Solo me queda,
después de tantas
conjeturas
el orgullo de saber que, en cada poema,
les dejo un legado de
ternura,
a las hijas de mis
hijas.
Que mis palabras
nacieron
con ansias de
libertad, alas de esperanza
y sueños de nuevos
horizontes.
Que cada primavera me
vuelan mariposas,
aunque me falten los
amigos.
Mis ojos,
con abismos de luces y
muchas dioptrías,
necesitan de
luciérnagas
que alumbren los
caminos,
lo mismo que la luna
da luz a los azules.
Y sobre todo el cielo,
ese espectáculo gratuito
que pocos miran,
que cada noche cambia
su tramoya,
cuando, con entrada
libre,
nos enseña, que en la
vida,
solo con saber mirar
con limpieza y hacia arriba,
se nos muestran todas
las bellezas.
Quede constancia, para las hijas de tus hijas, que tienen un pedazo de abuelo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Un canto a la vida, Juan, gracias, un abrazo!
ResponderEliminarLo que has escrito a continuación es lo que pretendo con los mios.
ResponderEliminar"...
les dejo un legado de ternura,
a las hijas de mis hijas.
Que mis palabras nacieron
con ansias de libertad, alas de esperanza
y sueños de nuevos horizontes
..."
Un abrazo.
Es lo más hermoso que podemos llegar, que tengan un recuerdo bonito como nosotros de nuestros abuelos. Abrazos
ResponderEliminarsolo con saber mirar con limpieza y hacia arriba, se nos muestran todas las bellezas.
ResponderEliminar... y algún secreto que antes llamaban misterio.
Juan, la ternura, la libertad y la esperanza rebosan en tus poemas y te definen.
ResponderEliminarTus nietas tendrán un hermoso legado, eso no lo dudes.
Un beso grande
Tus nietas tendrán una herencia millonaria en cariño, sensibilidad, enseñanzas, que es de lo que realmente van a nutrirse en la vida.
ResponderEliminarAmigos , aún te quedamos unos cuantos y también necesitamos beber de tus escritos, así es que te queda aún trabajo por delante.
Un fuerte abrazo.
No es poco, sino mucho lo que dejarás a las hijas de tus hijas. Estremece pensar que cada noche, el cielo nos ofrece la realidad del infinito.
ResponderEliminarUn abrazo fuerte, Juan,
Te queda mucho, Juan, mientras conserves esa mirada que poco tiene que ver con las muchas o pocas dioptrías.
ResponderEliminarQué suerte tienen tus nietas.
Besos
Tus palabras conllevan un mensaje valioso, mucho más que cualquier objeto por preciado que sea este. Eso es lo que cuenta, ese es realmente el legado, la huella que se puede y debe dejar, la única que no es perecedera.
ResponderEliminarBEsis
Juan, ni te imaginas lo que me ha gustado leerte y ese mensaje a las hijas de tus hijas. Mucho sentimiento Juan, precioso. Besos :D
ResponderEliminarTus poemas ya son libres, Juan. Todos los podemos recoger del aire, no solo las hijas de tus hijas :). Y qué razón tienes, ya casi nadie mira al cielo, del que tanto se aprende, tan pendientes que estamos de nuestro propio ombligo. Un abrazo, Juan.
ResponderEliminarJuan, has puesto la mente y el corazón en el poema, amigo...Tanto es así que me has emocionado totalmente. Tu alma de poeta nos ha comunicado su esencia y su esperanza cuando escribes. Nada es en vano, estoy segura, lo mismo que nosotros valoramos y sentimos tus letras, tus hijas y tus nietas valorarán aún mas la grandeza espiritual y literaria de su padre y abuelo.
ResponderEliminarPrecioso lo que nos dejas. Mi enhorabuena y mi ánimo siempre, compañero y poeta.
Mi abrazo y feliz fin de semana con los tuyos.
Certeras y naturales palabras de quien siente, y sabe expresar sus sentimientos!
ResponderEliminarTodo un regalo amigo, y no solo para tus nietas, sino también para quienes hemos podido disfrutarlo. Gracias.
Fuerte abrazo Juan.
¡Cómo me identifico contigo! Has emitido todo lo mejor que tienes y se lo legas a las hijas y nietas. Puro sentimientos a través de la poesía.
ResponderEliminar¡Magnifico!
Besos.