LAS
PALABRAS
¡Y si después de
tantas palabras,
no sobrevive la palabra!
(Cesar Vallejo)
Cuando era niño,
buscaba constelaciones
y palabras.
Balbuceaba la ternura
y todos los sonidos
sellaban la inocencia,
con vibrantes
discursos
de aire, deseos y
latidos.
Luego vino el alfabeto
con esa mala costumbre
de etiquetar las cosas
sin saber siquiera, el
final de las historias.
Ahora,
harto de discursos de
aire
y trucos sin magia,
de sumisos aleluyas
y melifluos
hemiciclos,
solo me quedo,
con esas que son como
estampidos
que descerrajan las
mentiras
y vuelvo a los sonidos
que hablan de verdades
pan,
luz,
paz,
día,
mar,
amor,
amigo,
rosa…
y todas aquellas que
hacen posible,
seguir inventando
eternidades.
Tu poema me ha recordado al barco Acuarios.
ResponderEliminarUn abrazo.
Las palabras siguen acudiendo a ti llegan en busca del poeta que las ordena y las hace bellas. Abrazos
ResponderEliminarLas palabras esas que nos acompañan a lo largo de nuestro caminar.
ResponderEliminarQué bonita y original tu entrada.
Besos y feliz tarde.
Maravillosas palabras que expresan sentimientos tan profundos como bellos. Y que siempre se queden con nosotros...
ResponderEliminar¡Olé tu menda!
Un besazo.
Tus finales son apoteósicos, querido amigo.
ResponderEliminarEfectivamente, inventar eternidades es la clave.
ResponderEliminarUn abrazo.
Eternidades. De niño, sin limas, ni condicionantes, sin manipulación, las palabras son en sí mismas universos.
ResponderEliminarPrecioso texto. Un abrazo
Cuantísima belleza en tu poesía...
ResponderEliminarYo también me quedo con esas palabras que son las que más valen.
Precioso tu sentir y tu forma de expresarlo.
Muchos besos, Juan.
Palabras mágicas y versos mágicos, la gran pena es que solo se queda en palabras, pero los hechos se alejan de la realidad. Con lo felices que seríamos si cumpliéramos sin excepción alguna tan bellos vocablos.
ResponderEliminarAbrazo JUAN.
La maravilla de las palabras expresando sentimientos
ResponderEliminarUn abrazo
Cuánta delicadeza, ese cuadro de doble entrada es de una ternura inmensa, me encanta, conmovedor, de veras. Te abrazo y te aplaudo...o al revés!
ResponderEliminarJUAN permíteme que te conteste aquí porque sabes que en blog no lo suelo hacer; ¡calla calla!... y no me hables de Hacienda. Este años a mí me han dado un palo que me han crujido. Me he jubilado, pero jubilación parcial, porque todavía no tengo la edad, para pasar del todo a la reserva. Y como resulta que cobro por dos sitios, el 75% de la Seguridad Social y el 25% de la empresa, menuda estocada me han dado los muy mamones, y te estoy hablando como te puedes imaginar, de un sueldo de un trabajador normal; "la madre que los parió". Muchas gracias por tus bonitos comentarios JUAN.
ResponderEliminarFuerte abrazo.
Me ha gustado lo de "trucos sin magia".
ResponderEliminarPorque, digo yo, que ya que tratan de engañarnos, que se esfuercen y lo hagan con un poco de gracia y duende.
Saludos, J.L.
Me gustan esas palabras tuyas, sonidos cortos, sencillos e imprescindibles. Me quedo con ellas yo también.
ResponderEliminarAbrazo y sonrisa (que no falten en la lista de las "que hacen posible seguir inventando eternidades")
Hola Juan:
ResponderEliminarAl ver tu comentario en el blog de Ana María Ferrín me ha entrado la curiosidad de leerte, pues también tengo 82 eneros de vida.Me alegro haberlo hecho, al comprobar la categoría de tus pensamientos y frases.
Abrazo desde Chile.
Enhorabuena poeta y maestro, por tus palabras valedoras.
ResponderEliminarEsilleviana
Un fuerte abrazo