Unos días antes de su renuncia, el papa Benedicto XVI se dolió con estas palabras, que a algunos le han resultado temerarias e inusitadas: “Hubo días de aguas turbulentas, en las que el Señor, parecía dormir”
Utilizando viejas palabras de los Evangelios que quiero recordar de mis tiempos de religión obligada, viene a decirnos con su voz más humana y comprensible, que hay muchas cosas, dentro de la Iglesia, que no deberían permitirse.
Al menos eso entiendo yo, que no soy un dechado de amor ni a esta institución ni a la figura del Pontífice, sea este el que sea. (Será porque tengo una cierta alergia a todo aquello que me es impuesto, por muchos cetros y espíritus que medien en el nombramiento).
Pero al igual que el Papa saliente, yo vengo aquí ante los dioses, a la orilla de este mar que se supone creasteis, hoy con olas grises disconformes, con mi triste hatillo repleto de dudas y pecados.
He venido aquí, tratando de encontrar respuestas, buscando vuestra sonrisa. Buscando alivio en los dominios del viento, en el blanco de la espuma, en la luna reflejada.
Vengo aquí a escuchar los rumores del mundo y a pedir, de rodillas en la arena, que de una vez por siempre los milagros sean posibles para todos y no solo el premio a los que siguen vuestras impuestas directrices.
Esa respuesta que busco, no la encontré en la triste oscuridad de los atrios. Ni en las repetidas y viejas palabras que fluyen de los púlpitos, envueltas en incienso e imprecaciones.
No di con ellas en las oscuras sacristías, donde se guardan los gastados palios que cubrieron las vergüenzas de viejos dictadores.
Escarbé afanoso en todas las escrituras y solo acabé con la vista cansada y un puñado de dudas que nadie ha sabido resolverme.
No llego a entender por qué los dioses permiten que el mundo se desquicie castigando siempre a los mismos. Parece que su ira solo va dirigida en contra de los que menos tienen, de los que siempre están desarrapados y faltos.
Diga lo que diga Einstein, hay un dios que sí juega a los dados. Lo malo es que, los pobres, los desasistidos, los que nunca dejan de ser esclavos, siempre sacan los números más bajos, los números que nunca tienen derecho a premio. Solo saben de castigos. Como si cada día fuesen expulsados del paraíso.
Parece como si Dios estuviese durmiendo la siesta.
(Alguien cercano a la doctrina oficial de la iglesia que se llama verdadera, se preparaba una pregunta a Dios, para el día del juicio final, pregunta que yo también me hago en esta noche de tristezas, sufrimientos y soledades: ¿Por qué, Dios, permite estos espantosos rodeos, el sufrimiento de los inocentes, para llegar a la salvación?)
Sálvanos ahora, para que podamos disfrutar la vida que nos has otorgado. No sigas ensañándote con los que solo conocen la desventura.
No los olvides, ni permitas que aquellos que parecen los elegidos, también terminen por darles la espalda.
A los dictadores, a los usurpadores, a los que los esclavizaron, a los que en nombre de la nueva religión los pisotearon blandiendo la cruz y la espada. A esos, no puedes sumarte tú, seas el dios que seas o te llames como te llames.
Puedo admitir que atendiendo otros extraños designios, te olvides de poner luz, bondad y caridad en nuestros gobernantes. Puedo admitir que estés absorto en otros menesteres y dejes pasar felonías, robos, matanzas, de aquellos que deberían dar ejemplo.
Lo que no puedo entender, es que si te mueves en tu Olimpo de azules y claridades y piensas en nosotros, sea para mandarnos más desgracia, para sumar lágrimas y sacrificios, para enlodar la tierra que creaste, para ser siempre los primeros a la hora de ajustar las cuentas, para que la muerte, esa vieja conocida nuestra, siga siendo nuestra eterna compañera, mientras dorados cálices, deslumbrantes joyas y pomposas arquitecturas se enmohecen con el tiempo y el desuso.
Alguien con voz piadosa y meliflua, me dirá que los milagros son posibles, Yo hoy he venido aquí, al mar y la noche, porque la lista de los que sufren se hace cada vez más enorme y dolorosa, sin milagro que la amortigue.
Mañana volveré a este mar y a este cielo a ver si sois capaces, ¡oh, dioses! , de darme una respuesta.
! Ojalá, mañana este mar negro y triste de hoy, vuelva a su color primigenio y esté pintado de esperanza!
UFFFFFF, EXCELENTE TEMA, PARA POLEMIZAR UN BUEN RATO.
ResponderEliminarUN ABRAZO
Las respuestas han tardado toda nuestra evolución en la Tierra...y queda mucho más por responder. ¿Será que debemos convivir con la ignorancia, apretar los puños y seguir?
ResponderEliminarMe has hecho pensar, yo vine a dar una buena noticia o mejor dicho a agradecer...Te espero en la nueva casa. Un abrazo.
Aplaudo la lucidez de tu palabra, ojalá sean muchos los contagiados con el toque de la razón, saludos desde el sur de la America, tan castigada y en busca de unión.
ResponderEliminarLeer estas palabras y este post, ayuda y contribuye a creer en la verdad: ese dios no debe ser real o aún peor, releyendo este juramento, una se convence de que el dios inventado por los hombres solo está a su interés y servicio: conseguir más poder, aplastar a los débiles y abombar a los opulentos y acaudalados.
ResponderEliminarGracias por tus palabras de sabiduría y experiencia. Me gustaron mucho.
Un fuerte abrazo
Dices todo lo que cada día pensamos muchos. Pero parece que no, que nadie superior que pueda oírnos y solucionar algo, anda cerca.
ResponderEliminarAsí seguimos, apreciado JL, sin esperanzas.
Me gustó mucho, te va mi abrazo.
Seguir adelante portando el peso del farol encendido.
ResponderEliminarHe leído alguna respuesta y no puedo dejar de preguntarme por qué las personas culpan a Dios, de aquello de lo que es responsable el Hombre.
ResponderEliminarDe la crisis mundial es responsable la agencia calificadora Mody`s fundamentalmente, que fue la que creó los bonos basura en Estados Unidos. Derivado de este negocio fraudulento consentido por las leyes y de la ambición del mundo financiero se ha originado una crisis financiera mundial consistente en que los efectivos bancarios del mundo han ido a parar a manos de las personas responsables de Mody.s, lobbyts intermediarios y grandes capitales detrás de estos. Un sencillo trasvase del dinero efectivo mundial a pocas manos y posterior socialización de las pérdidas financieras de los Bancos nacionales por los gobiernos democráticos de la mayoría de los países. Las democracias son las que están asfixiando a los ciudadanos, no importa el partido que esté en el poder, y los ciudadanos carecen de vías políticas para exigir dimisiones de gobiernos y cambio revolucionario político como mínimo en la profundización y correcto funcionamiento democrático, sentido revolucionario político que ya ha sido expresado por la Sociedad en el 15-M.
Y me respondo a la pregunta. Ante la debacle y la miseria que afecta a muchos ciudadanos, ante la impotencia de poder cambiar el funcionamiento político y legal que permite desahucios, creación de Bancos malos (un producto para salvar la burbuja inmobiliaria propia de ricos), despidos, bajada de sueldos, pérdida de derechos, desmantelamiento de servicios públicos, hambre y pobreza... las personas miran al cielo y exclaman: ¡Oh! Dios, ¿cómo puedes permitir todo esto?
Y me digo: tal realidad se lleva forjando 40 años, pero si todo ciudadano se va de vacaciones a la India y a Cancum, nadie reflexiona sobre la causa de tal cúmulo de riqueza generalizada en una Sociedad y cuál pueda ser el pago en el futuro (Véase consecuencias de la Burbuja inmobiliaria)
Los caminos de Dios son otra historia y no el dinero y sus asuntos.
Saludos
No acostumbro a contestar los comentarios de mis entradas, pero en esta ocasión haré una excepción con Beguin.
ResponderEliminarHe releído mi articulo y pido a ese dios que "no olvide poner luz, bondad y caridad a nuestros gobernantes".
Ya sé, ya sabemos todos, como hemos llegado a esta situación y sabemos de la responsabilidad de los hombres y sus ansias de riquezas.
Pero me refiero a ese Dios que me enseñaron de niño, ese Dios del que ahora dudo, porque solo creo en aquello que la razón, mi razón, me ordena.
¿Dormía la siesta Dios, (se llame como se llame" cuando mandaba mensajes de dolor y destrucción a la miserable Haití?
¿Dormita mientras permite la mortal resequez de esa África negra que solo conoce desgracias?
¿Echa un sueñecito mientras la hambruna se señorea por los mapas de la rosa de los vientos?
Y sobre todo ¿que clase de somnolencia le ataca, al permitir que los que no pueden irse a la India o Cancum, incluso no pueden dar de comer a sus hijos, esos miles de prójimos nuestros sumidos en la pobreza, mientras los representantes de ese Dios dormido, amasan tesoros, no temen a la burbuja inmobiliaria para sus costosos edificios e incluso gestionan poderosos bancos?
De ese Dios es del que hablo. Ese es Dios que no entiendo.
Ese es el Dios que según su representante en la tierra " en días de aguas turbulentas, parecía dormir".
Un abrazo.
Cada cual tiene su momento. Cada cual ve tanto como alcanza y nada de cuanto pueda decirse puede proporcionar luz a alguien, si el corazón duda, si el corazón siente rabia, si el corazón, en suma, se encuentra cerrado al Cosmos.
EliminarCon tu permiso he tomado prestadas tus palabras: "poner luz, bondad y caridad a nuestros gobernantes". Si te hubiera molestado, me lo haces saber y suprimiré o cambiaré mis letras.
Un abrazo
PD: Gracias por tu respuesta :)
Estoy totalmente de acuerdo contigo. Hay que tener el corazón y el intelecto abierto a la razón y al Cosmos y no admitir "precocinados". Además, dudar es un sano ejercicio. El que más sabe es el que más suele dudar.
EliminarNo me has molestado en absoluto: todo lo contrario. El dialogo siempre es enriquecedor y el abc de la libertad.
Un abrazo.
Una revolución sería la solución? habría que organizar comités, buscar un líder y confiar en él/ella, estoy pensando en la revolución chavista -que en paz descanse-, totalmente populista. Habría que disponer de ideas reales y creer en ellas, movilizar a la ciudadanía. Seguramente esté equivocada, pero todo esto suena a comunismo y ¿se ha demostrado que abolir la propiedad privada también concentra el poder y la riqueza en unos cuantos??
ResponderEliminarHoy he leído muy detenidamente los comentarios, además de tu excelente post.
ResponderEliminarEstudié en colegios religiosos, me comí todos los santos mientras estudiaba y el sacerdote era para mí una imagen intachable.
Mi librito viajero era la vida de Juan Pablo II... hace unos días me detuve a mirar uno de lo tantos documentales que suelo ver en you tube, "Los secretos del código Da Vinci", e Historia de la Iglesia a través de los siglos" y me siento más perdida que nunca.
Luego leo,: estoy pensando en la revolución chavista -que en paz descanse-, totalmente populista... yo vivo en América ¿qué nos está pasando?
Me quedaré pensando Juan, ojalá exista otro mundo más allá de la muerte y todo sea diferente.
Abrazos miles.
Estimado amigo, te he leído entre las notas de la poesía. Muy bueno.
ResponderEliminarY luego, ¿qué tendrá que ver Dios con quienes hablan sobre él? Es muy cierto lo que dices sobre las aguas que se pudren en las estancias vaticanas y sobre las tropelías que se han encubierto. Ignoro si Benedicto XVI abandona por eso, al haber intentado cambiar las cosas y haberse encontrado sólo. Pero podría ser así.
Alguien dijo que los ventanales más hermosos y las lámparas más sublimes se encuentran en las luminarias del cielo y no bajo cúpula alguna. Y yo estoy de acuerdo. Y también en los ojos de las personas: creer en Dios pasa, necesariamente, por hacer cuanto esté en nuestra mano por aliviar el sufrimiento de nuestro prójimo, porque somos personas y no hay nadie que merezca más el aire que respira que otro alguien (ahora quizá excluiría a los grandes genocidas, asesinos varios y gentuza similar).
Un saludo
El por qué, los por qué. De niño mi hijo preguntaba por los tesoros vaticanos, en su inocencia pensaba si no podrían venderlos y comprar comida para las personas que la necesitaran...
ResponderEliminarQue alguien, donde esté, nos ilumine.
Saludos, Juan. Buen día.