lunes, 20 de febrero de 2017

POR UNAS TRÉBEDES Y UN PEROL




La Hilaria no sabe de números. Sabe- y mucho- de coger yeros, varear aceituna, vendimiar, rebuscar, segar, limpiar apriscos y todo aquello que le enseñaron desde niña, cuando no había ni tiempo para las sonrisas.

No sabe de números, pero hace verdaderos milagros con el exiguo sueldo mensual de su marido, Onofre, el pastor.

De tanto contar y recontar, últimamente anda algo escamada y tiene como un mal presagio. No acaban de salirle las cuentas.

Su Onofre, además de cambiar su ajada petaca, por una nueva y reluciente, le ha comprado unas trébedes y un perol nuevo y lo que es peor, le ha dicho que se ha comprado un transistor, que está harto de tanta soledad.

A Hilaria no le salen las cuentas. Por muchos “montoncicos” de céntimos, por muchas sumas y restas con los dedos de la mano, llega a la conclusión de que mas falta que sobra. Ahorros no hay. La paga semanal sigue siendo lo mismo de exigua que siempre y no acaba de encontrar familiar alguno que les haya legado alguna herencia.

Mosqueada, ya ha hecho alguna visita a los corrales y a ojo de buen cubero, comprueba que faltan ovejas.

.- ¿Qué has hecho Onofre? Al final de nuestras vidas, vamos a terminar los dos en la cárcel.

Como Hilaria, que se sabe cómplice si calla, no tiene transistor, no conoce la figura del participe a titulo lucrativo, ese eufemismo actual que la salva de la cárcel, a pesar de “estar en el ajo”.

Lo malo es que por no tener, no tiene ni el dinero para reponer el importe del perol y las trébedes, ni un abogado que levite, por lo que es muy posible que, a pesar de esa nueva jurisprudencia, termine por acompañar a su marido a la trena.








13 comentarios:

  1. ¿De quien eran las ovejas?, si no eran suyas ha cometido un delito al venderlas y meterse la pasta en el bolsillo, si esa mujer es lista, solo tiene que decir que ella es una mujer florero, que no sabe nada de lo que su marido hace.
    Saludos

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  2. No caigo ahora: ¿A qué me recuerda esta historia?
    Un abrazo.

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  3. Genial, genial el cuento, lamentable la realidad. Un abrazo

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  4. Hilaria seguro que va a la trena y su marido también porque la justicia es igual para todos,pero com ellos no son de la realeza.

    No sabia que tu mujer estaba mala, mejor enterarme cuando ya está recuperada. Me alegro.

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  5. ¡MOLT BON DIA TINGUE, Juan!

    Ta la Res pública
    Real o Sindical
    Pa tocar palmas

    Abrazote!!!

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  6. Vaya con la ironía que da el saber leer/escribir entre líneas! jeje

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  7. Jajajaja Me has arrancado una carcajada, Juan. Cosa que por los tiempos que corren, no es fácil. Más bien dan ganas de llorar y más aún gritar.
    Gracias por tu sentido del humor.
    Besos

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  8. Pero es que Hilaria está completamente enamorada de su marido y no tiene por qué saber si Onofre a vendido o no alguna oveja...
    Qué bueno Juan!
    Un beso

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  9. :D :D Genial, Juan. Tranquila, Hilaria, al final mandarán a la trena a las ovejas que faltan :D Un abrazo, Juan.

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  10. Pero que ternura y que regusto de amor me deja tu relato. Benditos regalos aunque pesen en la conciencia.
    Un abrazo

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  11. Simplemente genial en todos los sentidos.

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  12. Con lo listas que son las mujeres y lo suspicaces no creo que haya ninguna que no se entere de lo que hace el marido, ni siquiera la Hilaria sin saber de cuentas. Buen relato para leer entre líneas.

    Un beso.

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