DIGO TU NOMBRE
Digo tu nombre
y peces de colores saltan en la orilla.
Digo tu nombre
y me nacen canciones con olor a rosas nuevas.
Digo tu nombre
y en el firmamento palidecen las estrellas.
Digo tu nombre
y cambian de sentido las rosas de los vientos.
Beso tu nombre,
mordiendo el perfume de tus labios
y un rimero de estrella fugaces
estallan en mis ojos.
Te nombro
y las nueve letras de tu nombre,
son como la espuma de esa ola
que me hace naufragar
en un mar de calentura.
Digo tu nombre
y se visten de luto las metáforas.
Cartel de Adrianne Amadeus
La verdad que el cartel es precioso y original.
ResponderEliminarY más bonitos aun, los sentimientos que se desprenden de tus letras. Me encantaría ser como tú, que con el paso de los años poder seguir diciendo esas palabras llenas de amor, ternura, cariño, respeto, pasión...
Siempre admiré a las parejas que a pesar del paso del tiempo van cogidas de la mano, se besan, se sonríen, denotan cariño y complicidad. Y siempre dije -yo 'de mayor' quiero ser como ellos-. Espero que así sea.
Al menos sé que tengo buen profesor...
Un abrazo
Esto forma parte del amor que uno siente, que bueno que no cambie...que no cambie, un abrazo Juan.
ResponderEliminarHay dos versos dentro del poema que hacen grande y universal,(para mi gusto),al poeta:
ResponderEliminarDigo tu nombre
y en el firmamento palidecen las estrellas
Digo tu nombre
y se visten de luto las metáforas
No se puede decir mejor....
Amigo Juan,es bellisimo el poema visual, el cartel...bellisimo.
Un saludo
Jota, no dejes nada en el tintero, las abejas que nutren tu panal dan una miel exquisita, me atrevería decir de las mejores que hay en el marcado y además de gratis y sin impuestos de lujo.
ResponderEliminarSiempre es un placer volver a tu casa.
Un abrazo Juan, ya sabes un anónimo que hay dando vueltas por estos mundos.
Todo el amor del mundo al pronunciar su nombre, siempre único, cada una de sus letras es una caricia, bellísimo poema de enormes sentimientos Juan, precioso.
ResponderEliminarUn beso, es un placer leerte
Se visten de luto las metáforas ... qué belleza. Me ha impactado la negrura y la hermosura.
ResponderEliminarBeso
Uhhhh casi repito el comentario de Loto...juro que iba a escribir lo mismo!!! Me enluté de originalidad parece...
ResponderEliminarUn abrazo,Juan
Hola Juan, buenos días:
ResponderEliminarAcertadísimo(*)poema tanto en el sentimiento que emana como en el asunto; coincido contigo en la relevancia del Nombre y, como anécdota y como muchos otros, eduqué a los míos tratando de que no se dejasen llevar por alguna desacertada costumbres o el desinterés y se esforzasen en conocer o buscar el nombre adecuado de las cosas y, en consecuencia y !cómo no!, el nombre propio de las personas. Cuando alguna vez en reuniones familiares se refieren a ellas, a las personas, en uso de una costumbre local, designándolas por el artículo determinado, "tomo nota" y pasados unos días, cuando estamos a solas, nunca se me olvida recordarles: "el otro día cuando te referíste a X, máxime estando presente, lo citastes como "él"; habrías estado más acertado si lo hubieses mencionado por su nombre propio". Y es que, como bien sabes Juan, como minero picador del alma humana que siempre has sido, bien conoces que a todos nos place oir nuestro nombre en bocas queridas y a todos nos agrada sentiornos un poquito especiales cuando nos distinguen usando nuestro nombre. Si alguien rememora, para sí o en público, a alguien y sus cosas citando su Nombre, bienm diríamos !miel sobre hojuelas!, ¿a que sí?
Un abrazo de quien es un cachito pequeño pues algo me darías o te robaría en los años que gocé de tu amistad y proximidad, cachito al fin y al cabo como digo, de tí; ¿pues acaso no vestimos nuestro ser con retales que hemos ido tomando de otros? ¿No seremos cada uno de nosotros un mosaico compuesto por teselas que hemos ido juntando, mediante donación o "robo", de quienes nos han ido acompañando en este trashumar? Lo dicho; un abrazo para tí y los tuyos.
Ramón
(*) Aunque escaso, aún mantengo contacto epistolar con un ex-jesuíta que fue profesor en mi infancia y él parte de la teoría de que todo o casi todo en la buena Vida consiste en acertar y quizás sea así, en nuestro caso; acertar con la elección de compañera vital, acertar con la educación de los hijos, con la elección de los amigos, de las lecturas, las inversiones o los caminos, de modo que eso; acertado, de acuerdo con el "Hermano Durán", es lo más sublime que de tu poema pudiera decirse -sonrisa-