el evento con un
verso del poeta José Carlos Rovira, académico de la Facultad de Filosofía y
Letras de la Universidad de Alicante y en su contestación me citaba al poeta
inglés Roy Campbell, novillero fracasado, que supo ganarse la vida, arrimándose
al carro de los vencedores y loando sus proezas.
Es notoria su falta de tacto y la cerrazón de sus ideas, el no saber si quiera respetar nuestras intimas emociones.
En aquél momento
estuve tentado de hacer lo que hoy hago. Pero, ni borré su comentario, y seguí
comentando y leyendo todas y cada una de las “aes” de los repetidos piropos a
su esposa.
¿Por qué lo hago hoy?
Seguramente, porque como dicen en mi tierra, “se me ha llenado el gorro de guijas” y no estoy dispuesto a que a mi edad traten de
catequizarme. Por eso y por su comentario de hoy que trascribo:
8
de abril de 2018, 12:53
¡AL
MUY BUEN domingo y excelente paella + aperitivo, Juan! Sobre la cita, pues
bueno, con todo y a pesar de todo; aunque agotemos las existencias de pinzas
para la nariz cuando nos referimos a la Monarquía española...¡Que Dios nos
guarde de una III República!, habida cuenta de la casa de "damas de
compañía frentepopulistas" que fue la II.
¡Saludos
de nuestra parte! (y ya se han terminado las vacas, ¡cagondena!,
jajajajajaja...).
Por ahí no paso. A
pesar de mis creencias, no pecaré de prepotente ni mal educado, llamando a los
vencedores, que no supieron digerir su victoria y siguieron persiguiendo y
matando a los que no pensaban como ellos, no los meteré a todos en una casa de “rameras”, aunque a algunos conocí de la
División Azul, regentando y chuleando casas de prostitutas, con la anuencia de
la autoridad competente.
De lo que sí puedo dar
fe, es que he conocido a dignísimas personas republicanas, que defendieron con
dignidad y coraje sus ideas, por las cuales sufrieron un desmesurado castigo
impropio de un vencedor magnánimo.
Algunos de ellos me
hicieron como ahora soy y algunas supieron guardar un retrato del fundador de
PSOE, en lo más hondo de un baúl, para poderlo ofrecer, como un precioso regalo, a la vuelta de su hijo
preso.
Como comprenderá mi “amigo”,
a eso nunca voy a renunciar, por mucho “maese” que se me llame.
Tan pronto como suba
esta entrada, lo daré de baja y bien que
lo siento, pero ya no estoy para soportar ni consignas ni catecismos.
A parte que en su
obsesión, lo que he tratado con mi casa de citas del domingo, es hacer una
mención a el famoso TFM de la señora Cifuentes, por lo que en el lateral
izquierdo y arriba, puse el logotipo de la Universidad Juan Carlos I y ha
cogido el rábano por las hojas, tubérculo que le ha servido, conforme es
notorio, para decir lo que le interesaba decir, como acostumbra.
Ya no más, mis
convicciones es difícil que me las cambie nadie, a estas alturas del partido.
P/D.- No comentaré
ninguna entrada que pueda sugerir una polémica. Quiero vivir tranquilo sin que
nadie me soliviante.
domingo, 8 de abril de 2018
miércoles, 4 de abril de 2018
"EL ENCUENTRO" EN VALDEPEÑAS
Perdonar la repetición, pero el recuerdo de lo vivido ha pesado más que la difícil creatividad que se pierde con la ausencia.
Esto lo publiqué en el año 2018, pero, al menos, a mí me sirve.
“EL
ENCUENTRO” EN VALDEPEÑAS.
Sin hacer caso a los pronósticos,
la “madrugá”, se tiñe de incienso o niebla.
Un olor a anís y cera derretida,
señalan los
caminos que llevan a la plaza.
En la noche oscura, un siseo de temblores.
Mientras, torre iluminada arriba,
un reloj que acompaña los latidos
se va acercando inmisericorde
a la hora exacta de la emoción y los lirios.
Las rutas y los corazones
se han quedado sin luces.
Calle de la Virgen abajo, un siseo
de pasos que se arrastran
y un temblor de velas encendidas,
anuncian que se acerca el momento de la magia.
Los primeros y nerviosos capirotes azules
nos anuncian la llegada
del que dicen que es el gran protagonista
de esta noche oscura
y de otras no menos funerarias.
Acompañado del silencio,
y del temblor frío de los cirios,
con el paso que le marcan
un puñado de sufrientes hermanos,
un cuerpo con espasmos de junco dolorido,
se hace dueño del silencio
alanceando corazones
y dejando lágrimas a la intemperie.
Entre una maraña de nubes,
se asoma la luna, tímida y vecindona.
(Continuará)
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