domingo, 29 de octubre de 2023

VIEJOS BUZONES


 

No puedo resistirme a repetir esta entrada que ya publiqué hace más de 10 años. Los miro cada mañana y solo encuentro la propaganda de alguien que solo quiere volver a tapizar mis sillones.

 

A los buzones se les ha helado la sonrisa. En el muro, como nichos perfectamente alineados, enseñan su esquela, rodeada de herrumbre y polvo y algunos muestran la negrura de su fondo, como si hubiesen sido profanados.

Los buzones están tristes. A su interior no llegan ya ni sonrisas ni esperanzas y entre el moho que pone cerco a sus rincones, se dibuja el tedio de esta nueva vida plena de ausencias y fracasos.

Las viejas palabras alineadas escritas con letra temblorosa, han cogido otro medio de transporte y ya no se posan, blancas y generosas, en estos cofres con tesoros que esperan ser descubiertos.

Ya no llegan hasta ellos, esas cartas que la madre recogía temblorosa y después de besarla, la apretujaba sobre su pecho, para darle calor a las titubeantes palabras del hijo que dudan entre, la cruda realidad de sinsabores por la patria y el dolor que la verdad puede causar en la familia.

Sus entrañas no le dan calor a esa carta con cuidada letra, en la que se habla del pudoroso pero desbocado amor, de una joven que termina por perfumar su firma con un beso rosa estampado y con una lluvia de círculos y cruces que tras su colorista candidez, esconden un rosario de ansias y deseos.

 

Ni siquiera el gozo de esa tarjeta postal que habla de tierras lejanas, cuando ya el viaje ha terminado y que al recibirla, les hace rememorar recuerdos a los remitentes y ya no emociona a los destinatarios.

O el milagro, pocas veces repetido, de ese giro postal, que es como una lotería que te toca, sin saber siquiera que has jugado.

El viejo buzón desvencijado ha dejado de ser el cajetín de los deseos, y no es tampoco el cofre que guarda sobresaltos.

Ahora permite en su hueca y triste nostalgia, en su abierta encarnadura, que dentro se aposenten interesadas octavillas que hablan la compra de ese oro que ya tan pocos tienen por estas latitudes.

Dentro se amontonan cartas resabiadas con ostentosos membretes que acucian al ahorro bien remunerado, escondiendo entre su prosa las obscenas ganancias del que firma.

Y cada vez, con más repetida frecuencia, sobres de distintos colores y con distintos anagramas, que hablan de programas electorales con olor a naftalina, solo pensados para el voto y la urna, escritos con palabras tan rimbombantes como mentirosas.

Palabras y promesas que después quedan tan obsoletas como este buzón y su desangelado mutismo.

 Me producen tristeza estos buzones vacíos.  Aquellos que fueron albergue de sentidos secretos, son ahora desperdicios de los sueños.

Sería bueno que tiñéramos la soledad de estos buzones con un poco de poesía, que fuéramos capaces de descerrajar los candados de la tristeza, dándoles una vida nueva, como a Lázaros del silencio.

Escribid una carta, como aquellas de antaño. Hablad de proyectos, de viajes imaginarios, de amores posibles. Dirigirla a una madre, a una mujer que ama, al que persiste en sus sueños, al amigo de siempre, al que espera un milagro, al que se aferra al último clavo, a los que esperan la primera risa o están duchos en tristezas.

Escribid esa carta y ponerla en ese buzón triste, a ver si de esa manera, al menos, en ese vestíbulo donde la tristeza y la soledad habitan, empieza a resonar la vida.

 


jueves, 26 de octubre de 2023

ESTE OTOÑO QUE NO NACE.


 

Este otoño que no nace,

pero que engendra recuerdos

 que duelen en la memoria.

Se hace largo este viaje

que lleva de la alegría a la nostalgia,

soñando con un mar

repleto de sonrisas

y una playa que espera

que mi barca vieja,

descanse en sus arenas.

La noche le da vida a los silencios

y a falta de jilgueros,

solo cantan las estrellas.

La nostalgia, mirándose en la luna,

enciende los luceros,

para alumbrar esta noche

oscura de relojes y ahíta de calendarios.

 

 


domingo, 22 de octubre de 2023

VIEJO SAXOFÓN


 

Quisiera ponerle “swing” a estos tiempos convulsos y que un viejo “saxo” nos enseñara, que los besos son la mejor panacea y que cuando se dan durante una galaxia de sonidos que alumbran temblores, resuelven todos los problemas.

Que sin ritmo, nos acucian los fracasos y que cuando la música sonando, se pierde en los sumideros de la noche, suele alumbrar mejores madrugadas.

Que en las sombrías tardes que nos acechan, al rescoldo de los sonidos oscuros de Jhon Coltrane, se está más calentito y los latidos se serenan.

Es bien sabido, que cuando alguien pierde estrellas o lunas, un pentagrama de luces, ayudan a encontrarlas y encontrarse.

Que hay un volar de pájaros que surcan el aire enrarecido, cundo un saxofonista le saca sonidos viejos, a su entrañable instrumento.

Buscar el eco de los sentimientos, es la notable tarea que podemos aprender, de este viejo Orfeo que nos demuestra, que en la buena música, se esconde el secreto de todas las verdades.

 


jueves, 19 de octubre de 2023

AMANECERES


 

Es preciso cantar ante este día

que arde entre colores y aleteos de gaviotas.

Olvidemos soledades

y pongamos rumbo a la esperanza,

desplegando velas de sonrisas.

Esta misma luz que nos alumbra

y que ningún faro ilumina,

nos lleva hasta esta orilla,

donde alas nuevas nos enseñan

que esta vida que pintamos

sigue mereciendo recorridos.



domingo, 15 de octubre de 2023

EL HOMBRE DE LOS ABRAZOS


 

Aquel hombre, siempre estaba dispuesto al abrazo.

Nunca pudo explicarlo, pero al final se supo que sufría la agonía de no saberse querido y aquella manía de abrazar, era una forma, como otra cualquiera, de matar el desencanto.

En los últimos tiempos, tan plagados de falta de tiempo y desamores y tan sobrados de luchas y personalismos, notó que cada día le sobraban más abrazos de los que podía fabricar.

Ni siquiera en las rebajas, fue capaz de reducir su stock, aunque sus abrazos siempre fueron de primera calidad.

Un día, cuando el verdadero otoño acudió a su cita y la primavera, apagó sus colores y contuvo sus sonrisas, falto de cariño y sobrado de deseos, acepto el abrazo que le ofreció, una soga encontrada en un rincón olvidado y sombrío de su tristeza.


jueves, 12 de octubre de 2023

ESPERANZA


 

Solo me queda,

después de tantas conjeturas

el orgullo de saber que, en cada poema,

les dejo un legado de ternura,

a las hijas de mis hijas.

Que mis palabras nacieron

con ansias de libertad, alas de esperanza

y sueños de nuevos horizontes.

Que cada primavera me vuelan mariposas,

aunque me falten los amigos.

 

Mis ojos,

con abismos de luces y muchas dioptrías,

necesitan de luciérnagas

que alumbren los caminos,

lo mismo que la luna da luz a los azules.

 

Y sobre todo el cielo,

ese espectáculo gratuito que pocos miran,

que cada noche cambia su tramoya,

cuando, con entrada libre,

nos enseña, que en la vida,

solo con saber mirar con limpieza y hacia arriba,

se nos muestran todas las bellezas.




 

 


domingo, 8 de octubre de 2023

MUCHA PENA


 

Desde que Octavio utilizó la mentira contra Marco Antonio, grabando en las monedas frases cortas, tratándolo de borracho, mujeriego y muñeco de Cleopatra, siempre han existido personajes dispuestos a mentir, con tal de conseguir objetivos, que de otra manera serían incapaces de alcanzar.

A esos que ahora llaman “trolls”, los he conocido hace ya mucho tiempo, aunque debo decir que con menos virulencia y maldad, que los actuales.

Por una simple copa de vino, eran capaces de mentir a sabiendas y si hacía falta, destrozar la imagen de quién fuera.

Aquellos me daban pena, eran borrachines diarios que eran capaces de hablar mal de su madre, sin con ello conseguían el trago que necesitaban.

Desgraciadamente, los de ahora son más sofisticados.

Amparándose en el anonimato que dan las redes, se desprenden de los apellidos de los que deberían estar orgullosos, y atacan sin piedad y sin conocimiento a personas que ni siquiera conocen.

Los hay tan “peseteros”, que no dudan en venderse por alcanzar un comentario más o algo tan prosaico y sin sentido como un “like”.

Pero los hay peores: son los que dan por hecho las mentiras nacidas del interés y sin molestarse en comprobar la realidad, se suman a la vorágine, sin saber que con su apoyo cómodo y cobarde, consiguen revestirla de verdad.

El jefe de campaña de Adolf Hitler, si viviera, seguro que los hubiese contratado para su “staff”.

Lo triste de todo esto es que, después de toda una vida, en la que la rectitud y la moralidad fue la norma de conducta, caigas en manos de unos impresentables que en la confrontación didáctica, no serían capaces ni de abrir la boca y mucho menos, de mirarte frente a frente a los ojos.

Suelen ser la triste ceniza que queda de la hipocresía.

¡¡¡Me dan pena!!!  ¡¡¡Mucha pena!!!



jueves, 5 de octubre de 2023

MAR EN LA NOCHE


  

El mar en la noche

se olvida de las horas

mientras,

desde la triste oscuridad de un faro

se lanzan mensajes de luces

que consiguen avergonzar a las tinieblas.

 

La luna, provocadora,

se dedica a pintar estelas,

sin escuchar el ritmo de las olas,

ni los guiños que lanzan las estrellas.

 

Mi barca,

vestida de lona y pena,

sigue el rastro de esa espuma

que va quedando de los sueños que mueren,

buscando su isla de Utopía.

 

Un naufragio de azules,

es el último reclamo que le queda a la aurora,

para que con un baile de gaviotas,

 anuncie madrugadas.


domingo, 1 de octubre de 2023

CABEZA A PÁJAROS


Aquella niña se cansaba de escuchar la manida frase de que “tenía la cabeza a pájaros”.

Y todo, por preferir un paseo por el monte a una tarde de muñecas, un libro a un teléfono móvil, una respiración acompasada, debajo del árbol del recreo, a jugar al “pilla, pilla” o a “la comba”.

Nunca supo si lo escuchó o lo aprendió en una de sus diarias lecturas, el caso es que le impactó bastante el conocido proverbio “más vale pájaro en mano que ciento volando”.

Se hizo mayor y pronto comprendió que en el mundo que pretendía vivir, le quedaba poco tiempo para ensimismamientos y otras veleidades.

Y empezó a olvidar los sueños y asegurar entre sus manos cualquier realidad por manchada o desconchada que estuviera.

Los pájaros empezaron a buscar otras ramas donde construir sus nidos y aquella corona alada, etérea, sinuosa y brillante, empezó a desaparecer de su cabeza.

Un día, cuando ya llevaba algunos otoños pintados en su piel, se dio cuenta de que en su mano marcada de arrugas, le había quedado alguna gota de sangre, junto a la, apenas imperceptible, pluma de una alondra…

… Y no pudo deshacerse de esa helada soledad, al faltarle el calor de terciopelo de aquellas aves que siempre trataron de ser sus compañeras.