A Elisa, bibliotecaria, le quedaban
unos días para la jubilación y no era capaz de imaginarse como sería su vida,
sin tener que volver cada mañana a sus libros y sus estanterías.
Recordaba ahora, cuando siendo joven,
entró en la vieja biblioteca, abandonada y mínima y no pudo dejar de sentir una
cierta admiración, al comprobar en lo que se había convertido, ahora que tenía
que dejarla.
Muchas horas ordenando material, muchas
luchas con los políticos de todo signo, pidiendo financiación, (ella tan poco
dada a lo material), tratando de buscar nuevos espacios, para sus sueños
iniciáticos, pero mantenidos en el tiempo, según permitía el presupuesto, de
hacer posible en su ámbito, nuevas actividades, que supusieran el
enriquecimiento cultural de sus paisanos.
Ahora le tocaba aprender a vivir en su
pequeño piso, sola, con sus antiguos libros, leídos y releídos y con la
libertad coartada, para empezar a leer el gran libro de esa naturaleza, que con
la pandemia, no deja de repetir capítulos ya conocidos.
Sabía que lo que más trabajo le iba a
costar, sería no poder acariciar, colocar, limpiar, escoger, leer, esos libros
que tanto amaba.
Al abrirlo, se encontró con esta
dedicatoria: “A Elisa, que tantas vidas
nos has prestado, con el deseo de que con este pequeño regalo, pueda seguir
viviendo la suya.”
Era un libro electrónico, en el que se
habían descargado los últimos éxitos editoriales, que aún no habían llegado a
la biblioteca.
...para que su vida siguiera al lado de sus libros y no notara la soledad, una hermosa historia Juan, un abrazo!
ResponderEliminarNo estoy seguro de que ese regalo sea lo que más deseaba Elisa. Pero seguro que la intención era buena, que es lo que importa.
ResponderEliminarUn abrazo.
La jubilacion es un estado de la mente lo mismo que es la vejez Si no piensas en eso nunca lo serás . Si hablas de tu palpitar como hombre siempre lo tendrás .
ResponderEliminarCada uno de nosotros se hace la vida que tiene
.Nunca
lo
olvides
Lo mejor del mundo para vos
Y vamos Pa lante por un año mas
y comienza a vivir en vez de pensar
Merecida recompensa para alguien quien fue dando tanto a lo largo de su vida. Un abrazo
ResponderEliminarUn regalo de lo más justo y merecido.
ResponderEliminarUn abrazo.
Y esos detalles son los que llena la vida de una persona que ha pasado por la misma regalando de sí misma. Precioso tu relato, Juan. Me ha encantado la ternura que lo envuelve.
ResponderEliminarMil besitos y muy feliz tarde.
Qué ternura. Mi hermana es bibliotecaria, y está enamorada de los libros, los lectores, las consultas...todo le enamora, así que le encanta que use mi e-book, pero ella prefiere, con mucho, los libros.
ResponderEliminarPrecioso texto. Un abrazo y feliz tarde
Ser bibliotecario/a ha de ser una profesión como la de médico/a o maestro/a, ha de ser vocacional, parece que nuestra Elisa lo era, de ahí que sufriera como pienso que le ocurre a cualquier persona que se jubila cuando ama su trabajo, no fue mi caso. He amado los libros y los sigo amando, me considero un buen lector, me gustaba el libro de papel; pero el libro, bien cultural donde los haya, no es barato si lees al mes 5 o 6 libros, será por ello que desde que me pase el formato electrónico tengo una gran biblioteca, leo más que nunca y de vez en cuando me quito el mono comprando algún libro en formado papel. Creo que Elisa tiene un problema, no ha visto que le llegaba la hora de dejar paso a otra persona y no se ha preparado, yo si lo hice, en la vida hay muchas otras cosas muy bonitas que hacer.
ResponderEliminarUn abrazo
Que bonita historia, un regalo que le va a alegrar la vida a Elisa.
ResponderEliminarmariarosa
Que buen regalo!
ResponderEliminarPuede que algunos lo vean como poco romántico. El olor del papel, el tacto de la textura, y todas esas cosas que se dicen, pero diantres! tiene muchas ventajas. Y tampoco pretende ser un sustituto del libro de toda la vida.
De todos modos, espero y deseo que Elisa reciba algún regalo más.
Debo tener algún "psicotoque" que me hace imaginar a Elisa, como una solterona. Ahora que tiene tiempo de sobras, espero que la vida le regale un compañero, porqué no un viejito dulce y sensato que la envuelva de ternura, y así quiera cerrar el libro electrónico de vez en cuando.
¡¡Qué relato tan bello!!!
ResponderEliminarY qué profesión tan hermosa, bibliotecaria o librera, cerca de los libros. Y es cierto, prestan tantas vidas!!
Hace tiempo que no visito a la bibliotecaria de mi barrio.
Feliz martes, te deseo desde La Mancha, un día frío y lluvioso pero estoy en casa. encasa de verdad.
Mil besos
Un relato lleno de ternura cuya protagonista ha dejado su vida entre libros, haciendo un trabajo útil y entregado que los que verdaderamente aman la lectura saben apreciar y revertir con pequeños detalles el agradecimiento que sienten hacia ellos.
ResponderEliminarCreo que el guiño de regalar un libro electrónico está muy bien traído al relato, porque produce un choque entre lo tradicional y lo moderno, en cuanto a la realidad editorial dejando un final abierto para qye cada cual lo intérprete.
Un homenaje a esa profesión con mucho corazón.
Un abrazo, Juan.
Una preciosa historia llena de calidez en el que se percibe su gran espiritu de sacrificio. Me ha encantado. Pensar en toda una vida dedicada a los libros y las gentes que los aman... No puedo imaginar una vida mejor. Le deseo a Elisa que goce de su jubilación lo mismo que ha difrutado en su mesa de trabajo. Un abrazo amigo.
ResponderEliminarSon iguales (o mejores), pero no son lo mismo. Los libros electrónicos no huelen a nada.
ResponderEliminarUn abrazo.
Un regalo especial lleno de agradecimiento, el papel es una ilusión pagina tras pagina pero el electrónico tiene ventajas a las que habrá que acostumbrarse. Para Elisa la recomendación de visitar viejas librerías son un entretenimiento amable. Abrazos
ResponderEliminarSe merecía ese regalo. Saludos amigo Juan. Te deseo lo mejor para este 2021 y que pases lindos momentos en esta Noche Vieja. Feliz Año.
ResponderEliminarQué hermoso regalo, qué bonito detalle el del joven. Leyendo el relato yo pensaba que un buen regalo para ella sería que a la biblioteca llegara otra Elisa, otra persona con el mismo amor por los libros que ella.
ResponderEliminarJuan, aunque ando ausente de los blogs, me sigo acordando de ti, por eso no quería dejar pasar estas fechas sin venir a desearte lo mejor para el año que inicia. Que no te falten los abrazos y el mar, y a nosotros que no nos falte tu creatividad.
Besos
Seguro que fue para ella un maravilloso regalo y tuvo que ser muy especial.
ResponderEliminarTe deseo tengas un maravilloso Fin de Año acompañado a ser posible de tus seres queridos.
Un abrazo.
¡Feliz Año!
Bom dia Juan. Desejo um FELIZ 2021 com muita saúde e paz.
ResponderEliminarE se, em vez de você esperar por 2021, 2021 esperasse por você?
ResponderEliminarEm vez de: "2021 vai ser melhor", use: "Eu serei melhor em 2021".
Em vez de: "Que 2021 seja um ano excelente", use: "Eu serei uma pessoa excelente em 2021".
Em vez de: "o que 2021 me reserva?", use: "O que eu reservo para 2021?"
Em vez de: "tomara que 2021 me traga...", por , o que é que você pretende levar, entregar, oferecer em 2021?
*_Te desejo um excelente VOCÊ para 2021._* FELIZ ANO NOVO.
*Luiz Gomes*
Hola Juan; hermoso relato, un ejemplo de amor por su trabajo.
ResponderEliminarPase a saludarte y desearte un Feliz 2021 mis mejores deseos para vos!!
Besos Juan nos leemos prontito me voy unos dias de "vacaciones"!!
Con un trabajo así debe de ser duro jubilarse, más que nada porque dejas a muchos amigos de papel. Muy buena idea el libro electrónico de regalo. Besos.
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