Aquella niña se
cansaba de escuchar la manida frase de que “tenía
la cabeza a pájaros”.
Y todo, por preferir
un paseo por el monte a una tarde de muñecas, un libro a un teléfono móvil, una respiración acompasada, debajo del
árbol del recreo, a jugar al “pilla,
pilla” o a “la comba”.
Nunca supo si lo
escuchó o lo aprendió en una de sus diarias lecturas, el caso es que le impactó
bastante el conocido proverbio “más vale pájaro
en mano que ciento volando”.
Se hizo mayor y pronto
comprendió que en el mundo que pretendía
vivir, le quedaba poco tiempo para ensimismamientos y otras veleidades.
Y empezó a olvidar los
sueños y asegurar entre sus manos cualquier realidad por manchada o desconchada
que estuviera.
Los pájaros empezaron
a buscar otras ramas donde construir sus nidos y aquella corona alada, etérea,
sinuosa y brillante, empezó a desaparecer de su cabeza.
Un día, cuando ya
llevaba algunos otoños pintados en su piel, se dio cuenta de que en su mano
marcada de arrugas, le había quedado alguna gota de sangre, junto a la, apenas
imperceptible, pluma de una alondra…
… Y no pudo deshacerse
de esa helada soledad, al faltarle el calor de terciopelo de aquellas aves que
siempre trataron de ser sus compañeras.
Diríase que los pájaros en la cabeza con incompatibles con el paso del tiempo. Y no se les ocurre otra cosa que llamar «madurez» a semejante metamorfosis.
ResponderEliminarUn abrazo.
Perder la capacidad de soñar es triste, siempre se necesita un rincón de ensueño para sobrellevar la realidad, un abrazo Juan!
ResponderEliminarCortar las alas a la imaginación, puede ser funesto.
ResponderEliminarUn abrazo.
Algunos, en la cabeza, solo tienen escorpiones. Mal asunto, porque tarde o temprano, acaban picándoles.
ResponderEliminarEso es telepatía
ResponderEliminarLo demás son tonterías.
(¿y eso es un pareado, no?).
Como sois los artistas, vuestra sensibilidad, os une ¡Hay que ver la imagen...! A mí el colorido de la tuya me gusta más, porque con más vivos y los pájaros más bonitos.
Los sueños nunca se deben olvidar. El último párrafo es para enmarcar.
Los pájaro mientras tenga colores vivos y brillantes no hacen daño a nadie, lo malo es cuando son carroñeros.
Precioso cuento digno de haberse vivido.
Un abrazo
Nunca se debe dejar de soñar. Si se nace por regalo del universo con esa maravillosa percepción de las cosas, se debe cuidar. Bien sé que la sociedad obliga a tener los pies y el pensamiento en la tierra, pero siempre existe un lugar donde escapar y ser.
ResponderEliminarMuy buena la pintura.
Abrazos
Hablando de pajaros estoy leyendo un libro titulado "Pajaros mojados en un cable de luz" de Virtudes Oliveros una gerundense de padres granainos, en la contraportada encuentro una frase que viene a pelo con tu entrada, dice "...de como el pasado se convierte en una presente lápida."...
ResponderEliminarUn abrazo
No se debe perder, ni permitir que se pierda, el aleteo de pájaros que hacen brillar la creatividad, la imaginación y los sueños.
ResponderEliminarBonita esa pintura Juan.
Un abrazo.,
MUY DE ACUERDO CON EL AMIGO ALFRED, LO DESCRIBE BREVE PERO EN PROFUNDIDAD...EL ALETEO DE LOS PÁJAROS ES LA IMAGINACION, FUENTE DE CREATIVIDAD, NO, NO SE PUEDE DEJAR PERDER.
ResponderEliminarME ENCANTÓ EL CUENTO. LOS COLORES SON VIVOS Y BONITOS, COMO A MI ME GUSTAN.
HE ESTADO AUSENTE UN TIEMPO, VUELVO A MI BLOG Y EN TU CASA ES UNA GOZADA ESTAR UN RATO.
BESOS.
Juan, todos hemos tenido "pájaros en la cabeza", pensamientos, sueños e ilusiones, que nos impulsaban a vivir cada día con fortaleza y alegría...Tu relato simbólico lo dice todo. No debemos perder esos "pájaros sueños", que nos llenan nuestro mundo interior, sin dejar lugar a la "helada soledad", que envejece, borra la ilusión y la curiosidad. Ambas son necesarias para seguir adelante, creando y recreando la vida. Me alegro mucho de que tu sigas escribiendo y dándonos lo mejor...Tus pájaros siguen alegres y fieles gorjeando en tus ramas, amigo...Muy bello.
ResponderEliminarMi abrazo entrañable y mi ánimo siempre, compañero poeta.
Salirse de las "Normas Establecidas" siempre lo penaliza la sociedad. Pero afortunadamente, hay muchas personas que se las saltan. Y gracias a ellas vamos progresando. Espero que los pájaros vuelvan a la cabeza de aquella niña hoy mujer. Un abrazo, Juan.
ResponderEliminarHola Jose , una bonita historia como bien dice Mª Jesús Muñoz , todos hemos tenido pájaros en la cabeza y sueños
ResponderEliminarque alguno que otro sean cumplido y otros no llegaron a su destino, lo que no podemos es alejarnos de la realidad que nos rodea , puesto que cuando uno se da cuenta ,esta solo y la soledad es muy mala para todo el mundo.
Me alegro de volver a leerte , ya que hace tiempo que no pasaba a leerte y tú no tenías activo los comentarios donde dejarte uno en forma de saludo , espero que estés bien de salud amigo mío.
Me alegro de que te haya gustado mi entrada a Don Quijote de la mancha y Sancho.
Besos de flor.
Un excelente relato amigo. Profundo y real.
ResponderEliminarDe esas "ausencias" de cabeza a pájaros, está la vida de muchos llena.
Es una satisfacción verte tan activo!
Fuerte abrazo Juan.
De joven se tienen pájaros en la cabeza, al hacernos mayores "alguno queda". Una pintura preciosa.
ResponderEliminarUn abrazo.