Mont St. Michel
VOLVER A LAS VIEJAS
CANCIONES
Tendremos que volver a acompasar las voces,
para que un orfeón de
parias, olvidados y poetas,
vuelvan a cantarnos la
vieja sinfonía,
que nos impulse a
conquistar
el perdido tiempo de
la Historia.
Tendremos que volver a
ser los aguafiestas
de aquellos que
siempre encuentran soluciones
buscando en las sucias
cloacas
de sus nefandos intereses.
Tendremos que enseñar
que los latidos necesarios,
no pueden oxidarse
en la sombría herrumbre de sus cajas de caudales.
Que también hay
riqueza si se sabe buscar,
en la mina al aire
libre de los sueños.
Aunar las voces,
para que lleguen los
días de risas y campanas,
con arcos iris donde
se avergüenzan los oscuros
por un estallido de
verdes de esperanza.
Habrá que procurar que
en los juegos de los niños
solo se disparen
claveles y sonrisas,
mientras la madre, en
la cocina
le saca a los pucheros
el premio del trabajo.
Luchar porque la
sangre solo sea roja
y carezca de
prebendas,
y solo pueda
bombear el corazón
de la libertad y el compromiso.
Me queda poca voz,
pero os convoco
a buscar la música
apropiada
y seguir la ruta que
nos marca
los viejos sueños que
se hicieron realidades.
Me queda poca voz.....
pero seguiré afinando
palabras,
hasta que mi canto se
acabe perdiendo
en un rumor oscuro
de mortecinas sombras
vespertinas.
Hola Juan ! MARAVILLOSO poema como siempre. ¡Tendríamos que volver a tantas cosas !...pero está todo dado vueltas y la gente ya no escucha.Los valores que fueron nuestros están dormidos... o muertos.No obstante hacer el intento está bueno.¡VOLVAMOS A LAS VIEJAS CANCIONES !! a los viejos sueños ... todo puede ser si ponemos el alma en cada escfuerzo.
ResponderEliminarUn abrazo gigante.
¡FELIZ FINDE !
Aunque mi naturaleza nunca fue muy proclive a la poesía, debo reconocerte que la salmodia te ha salido redonda. Así sea.
ResponderEliminarBesos.
Voces se levantan por todas partes para tomar el relevo de las nuestras y volver a cantar las viejas canciones pero tambien las nuevas, que las hay, Juan. Las hay y las seguira habiendo mientras haya gente como tu, que sigue alentando el cantar con tus letras siempre poeticas.
ResponderEliminarUn gran abrazo y perdoname que no te ponga acentos: este teclado no los tiene. :((
¿Qué te queda poca voz?, pues el lenguaje escrito tuyo es un bravo torrente.
ResponderEliminarTu voz es única, tu música es la conquista de los sueños, el "latido necesario" y sobre todo es la apropiada.
ResponderEliminarSaludos, Juan!!!
Siempre nos quedará la voz y la palabra. Y Blas de Otero. Y las viejas canciones que resisten al tiempo. Hagamos uso de nuestro legado. Aceptemos todos tu convocatoria, Juan, porque el mundo, ay, no ha cambiado nada.
ResponderEliminarPues no parece que te quede poca voz. Creo que pecas de excesiva modestia. :-)
ResponderEliminarUn abrazo.
Me sumo a tu canto, uno mi voz a la tuya en tus deseos, en la esperanza de que entre todos consigamos ser oídos.
ResponderEliminarBesos
¿Te queda poca voz?, no es mi percepción...y además la utilizas de aquella manera: te lo puedo decir más alto, pero no mas claro. Si es necesario utilizas un megáfono, si es necesario leeremos por tí cuanto escribas, pero no dejes de hacerlo.
ResponderEliminarBesos mi amigo (ummm que placer decir esto), a tu lado y al de todos los que opinan como tú me encuentro.
tRamos
Tendremos que volver a entonar esas viejas canciones que un día nos ilusionaron porque nunca como ahora nos hicieron tanta falta.
ResponderEliminarY es que, en este país, dejar de entonar ciertas canciones, nos lleva irremediablemente al desastre de la abulia y la desesperanza.
Saludos.
pase lo que pase mientras sigamos vivos
ResponderEliminarpa;lante siempre escritor!!!