No hacen falta salmodias ni que el humo del incienso nuble la claridad de un día de primavera.
Sobran los panegíricos y las burdas palabras, que seguramente dirán , los que le negaron la patria y la estima.
Vestido de blanco, con su sonrisa de paz, llegará hasta las nubes y con su piano de siempre, iluminará claridades y enseñará su mensaje de amor y sosiego.
Y cuando pasen las palabras y vuelva al olvido, Bebo siempre nos recordará con la magia de sus manos en el teclado, que el arte sobrevive incluso a aquellos que con su mezquindad, pusieron por delante las proclamas tratando de emborronar la claridad de una música que no tiene fronteras.
Ha muerto Bebo Valdés. Nos queda su música.
Hermoso homenaje y recuerdo a un gran pianista. No lo conocí hasta que el Cigala lo invitó a tocar en Lágrimas Negras creo que fue en el 2009.
ResponderEliminarme ha gustado esta lectura.
un abrazo :)
Descanse en paz. He podido escuchar alguna de sus composiciones gracias a mi suegro y cierto, se nos va un gran músico.
ResponderEliminarUn abrazo
Ayer venía camino del trabajo escuchando la noticia. Es curioso, parece que Bebo es de esa gente que ha estado ahí siempre, y siempre va a estar. En cierto modo será verdad gracias a su música.
ResponderEliminarEl cielo se tiñó de Lágrimas Negras. Las nubes han dado buena cuenta de ello.
Un abrazo
Lo acabo de conocer, más vale tarde que nunca. Descanse en paz y música continúe sonando siempre. Un abrazo, Juan.
ResponderEliminarEs lo que tienen los artistas, que siguen viviendo en sus creaciones.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo