Cuando te ensueño en la música
las notas son besos que queman en mi boca.
La noche,
con alas de ausencia,
revolotea
entre el humo prohibido
y los dados de hielo,
rebajan la apuesta
del alcohol que libera.
Cuando acaba la música
y empieza la tristeza,
repito tu nombre como una letanía.
Hasta que la luz llega
y el tiempo,
como una alondra nueva,
se posa en mi ventana.
Su canto es el presagio
de tu carne acogedora.
Descabalgan los violines.
y desafinan los pianos.
Y yo encuentro la armonía,
en la carnosa partitura de tus besos.
Que bonito es encontrar la armonía, que preciosa palabra, más bonito es encontrar a tu lado tu momento de ensueño.
ResponderEliminarUn beso grande querido Juan
Cuando el poeta habla de amor
ResponderEliminarLas partituras silencian instrumentos
Los músicos escuchan sorprendidos
Las palabras del sentimiento.
Sigue buscando armonía en tu balada de caricias y besos, es la mejor sinfonía que se le puede dedicar a la mujer amada. Ellas lo captan todo amigo Juan.
Un abrazo J el magnífico
El anónimo Diego
PD Juan algun día tendré que escribir algo sobrer el anonímato ,me gusta la palabra.
Querido Juan.....sabes de mi devoción a tus escritos..y que suelo ser honesta y si algo no me trasmite..pues no suelo hacer comentario..pero hoy, no es que quiera hacerlo, es que me parece un deber...por que este poema tuyo es...expectacular....universal...único...y no son palabras de halago fácil....tu poema tiene una calidad y una categoria de GRANDE.....
ResponderEliminarCreo que me voy a venir tambien a vivir a este barrio, para poder seguir de cerca a los que tienen la virtud de sorprenderme....ilusionarme...e inspirarme...
Qué mejor que estar al lado de los grandes verdad?
Un abrazo Jota...nos leemos
No pueden desafinar los pianos si tu encuentras la armomnia en ese pentagrama de besos.
ResponderEliminarAbrazo
:)