viernes, 24 de febrero de 2023

SEGURO RELOJ DE ARENA


 

Compruebo

que la vida se acaba

como la espuma

que besa

triste

la

a

r

e

n

a

mientras

espero la caricia

de otra ola que llega



sábado, 18 de febrero de 2023

UTOPÍA


 

Era tan fantaseador que quiso hacer un mundo nuevo con retazos de sueños guardados en un viejo baúl de ropa usada.

Ante la falta de ingredientes para la pócima milagrosa, no tuvo más remedio que utilizar el brillo de una estrella, la sonrisa de un joven, el canto de una alondra, el ala de una golondrina, el sol que calienta en los trascachos.

A pesar de los esfuerzos de nuestro imaginativo protagonista, aquella alquimia no funcionaba.

Afanado en su utopía, no se daba cuenta de que los sueños guardados en el baúl, se los había terminado por comer las polillas, la estrella se había cansado de brillar ahogada por la polución, los jóvenes escondían sus sonrisas, por la angustia de un futuro pintado de miedos, la alondra dejaba de cantar, harta de no aparecer en la lista de Spotify, la golondrina dejaba de aletear cansada de tantas fronteras y alambradas y el sol, tan mayor y sensiblero, había decidido ausentarse, mientras se ponían de acuerdo las antiguas y seguras cuatro estaciones.

Nuestro visionario, ante este vacío lleno de soledades, se olvidó del lenguaje de la luz y los latidos, se hizo sombra y se dedicó a garabatear palabras inconexas.

Estaba convencido que al final, ante la mudez de un cielo sin sentido, no tendría que peregrinar para encontrar las puertas del infierno, siempre que ese concepto, como tantos aprendidos, fuese real.

El GPS de su existencia le acabó por marcar las coordenadas geográficas y la situación exacta para tan desagradable final.

Aunque, pensándolo bien, no necesitaba para nada el infierno, ya tenía bastante con su propia soledad.

 


sábado, 11 de febrero de 2023

LA TIERRA DONDE VIVO


 

La tierra donde nací,

se ha desintegrado en la nostalgia,

ha naufragado en los recuerdos

y ha terminado ahogándose

en un mar de despedidas,

donde brilla una luna de ausencias

y racimos de estrellas

destilan lágrimas de sal y sentimientos.

Aquello que fue

un presagio de azules y blancos,

al frescor de una patio emparrado,

donde los cantos de los sueños apenas se escuchaban

en los tristes días grises de temor y desespero.

Había que tener la calma de la espiga,

que no se estremece con el viento,

para aguantar la certeza

de que las horas y los sueños eran

un quedarse sin voz y sin latidos,

mientras el hastío trepaba por las enredaderas.

 

Menos mal que al fondo me esperaba

un renacer de brisas,

una erupción de azules,

la esperanza verde de una vida nueva,

como un reencontrado paraíso.

 

… y se hicieron posibles los deseos,

 y la vida se fue reinventando

a golpes de tareas y de versos.

De nuevo nacieron las sonrisas

y oreamos al sol nuestra ganas de vida.

 

A la sombra alargada de palmeras,

encontré la libertad que perseguía.

Y fue un milagro conjugado a cuatro voces.

 

Ahora la existencia es,

una canción que entiendo,

y cuando se van quebrando los calendarios,

le doy gracias a la vida

y a este mar que me cuida y  que me abraza.

 

 

 


domingo, 5 de febrero de 2023

NUEVOS HAIKUS


 

Durante el día

el aire se desgarra

ansiando luna.

 

Baila la lluvia

un minué de luto

 en los tejados.

 

Solo amanece

cuando la alondra canta

y el sol se asoma.

 

Blancor de luna

en silenciosa noche

el mar respira.

 

Al alba siempre

el canto de la alondra

revive sueños.

 

Perros ladrando

ahuyentan los fantasmas

de los recuerdos.