Cada año nuevo que comienza es un
repetido elogio a la esperanza. Incluso nosotros, los que ya estamos en tiempo
de descuento y con la conciencia del
triunfo de haber llegado al final del anterior, en estos días, no podemos
evadirnos de la costumbre de soñar presagios de futuro.
Proyectos solemnemente remarcados, pero
que nacen con la patina de la cosa usada, de lo repetido, de lo abandonado al
trastero de las cosas inútiles.
Tal parece que cuando arrancamos la
primera hoja del nuevo calendario, quisiéramos tirar a la basura todo aquello
que no fuimos capaces de hacer en el pasado e iniciáramos el primer día del año
con la esperanza renovada de conseguir lo que antes no supimos.
Hasta el día 26 de diciembre, cada uno
en el fondo se alegra con un ¡que me quiten lo vivido!, pero a partir de ese
día vienen los arrepentimientos y los propósitos de enmienda, que se hacen
corolario el primer día del año.
¿Cuanto queda de lo programado, al
arrancar la siguiente hoja?. Que cada cual conteste a esta pregunta.
Yo he llegado a la conclusión de que,
si no he sido capaz de cambiar en 79 años, lo mejor es no inventar futuribles.
Es mejor tratar de ensartar cada día
que nos espera en el nuevo calendario, con un fuerte hilo verde de esperanza.
Ponerle a los días una alegre música
que borre los sonidos soeces del tiempo repetido.
Tocar las teclas necesarias para
cambiar el mundo que conocemos por el mundo que deseamos.
Ser capaces de que el
destino sea lo que soñamos y no, lo que por inercia, dejamos que nos pase.
Os hablo por experiencia. Llevo muchos
años oyendo la misma cantinela repetida de paz, amor, felicidad, salud y otros
buenos deseos, pero pocas veo a los que
se arremangan y se ponen manos a la obra. Y que os coste que en esa
mirada estoy incluido.
Si en verdad fuésemos capaces de
trabajar por hacer posible esos bellos deseos, no tendríamos necesidad de
repetirlo con tanta asiduidad.
Un poeta sabio, me dijo hace ya mucho
tiempo que el que no es capaz de conocer y luchar por la belleza de los sueños,
no tiene futuro.
He meditado muchas veces sobre esto y
siempre he procurado “conocer los
invisibles hiladores de sueños”, de los que hablaba Antonio Machado, pero
en mí caso pudo más “el torvo miedo que
la verde esperanza”
No consientas que a ti te pase lo mismo,
amigo lector. Pinta de ilusión y trabajo todos los días del calendario, búscale
sentido a la primera mirada mañanera del espejo y ponte a soñar.
No lo dejes para otro día; lo malo del
futuro, es que llega demasiado deprisa y cuando quieres darte cuenta, ya es
pasado sin remedio.
¡Y sé lo que me digo!
Un año nuevo no deja de ser un día más. Un día tras otro, que como dijo Serrat: "Hoy puede ser un gran día". Y lo demás es cuento. :-)
ResponderEliminarUn abrazo muy fuerte.
Hermosas y certeras palabras.
ResponderEliminarMuy feliz año nuevo para vos y los tuyos.
Un abrazo.
La sabiduría de la experiencia. Enhorabuena.Lo mejor, según mi idiosincrasia, consiste en ser fiel a uno mismo, y conocerse es el primer peldaño. Todo lo demás me parecen circunstancias que confunden a los más débiles bajo su disfraz de realidad transitoria o consuetudinaria.
ResponderEliminarPersonalmente hace años que me liberé de las costumbres pagando gustosa el precio por mi libertad. Ser cadáver social puede resultar muy agradable, sin fechas.
Feliz 2016!! Que todos tus sueños y deseos se cumplan en este año que ha comenzado.
ResponderEliminarUn beso enorme.
Aunque ya dejé de marcarme objetivos si que espero que este sea mejor que los últimos que hemos pasado.
ResponderEliminarUn abrazo
Hace años que hice mía esta frase "Cuida el presente porque en esta estación pasarás el resto de tu vida." Y nuestro pasado en efecto no es más que la suma de estos presentes. Así que los buenos propósitos y el empeño en darles cuerpo, día a día.
ResponderEliminarPero sin dejar de mirar hacia el futuro con ilusión en busca de nuevas metas. ;)
Que sigas sumando sin miedos, amigo Juan.
Mi abrazo de hoy. Y mi sonrisa. :)
Feliz Año Nuevo, te deseo todo lo mejor para este 2016 y te haré caso...partiré hoy mismo tras mis sueños porque el futuro es hoy.
ResponderEliminarMuchos besos!!
Mi queridísimo Juan. Poeta de extrema excelencia.
ResponderEliminarYo, María del carmen "en tiempo de descuento" te dejo un abrazo inmenso.
¡FELIZ 2.016.
TÚ ERES UNA DE ESAS PERSONAS QUE HAS HECHO SUEÑOS DE LOS DEMÁS UNA DULCE REALIDAD Y POR ELLO SIEMPRE TE ESTARÉ AGRADECIDA Y EN DEUDA.
ResponderEliminarUN AÑO DE PROPUESTAS QUE DEBEN SER CUMPLIDAS TENEMOS DELANTE, COMO SIEMPRE DIGO, MEJOR CORAJE Y PUESTA EN MARCHA QUE ESPERANZA...
UN ABRAZO DE LOS CUATRO.
A LAS MUY PERO QUE MUY BELLAS Y CRISTALINAS tardes-noches, Maestro!!! Pues mira, leyendo tus líneas me ha venido una frase que nos dijo, hace ya un porrón de años, el profe de filosofía de C.O.U. Recuerdo que nos dio unas pinceladas sobre Sartre y su "Weltanschauung" o visión del mundo. Rápidamente nos dimos cuenta de que no era autor que gozara de las simpatías de aquel entrañable profe (muy bueno, por cierto), y la frase, más o menos, era algo tal que así: "Muchachos, aprendan: cuando no hay amor, sobreviene el "existencialismo". Como es natural, hubo risas y las suya la más sonora. Pero es que, el amor, refuta incluso a la Física cuando habla del "tiempo" como un aspecto de la entropía: el amor se fortalece, se extiende y profundiza con el paso del tiempo. Y eso es Vivir. Y en el tiempo que llevo leyéndote pienso que eso es lo que pulsa en tus mejores escritos. Así pues, ¡vive!, ¡ama!, o lo que es lo mismo: ¡Vive!
ResponderEliminarUn fuerte abrazo de nuestra parte y nuestros mejores deseos para vos, su amada y el resto de la familia!!!
Qué mejor manera de empezar el año cibernético que leyendo tus buenos deseos, Jota.
ResponderEliminarCuántos sueños por cumplir y experiencias de las que aprender.
Un beso sevillano