miércoles, 30 de noviembre de 2022

AMANECER


 

Sin estar contaminado de noticias y nocturnas verborreas hábilmente cocinadas, cada mañana se vestía de tristeza dispuesto a iniciar su cotidiano viaje que, como siempre, lo llevaba hasta la nada.

Solo el sol podía responder a sus preguntas, pero sus ojos estaban dañados de reflejos y ahíto de oscuridades.

Además este otoño en vez de hojas livianas y doradas, nos trae cada mañana un rimero de hojarasca y desamparos.

 Después de toda una vida desbrozando porqués, ahora al llegar al final, todas las oraciones se mezclan con ceniza y las bellas canciones que hablaban de promesas, se acallan con el fogoso grito de una humanidad encallecida.

Harto de días vacíos de sueños y lleno de soledades, viajaba hasta la segura y acogedora patria del mar, donde comprobar que las gaviotas se miraban en los cristales rotos de la noche, ante la mirada penetrante de un cielo que no sabe de rituales y magnánimo, ofrece su eterno despertar de latidos y de vida.



martes, 22 de noviembre de 2022

MÚSICA, POESÍA Y FLAMENCO


 

Dejadme que en esta ocasión me permita juntar la pasada bella efemérides del cante flamenco, con la festividad del día.

Y permitirme también que lo dedique a los que aman la música, (seguro que no hay excepciones), los amantes más dispersos del flamenco y a los/as que hoy celebran Santa Cecilia, patrona de la música que como  bien dijo el escritor alemán Jean Paul Richter, “es la poesía del aire”.

Porque a pesar de un desprecio de siglos, mucho ha tenido que decirse y blanquearse para dar el brillo necesario a ese flamenco vilipendiado por la Generación del 98, y felizmente redimida por la  Generación del 27.

Hay un libro definitivo escrito por los hermanos Antonio y David Hurtado Torres, musicólogos y compositores, que nos demuestra que la oscuridad con la que se pretendía desmerecer este arte definitorio de lo español, está muy lejos de la belleza intrínseca del flamenco.

El cante flamenco hace música arriesgada de sentimientos, creando sensaciones, improvisando emociones. Música alegre y doliente. Amorosa y apenada. Directa y reivindicativa. Pellizco y caricia. Consuelo y vinagre. Flor y espina.

Pero mejor que os deje unas cuantas letras que sirvan para justificar esta entrada de hoy y que vienen a demostrar, que la poesía flota en el aire cuando, sin poner adjetivos y sin pedir “papeles”, el sentimiento nace teñido de belleza:

 

En la torre está el reló

El mochuelo en el olivo

En mi corazón la pena

...cada cosa está en su sitio.

+++

Desperté y la vi

por si estaba soñando conmigo

la dejé dormir.

+++

No te quiero por la ropa

te quiero por ese lunar

que tienes junto a la boca.

+++

Duérmete gitanito

rey de los soles

te voy a hacer una cunita

de caracoles.

+++

Cómo quieres que en las olas

no haya perlas a millares

si en la orillita del mar

te vi llorando una tarde.

 

Merecido el reconocimiento al flamenco, por su música, por su baile y por hacer posible esa poesía que nace de las hondas raíces de un pueblo que siente y se desespera.




jueves, 17 de noviembre de 2022

MÚSICA EN LA NOCHE


 

MÚSICA EN LA NOCHE

 

Una vela se derrite en nostalgia

mientras la música suena,

la tristeza se espesa

y la noche llama con voces de horas heridas.

 

El saxo,

ese dios extraño y lúcido,

va llenando ese vacío de silencios

con su voz grave, sencilla y solidaria,

mientras me fuerza a mirar la otra cara de la luna.

 

Mientras yo garabateo sentimientos

y busco en mis entrañas la palabra necesaria,

le agradezco a la música

que me enseñe a hilar el tejido de los sueños,

a llenar de latidos e ilusiones

las desesperadas horas negras,

en la que a veces nos regodeamos con la pena.

 


miércoles, 9 de noviembre de 2022

UNA BARCA


 

UNA BARCA

 

Yo que vengo de tierras pardas y resecas,

aprendí a abrir las carreteras

y contando leyendas a los vientos,

me instalé en este sol

que es el pan mío de cada día.

 

Y luego el milagro del mar.

Esa paradoja del regreso eterno,

esa trascendencia encontrada,

ese baile de gaviotas

que hace que olvide los vencejos,

ese corolario de espumas

regalando frescura en puntos suspensivos.

 

Al lado de este mar, andando por la playa,

la brisa se llena de ausencias,

mientras una barca con mi nombre

sigue sorteando laberintos.



miércoles, 2 de noviembre de 2022

OBJETOS PERDIDOS


 

El poeta escribía poemas a sabiendas que ya no tendrían retorno y que sus rimas volarían como las hojas de los árboles en el otoño, sin saber siquiera donde terminarían por hacerse hojarasca.

Antes, sin apenas rechistar, había perdido amigos, recuerdos, ilusiones, creencias.

Hasta la libertad, por la que tanto había luchado, quedó enmarañada en algún recodo, manoseada por los que nunca creyeron en ella.

Supo, con ensoñadora alegría, que hubo un tiempo en el que perdió la cabeza,  lo que le obligó a tener que utilizar en su lugar un corazón que ya no le pertenecía.

A pesar de ser consciente y dolerse, de no tener amigos, de faltarle los recuerdos, de olvidarse de las rimas, de no encontrar los calendarios y de haber perdido la esperanza, nunca visitó la Oficina de Objetos Perdidos.

Hasta esta mañana que fue a preguntar por su sombra que le ha abandonado, a pesar de que la luz del sol de este otoño, que no quiere serlo, blanquea de luces los tapiales y llena de claridades la mañana.

Le han dicho que no debe preocuparse y que se habría tomado unos días de descanso.

Él sabe que no, que ya está harta de soportar tanta espalda encorvada, tanto achaque, tanta insoportable ceniza en los bolsillos, sin siquiera una rima que sirva para reconfortarla.

El poeta caminó en la tarde ahíto de tristeza, mientras la edad le tramaba un nuevo desencanto.