Edición del autor de una foto de la Agencia EFE,
Poema sugerido por el amigo VALAF
en su comentario a mi anterior entrada.
La
mentira es hoy.
No
acaban de despertarse las margaritas
y
se respira melancolía.
Las
redacciones se llenan de blasfemias.
Y
la paz cotiza a cero en el mercado de futuros.
Los
altares de sacrificio salen a las calles
y
hasta las religiones se apuntan a la guerra.
El
miedo se hace carne dolorida
y
habita entre nosotros.
Mientras,
los
que, entre mármoles y oro
se hastían de las huríes
y
se aburren con las repetidas guerras de la Play,
reparten
dividendos en las mezquitas
para
que la sangre no sea de mentiras
y
las velas terminen por lucir en todas las esquinas.
Una
jauría de fáciles esclavos
con
la mente bien desamueblada,
se
disponen a matar muriendo – extraña paradoja-
para
ocupar la plaza que un desalmado
le
reservó en el paraíso.
Por
los caminos del frío y de las lágrimas,
un
dios indiferente, ante la olvidada esperanza,
permite
que hombres agonicen, sin hogar ni destino,
en
un tremendo abismo de soledad y ceniza.
En
tierra de nadie,
entre
las arterias sin corazón de los mapas,
en
un descampado de lágrimas y barro,
los
niños de los ojos tristes
corren
tras una pelota de soledad y trapo.
La
mentira es hoy.
En
este siglo, a pesar de renacidas primaveras,
que
solo resultaron utopías,
hemos
vuelto a las andadas.
Mientras
escribo,
las
calles se iluminan con colores
y
empiezan a sonar los villancicos.