Edición del autor de una foto de la Agencia EFE,
Poema sugerido por el amigo VALAF
en su comentario a mi anterior entrada.
La
mentira es hoy.
No
acaban de despertarse las margaritas
y
se respira melancolía.
Las
redacciones se llenan de blasfemias.
Y
la paz cotiza a cero en el mercado de futuros.
Los
altares de sacrificio salen a las calles
y
hasta las religiones se apuntan a la guerra.
El
miedo se hace carne dolorida
y
habita entre nosotros.
Mientras,
los
que, entre mármoles y oro
se hastían de las huríes
y
se aburren con las repetidas guerras de la Play,
reparten
dividendos en las mezquitas
para
que la sangre no sea de mentiras
y
las velas terminen por lucir en todas las esquinas.
Una
jauría de fáciles esclavos
con
la mente bien desamueblada,
se
disponen a matar muriendo – extraña paradoja-
para
ocupar la plaza que un desalmado
le
reservó en el paraíso.
Por
los caminos del frío y de las lágrimas,
un
dios indiferente, ante la olvidada esperanza,
permite
que hombres agonicen, sin hogar ni destino,
en
un tremendo abismo de soledad y ceniza.
En
tierra de nadie,
entre
las arterias sin corazón de los mapas,
en
un descampado de lágrimas y barro,
los
niños de los ojos tristes
corren
tras una pelota de soledad y trapo.
La
mentira es hoy.
En
este siglo, a pesar de renacidas primaveras,
que
solo resultaron utopías,
hemos
vuelto a las andadas.
Mientras
escribo,
las
calles se iluminan con colores
y
empiezan a sonar los villancicos.
¡Mentira podrida!
ResponderEliminarMuy dura tu poesía, pero es lo que estamos viviendo.
Siento mucho las muertes inocentes pero tanto si son de Europa como si son África, si son de una religión o de otra,pero no me gusta jugar a la doble moral de la mentarse por las muertes pero por debajo te vendo las armas.
La mentira siempre arte de simios.
ResponderEliminarTremendo poema! Me ha dolido leerlo, pero porque siento que cada uno de tus versos son ciertos. La mentira es hoy, y ojalá no lo sea mañana.
ResponderEliminarUn abrazo.
La mentira viene de todas partes.
ResponderEliminarSaludos
La mentira esta a la orden del día.
ResponderEliminarHoy se siente mucho mas tu poesía.
Un beso dulce de seda.
Sí: hasta las religiones se apuntan a la guerra. Tampoco es nada extraño, siempre han sido las primeras en apuntarse.
ResponderEliminarUnabrazo.
Hemos vuelto a las andadas, sí, haciendo cierto el dicho "el hombre tropieza en la misma piedra dos veces". Y tres, cuatro... No tenemos solución. Solo espero que la madre naturaleza sea lo suficiente inteligente como para extinguir a nuestra especie.
ResponderEliminarBss.
Y menos mal que sucede lo que narras en los 3 últimos vesos: eliminemos eso y los salvajes del Daesh habrán vencido. Porque, y hay que decirlo (a ello me refería en mi comentario de la entrada anterior), las personas que huyen de Siria están huyendo de un salvajismo premeditado y calculado por esos asesinos. Y claro que Occidente tiene culpa: no haber erradicado a esos salvajes a tiempo.
ResponderEliminarHola Juan !
ResponderEliminarUn poema desgarrador. Duele. Pero es la realidad transformada en versos rotundos y terribles.
"Mientras escribo,
las calles se iluminan con colores
y empiezan a sonar los villancicos"
Esta es la esperanza. No todo está perdido.
Un abrazo.
La mentira es hoy. Y lo fue ayer. Y lo será mañana también, desgraciadamente, mientras exista gente que cree ser depositaria de la Verdad Absoluta y no utiliza sus energías en socorrer a quien lo necesita.
ResponderEliminarUn abrazo, Juan.
Tus palabras nos hablan de los contrastes, los contrasentidos, la escasez de ilusiones. Muy sentidas y descriptivas. Pero no nos olvidemos que siempre debemos mantener -por nuestra propia supervivencia- una mínima luz de esperanza.
ResponderEliminarUn abrazo