Emoción VII.- AlfredGockel
EMOCIÓN QUE DUELE.- (RELATO DE LOS JUEVES)
Caí en la
tentación, al leer la sugerencia de Lucía, yo, tan poco dado a escribir a plazo
fijo.
Este es mi
intento, que creo será el último.
= =
=
En
la residencia, que estaba a punto de ser cerrada por falta de presupuesto, el abuelo pudo comprobar que a pesar de todos
los recortes, su cuerpo seguía estando entero.
En
aquel momento decidió cederle un riñón a su nieta necesitada, a la que los
dichosos recortes habían dejado sin tratamiento.
A
su hija, la madre de la enferma, la emoción le dolía con pinchazos de rabia y a
pesar de todo, sonreía.
Mas relatos en. Lucía
Es una preciosidad Juan lleno de amor y entrega y de paso una triste realidad.
ResponderEliminarUn beso
¡¡¡Qué duro!!!y a la vez, desgraciadamente qué real.
ResponderEliminarla dura y cruda realidad que está destrozando tantas vidas en estos momentos... una vez más la literatura como espejo de la vida
ResponderEliminarLa solidaridad de muchas personas no entiende de recortes, afortunadamente. Bonita historia familiar.
ResponderEliminarsaludos!
La solidaridad entre la familia es lo único que nos queda para paliar los dichosos recortes, que nos dejan sin habla a todos.
ResponderEliminarUn abrazo
Pues una suerte que te decidieras, aunque solo sea por una vez, a participar en los jueves, este hecho nos da la oportunidad de conocerte y disfrutar de tus letras.
ResponderEliminarNo te hizo falta muchas lineas más, en este micro nos muestras con contundencia la realidad que vivimos, y duele !claro que duele!.
Un abrazo.
La sanidad pública y la buena fe de la gente siempre estarán ahí a pesar de los recortes. Si te animas a participar más jueves ya sabes dónde encontrarnos. Besos.
ResponderEliminarMe gusta que compartas cosas de amigas y amigos cercanos, yo llegué al blog de Lucía gracias a tu recomendación.
ResponderEliminarEl micro relato es realmente impactante.
Te dejo un fuerte abrazo Juan, bonita jornada.
En pocas palabras,toda una historia de vida.
ResponderEliminarUn recorte que lleva a otro (aunque el recorte del abuelo se tome en tono figurado). Pero esa entrega rearma lo que en verdad debe siempre permanecer entero: el amor, la solidaridad, esos lazos de familia que son el sostén de todo ser humano (o debería serlo).
Creo que conocerte a través de tus letras, hace que te sugiera -al menos- que sigas en la vuelta juevera!
Besos y un gusto!
Gaby*
Son tres frases, tres perspectivas, tres miradas y tres dolores. Todos e funden merced a un drama que vivimos todos, unos menos, otros dramáticamente.
ResponderEliminarMe gustaría continuaras por aquí, yo tampoco escribía con plazo fijo y ahora cierro, mejor o peor, mis ideas.
Un abrazo.
Me ha gustado, sencillo, corto... Creo que la vida es así de tomar decisiones, dejar los egoísmo y cuando uno ya no puede para si mismo dar lo mejor para la felicidad del otro.
ResponderEliminarMe ha gustado tu "intento", y de veras espero que no sea el último!
ResponderEliminarSaludos jueveros
=)
ey, juan, que te ha salido impecable!
ResponderEliminarque haya muchos mas!
saludos
Y yo digo: menos mal que los recortes no afectan a la devoción emocional (yo prefiero llamarla amor) que se muestran en ejemplos como el que relatas.
ResponderEliminarUn abrazo
Una luz en la oscuridad, es tu relato, que es el primero y deseo que no sea el último.
ResponderEliminarun fuerte abrazo juevero y vamos por más.
(me encanta la imagen de tu portada)
ResponderEliminarLuis, ¡Tu micro es genial! Condensa en tres historias cruzadas , el amor, el dolor, la rabia, y muchos sentimientos...fisicos y emocionales. ¿ Como qué será el último ? Por favor.. piensalo un poco más querido amigo.
ResponderEliminarPasa por mi blog, tienes un regalo con tu nombre para tu blog, es mi manera e agradecer tu participación juevera.
Besos mil
Ante la insolidaridad e injusticia del Estado, la solidaridad, la humanidad, la generosidad de las personas, intentando hacer menos gravosa la carga de tanto recorte. Me gustaría que te animaras a participar más veces. Tu incursión entre nosotros ha sido genial.
ResponderEliminarUn abrazo.
Se puede recortar todo menos la esencia de ser buena persona y solidaria.
ResponderEliminarEspero que no sea tu última participación, me gustó leerte.
Un beso.
wommm!!!!
ResponderEliminarbello, preciso e impresionante relato, vaya que se ajusta a la realidad de muchos que simplemente se quedan doliendo en silencio
Tres historias y una imagen poética como frutilla de postre: los pinchazos de rabia. Te sale el poeta por los poros Juan pero el relato está impecable. El próximo jueves vengo por aquí a por más...Un abrazo.
ResponderEliminarCuando nos vayan faltando los abuelos, veremos que hace el PIB, la inflación, la prima de riesgo y todas esas m...
ResponderEliminarMuy tierno, a pesar de la crudeza.
Un fuerte abrazo
Esto sí que duele...y sin embargo, tu relato tan lleno de amor, reconforta.
ResponderEliminarUn abrazo grande.
Es cierto, esta historia totalmente realista en estos tiempos que sufrimos, causa disgusto y mucho pesar, no sé si compadecerme o enfadarme aún más. Tu participación es muy emocionante, te remueve por dentro Juan.
ResponderEliminarun fuerte abrazo
tremendo tu relato de emociones internas
ResponderEliminarUn abrazo
Los recortes no deberían haberse aplicado ni en sanidad ni en educación, dos ámbitos tan importantes en la sociedad, bueno, no quiero hablar de política, pero es que todo forma parte de ella, y como en tu relato has hablado de recortes, me ha salido sin querer porque tu entrada me ha llegado al alma.
ResponderEliminarY como siempre los abuelos son los que más ayudan, los más débiles y con quiénes más se están metiendo y más están recortando
Y sigo con los recortes... ¡pero será posible! venga ya termino...
Un beso.